¿Por qué estás obsesionado con tu esposa falsa? Novela capítulo 8

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

*Sonidos*

T/N: (nota de traductor)

Capítulo 08

"Muchas gracias. Trataré de no ser una molestia para usted".

Era lo único que contenía su sinceridad de todas estas ridículas líneas teatrales que había dicho hasta ahora.

"Ya me has causado suficientes problemas. ¿Por qué no vuelves a tu lugar ahora que has terminado con tu espectáculo?"

Aunque su sinceridad no parecía haber sido transmitida a él.

Desde que terminó su actuación, ya no había razón para quedarse. Justo cuando estaba a punto de volver con su padre rápidamente, Nadia vió a Lee Jiho.

Estaba mirando a Nadia con una cara traicionada. Tenía una expresión de shock en la cara.

‘¿Qué tiene su expresión? ¿Acaso...? Oh, ¿no le dijeron por adelantado?’

Lee Jiho creía que Nadia le daría el laurel, pero que ella se lo diera a otra persona era completamente ridículo.

‘No importa lo importante que sea mi padre, debería habérselo dicho a Lee Jiho con antelación’.

No era como si Nadia no entendiera su decepción. Estaba dispuesto a arriesgar su vida por el éxito, solo para ser tratado así.

Sin embargo, no fue lo suficientemente generosa como para mostrar compasión por un hombre que la traicionó en su vida anterior.

Nadia, que se alejó de la mirada de Lee Jiho, volvió directamente a su puesto. El ambiente festivo de la celebración triunfal se estaba poniendo más alegre.

* * *

El sol cruzó el horizonte del atardecer cuando llegó la noche.

Era el momento de que terminara la celebración triunfal, y la gente regresara a casa una por una.

El padre y las hijas de la familia Balazit también se estaban preparando para regresar a la mansión.

Justo antes de subir al carruaje, el duque le agarró a Nadia el hombro y la elogió por su excelente trabajo.

"Nadia, has hecho un buen trabajo hoy. Valió la pena ver su cara nerviosa. ¡Ja, ja, ja!"

"Es un placer, padre".

Podía sentir que Calaine estaba haciendo un agujero en su espalda con la mirada, pero a Nadia no le importaba en absoluto.

Fue cuando ignoró el rencor de su hermana pequeña y estaba a punto de entrar en el carruaje, que alguien llamó al Duque.

"¡Duque! Tengo algo que decirle".

La voz familiar que se escuchó desde lejos la hizo parar. Nadia miró hacia atrás reflexivamente.

“¿Señor Jiho?"

No era otro más que Lee Jiho vestido con atuendo formal que se acercaba al duque.

La expresión del duque era tan dura como el hielo a medida que se acercaba dicho hombre.

Teniendo en cuenta que era bueno para poner una fachada educada frente a su pueblo, el duque de Balazit ni siquiera podía controlar su expresión, lo que significaba que no estaba contento con el comportamiento del joven.

El duque de Balazit dijo.

"¿Qué ocurre? Debes haber estado cansado de haber viajado tan lejos, pero no descansaste".

"Tengo algo urgente que preguntarle. Escuché que la corona de laurel... de la celebración de hoy definitivamente se me prometió a mi, pero ¿qué pasó?"

"Ah, sobre eso..."

La cara del duque mostraba signos de molestia.

Si tu maestro hizo un cambio en su plan, no era su lugar para venir y discutir sobre ello.

El duque continuó, agitando la mano.

"Algo surgió. Siento no haber podido avisarte porque tuvimos un cambio de plan de última hora. Te encontraré otra pareja matrimonial, para que no tengas que preocuparte por eso".

"¡No estoy aquí para que me presenten a otra persona! ¿Por qué cambió su plan? Me gustaría escuchar la razón".

"Había una buena razón para eso. No creo que sea un tema del que hablar en un lugar así, así que programemos una reunión en otro momento. Voy a volver por hoy".

"¡Usted es un—! Estoy seguro de que antes de ir a la guerra..."

El duque finalmente se enojó con la actitud persistente de Lee Jiho.

"¿Qué quieres que haga ahora? ¡El evento ya ha terminado! ¡¿Me estás pidiendo que ponga un aviso en la Capital para cumplir con lo que querías?!"

"Uh..."

Era una voz que trazaba una línea que no se debía cruzar.

El furioso duque lo obligó a callarse. Todavía necesitaba el patrocinio del duque Balazit.

Cuando Lee Jiho apretó el puño sin decir una palabra y lo sostuvo, el duque volvió a abrir la boca mientras se sobaba las sienes.

"De todos modos, fue mi error no decírtelo por adelantado, así que te compensaré por eso. Te emparejaré con la mujer que quieras. Hay tantas mujeres hermosas como estrellas en la capital".

"...."

"Entiendes lo que dije, ¿verdad?"

Esta vez, fue una voz suave como si tratara de calmar su propia ira.

Nadia sabía muy bien que así era como su padre manejaba a su gente.

Ofreciendo una compensación por darle a Lee Jiho su matrimonio deseado para que puedan evitar que Lee Jiho lo moleste con el mismo problema de nuevo.

Sin embargo, había una cosa que el duque de Balazit pasó por alto, que era...

‘Significa que no se llevaron muy bien desde el principio’.

Incluso antes de que volviera al pasado, no había nadie que no conociera la rivalidad entre Lee Jiho y Glenn Invernalia.

Los dos nunca se han enfrentado directamente.

Sin embargo, lo que los dos tenían en común era la razón por la que la gente pensaba así.

