Regresión Inútil Novela capítulo 23

Desde tan lejos como podía recordar, Wijihoyun fue criado para ser el Vicejefe de un culto.

Recordaba la estantería. La estantería llena de manuales de artes marciales. Desde que aprendió a leer y escribir, Wijihoyun vivió rodeado por las artes. Su padre, que estaba en la cima del culto, puso a su único hijo a estudiar de manera extrema.

Leer, memorizar, leer, memorizar, ese ciclo continuaba sin fin. En lugar de juguetes, tenía armas. Para familiarizarse con ellas, se le enseñó a matar. Primero, un insecto, luego una rata, un conejo… luego una persona.

A veces, su padre venía. Revisaba las artes de Wijihoyun y le daba medicina. Lo que su padre quería no era un hijo, sino el jefe de un culto que pudiera gobernar el mundo entero.

Wijihoyun intentó adaptarse a esa mentalidad. Las medicinas y las artes marciales que el jefe creó, combinadas con el genio de Wijihoyun, le hicieron posible tener éxito.

Cuando tenía diez años, Wijihoyun finalmente pudo salir de la biblioteca. Desde ese momento, Wijihoyun se acostumbró al asesinato y tuvo las bases necesarias para aprender el [Gracia del Pegaso], que solo los jefes de los cultos podían aprender.

Tres años después, Wijihoyun estudió el [Gracia del Pegaso]. Era todo lo que recordaba de su pasado. Él… no tenía a nadie a su alrededor. Todo lo que lo rodeaba era un jefe que era como un Dios, y sirvientes que seguían órdenes.

‘Amigo.’

Era una palabra que Wijihoyun no conocía. Nunca había tenido algo como un amigo. No había nadie que fuera capaz o tuviera los requisitos para ser amigo de alguien como Wijihoyun.

‘Primer amigo.’

Wijihoyun miró hacia abajo, fuera de la ventana. Si fuera su mundo pasado, no habría mirado a Sungmin. No, no habría habido razón para conocerlo.

Ese lugar era diferente. Ahí no había culpa. No había un jefe como un Dios. Ese era un mundo llamado Eria.

No quería regresar. Había pasado un mes desde que llegó. En ese mes, temía que cuando durmiera, se despertara pensando que eso era un sueño. Cuando se despertó, se sintió aliviado de que eso no era un sueño.

—Qué pena.

Wijihoyun murmuró. Se recogió el cabello y suspiró.

—No tiene talento.

Wijihoyun murmuró.

Lee Sungmin estaba sudando mientras balanceaba su lanza.

El [Nube de Amatista] era una técnica que podría considerarse una de las mejores de todas. No se comparaba con el [Gracia del Pegaso], pero si aprendía el [Nube de Amatista], sería fácil conquistar un área.

Sin embargo, como todas las técnicas, el [Nube de Amatista] era para los genios. Wijihoyun lo dijo. Las técnicas de pico y las de primer nivel tenían una diferencia.

Sin embargo, eso no era para gente normal. Los nombres que usualmente aprendían estas técnicas eran de personas que habían sido nombradas genios a una edad temprana.

Las técnicas de gracia tenían más ‘bondad’ que las técnicas de pico y el [Nube de Amatista] era una de ellas. Como un genio, esa ‘bondad’ podría entenderse como ‘bondad’, pero no para una persona normal.

Lee Sungmin, a los ojos de Wijihoyun, estaba muy lejos de ser un genio.

Sungmin también lo sabía.

Practicó durante un mes. El manual lo memorizó completamente. Lo practicaba cada vez.

Al principio, tenía esperanza. La esperanza de que se haría más fuerte aprendiendo una técnica de gracia. Nunca había aprendido algo así en su vida pasada. Solo había aprendido técnicas de segunda clase.

No pasó mucho tiempo para que esa esperanza desapareciera.

Era obvio si lo pensaba. Le tomó trece años llegar al nivel ocho con su técnica de segunda clase. [Nube de Amatista]… esa era una técnica de gracia.

Pero no le quedaba bien.

No soy un genio.

Sungmin respiró. El poder de la Nube de Amatista recorría su cuerpo. Su respiración se estabilizó.

La velocidad con la que quería aprender la técnica era mucho más lenta de lo que esperaba. La bondad… era crueldad para Sungmin. No era un genio, pero no podía entender la bondad que era para los genios.

Sungmin practicó la técnica de la Lanza del Alma Perseguida así como el [Nube de Amatista]. Aunque el [Nube de Amatista] no era adecuado para él, la técnica de la Lanza del Alma Perseguida aumentaba rápidamente combinada con ella. Aún no tenía suficiente fuerza interna, pero la fuerza interna que le dio el Nube de Amatista no se comparaba con la de los Cielos Genuinos.

—¿No hay forma de aumentar mi fuerza interna?

Sungmin preguntó mientras respiraba. Le preguntaba a Wijihoyun, quien había bajado de su habitación y estaba sentado a la sombra.

—Medicina.

Wijihoyun respondió.

—Esa es la forma más rápida.

Traducido por: Valiz

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