Regresión Inútil Novela capítulo 43

El presidente del gremio de mercenarios de Genavis.

En su vida pasada, nunca había estado en el gremio de mercenarios. No tenía la habilidad suficiente, así que nunca siquiera pensó en intentarlo. Solo después de dejar Genavis intentó convertirse en mercenario.

Por supuesto.

Pero no se inmutó. Esa petición no era una cualquiera; había problemas con ella. La conquista de una aldea de orcos era un trabajo importante para el gremio de Genavis.

Y los problemas.

Probablemente no se solucionarían solo con un informe, y por eso se reportó directamente al presidente.

Catorce años.

Artista marcial.

Era común ser un artista marcial. Do Sangrang lo era.

Pero no era común que un artista marcial fuera mercenario.

—Eres joven.

Sungmin escuchó eso en cuanto abrió la puerta. El olor a cigarrillos impregnaba la habitación. Un hombre de mediana edad, con un físico enorme y gafas gruesas, lo miró desde su escritorio.

—Soy Dox, el presidente del gremio de Genavis.

—…soy Lee Sungmin.

Sungmin dijo mientras hacía la postura. Dox miró el rostro de Sungmin y preguntó.

—Hay muchas cosas que quiero preguntarte, pero empezaré con una. ¿Por qué mentiste?

—¿...eh?

—No eres un artista marcial.

Dox tocó sus gafas, que estaban sobre su nariz.

—¿Sabes sobre los artefactos?

—…algo.

Un artefacto era un objeto con magia. El bolsillo interdimensional de Sungmin era un artefacto.

—Estas gafas son un artefacto. Si las usas, te dicen la clase de la persona. Tu clase… es Sin Clase. Es difícil de creer.

Dox murmuró. Estaba sorprendido, pero Sungmin no lo mostró. Si lo habían descubierto, lo habían descubierto. No podía dejarse afectar por algo así.

—Un Sin Clase aprendió artes marciales… eso no es difícil de creer. Los Sin Clase son populares últimamente. Con el esqueleto marcial del cirujano, aprender artes marciales es posible.

—…sabe bastante.

Sungmin suspiró. Tenía que hacerlo.

—¿Por qué mentiste?

—Pensé que no tendría sentido.

Sungmin respondió. Dox asintió.

—Eso es cierto. De hecho, es cierto para mí. Tú. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

—¿...me está interrogando? No creo haber cometido un crimen para ser cuestionado…

—Ah, ya veo. Me disculpo por eso. No estoy en posición de interrogarte. Y tú tampoco estás en posición de ser interrogado.

Dox aceptó su error con naturalidad. No parecía fuera de lugar debido a su enorme tamaño, pero para Sungmin no lo era. No todos los mercenarios eran educados. La mayoría lo eran, pero por lo general, un presidente era un hombre inteligente.

Aunque hay idiotas liderando grupos de mercenarios.

Lo sabía por experiencia.

—Solo me pareció extraño que mintieras. Bueno… no es que no lo crea, así que lo dejaré pasar. No es importante.

Dox murmuró y metió la mano bajo el escritorio. Luego, sacó un sobre.

—El pago es de 2,000,000 de Erie. Pero… hubo problemas. Así que quedaron dos sobrevivientes. Le di 100,000 Erie a los aprendices y los 1,800,000 son para ustedes dos. Do Sangrang dijo que fue gracias a ti que pudieron eliminar a esos bastardos.

Eso fue sorprendente. Do Sangrang dijo algo así. Sungmin nunca imaginó que Do Sangrang enfatizaría tanto su papel en la misión.

—Do Sangrang estuvo de acuerdo. Te dará 1,000,000 mientras él se queda con 800,000 Erie. Y con respecto al botín, habrá al menos 600,000. Tú puedes quedarte con 400,000.

—¿...puede hacer tanto por mí?

—No tengo nada que ver con eso. Do Sangrang lo decidió.

Dox dijo.

—Dejemos esto y vayamos al grano.

—¿Eh?

Sungmin fingió no saber. Lo dijo, pero sabía por qué Dox lo había llamado.

—¿No has pensado en convertirte en mercenario?

Era eso.

—Do Sangrang dijo que estás entre el segundo y el primer rango, muy cerca del primer rango. Eso es sorprendente. Mucho más sorprendente si además eres un Sin Clase.

Dox tocó sus gafas.

—Eres muy joven. Si sigues creciendo así, llegarás al primer rango, y quizás incluso te conviertas en un maestro, dependiendo de tu esfuerzo.

—¿...eso… es cierto?

Sungmin respondió. Sabía que no era fácil. Para Dox, que no conocía a Sungmin, este probablemente parecía un genio. Aunque no lo era.

—Si te conviertes en mercenario, te daremos el rango D. Si completas algunas tareas, definitivamente subirás a rango C. Si llegas al primer rango, podrías alcanzar el rango B. ¿Qué te parece?

Dox preguntó. Sungmin se quedó en silencio por un momento. No era una mala oferta. Si llegaba a rango D, tendría suficiente dinero para vivir sin necesidad de aceptar solicitudes.

—…gracias por la oferta…

Pero Sungmin rechazó. No podía ser mercenario. Necesitaba la Poción de Inteligencia que recibiría en la Lucha de los Sin Clase. La necesitaba para fortalecer su energía interna. Un mercenario no podía competir en eso.

—Qué lástima.

Dox asintió. No insistió más y le entregó el sobre con el dinero.

—Si cambias de opinión, vuelve.

—…gracias.

Sungmin guardó el dinero en su bolsillo. Dox murmuró mientras Sungmin se alejaba.

—No pareces de tu edad.

—¿Eh?

—No pareces de catorce años. Bueno, las circunstancias cambian la mente. Si me hubieran invocado a una edad tan joven, me habría vuelto loco.

Traducido por: Valiz

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