Edad similar, son los héroes de la guerra, y lo guapo. Los nobles a los que les encantaba hablar de los demás no podían evitar compararlos a ambos.

Incluso si no tenían malos sentimientos el uno por el otro, el sentimiento de rivalidad alentado por las personas a su alrededor creó un sentido de competencia que ni siquiera existía antes.

Además, para el lado del marqués de Invernalia, Lee Jiho era un caballero patrocinado por su enemigo de toda la vida, el duque Balazit. Por lo tanto, era natural que todos asumieran que su relación no era agradable.

‘Aunque en este punto, el conflicto entre ellos no se revela a simple vista…’

Nadia recordó que pasó algún tiempo antes de que su rivalidad fuera el centro de atención.

Lee Jiho, que había sido subestimado por ser un extraño de otro mundo, era inferior al marqués de Invernalia, descendiente de una familia histórica y prestigiosa.

Aunque Lee Jiho nunca lo admitió por orgullo.

Tal vez este incidente aceleraría el deterioro de la relación entre los dos.

¿No sería una pena que algo que se suponía que era suyo hace mucho tiempo fuera quitado por la persona a la que odiaba?

Como si fuera una regla que podían quitarle todo lo que quisieran a alguien más inferior.

Incluso si no fuera algo que tuviera un gran valor.

La conversación entre los dos continuó mientras Nadia recordaba las cosas antes de su regreso al pasado.

El duque sigue hablando con una voz suave.

"No voy a estar en desacuerdo con tu actitud hoy porque probablemente fue mi error. Deberías volver y descansar".

"....."

"Trataré de presentarte a cualquier mujer que quieras. No hay nadie lo suficientemente grande como para rechazar mi solicitud en esta capital. ¿Lo entiendes?"

"Gracias por su amable consideración…"

"Me alegro de que lo hayas entendido".

Incluso si lo dijo, Lee Jiho se mordía constantemente los labios como si no pudiera tragarse su resentimiento.

Sin embargo, el duque Balazit no fue lo suficientemente atento ni generoso como para buscar la comprensión de sus subordinados.

Mientras sentía que no había más asuntos con el joven, el duque se dio la vuelta y dijo.

"Nadia, Calaine. Volvamos".

"Sí".

En este punto, Nadia casi se sintió un poco arrepentida por el tratamiento que recibió su ex prometido.

Justo antes de subir al carruaje, Nadia inadvertidamente miró hacia atrás.

Lee Jiho, que todavía estaba de pie en su lugar, mostró una expresión inquietante. En un momento, su mirada se reunió.

"......"

"......"

Pero su mirada no se quedó mucho tiempo.

Después de mirar hacia atrás por un corto tiempo, se metió en el carruaje.

Y la puerta se cerró con un sonido crepitante.

El vagón que llevaba a la familia del duque Balazit comenzó a moverse.

A medida que el carruaje se alejaba gradualmente de su vista, Lee Jiho se mantuvo firme y lo miró fijamente durante mucho tiempo.

* * *

"Y luego la primera señorita dijo esto".

"¿Qué dijo ella? ¿Qué?"

"No nos dejes con la duda y cuéntanos".

"¡Amo tanto al Marqués Invernalia! ¡Por favor, acepte mi corazón!"

"¡Oh, Dios mío, Dios mío!"

"Wow, ¿que el Marqués de Invernalia no está en buenos términos con nuestro duque? ¿Se le permite hacer eso?"

"La mansión aún no ha sido volcada, por lo que significa que el duque lo permitió".

"Wow. Ningún padre puede vencer a su hija. Debe ser por eso. Pero, ¿cómo logró su consentimiento?"

"No sabía que nuestro duque era tan generoso".

No fue solo la sociedad aristocrática la que se sorprendió por el cortejo abierto de la pequeña hija del duque.

Incluso las mucamas que trabajaban en la mansión estaban ocupadas hablando de ello.

Estaban charlando que ni siquiera se dieron cuenta de que estaban cotilleando justo debajo de la habitación de Nadia.

Sus voces se podían escuchar claramente en la habitación de Nadia, que estaba ubicada en el segundo piso.

Muy claro y vívido.

"Entonces, ¿de verdad se van a casar? ¿En serio?”

"Ella ya lo ha cortejado. ¿Qué puede hacer ella al respecto? Si no se casa con la familia de Invernalia, no podrá casarse con ninguna familia por el resto de su vida".

"¿Qué hombre aceptaría a una mujer que ofreciera un laurel a otro hombre? Sería una pena para la hija soltera, así que tienen que casarse de alguna manera. Su Majestad también parece estar presionando al marqués".

"No, pero ¿por qué? ¿Por qué quiere casarse con él y vivir en el frío norte? Si ella se hubiera quedado quieta, el duque le habría presentado a un caballero de una buena familia en la Capital".

"Ese es mi punto. ¿Por qué se daría la molestia..."

Nadia se apoyó en la ventana y escuchó la conversación de las criadas.

A pesar de que se consideró una conversación impútida, no hubo ningún cambio en el color de su cara.

En cambio, la criada a su lado se estaba molestando.

"E-esas… ¡les dije que cuidaran lo que dicen! Bajaré inmediatamente e iré con la jefa de..."

Nadia hizo señas a la criada para que se detuviera.

"No, déjalo pasar".

"Pero si lo deja como está, no sabe hasta dónde se propagarán los rumores".

"Los rumores ya deben haberse difundido en la capital de todos modos, por lo que detener algunos de ellos no resolvería nada. Además, es bueno que las cosas se agranden".

"¿.....?"

‘¿Ella quería ser objeto de rumores en la capital?’