¿Por qué estás obsesionado con tu esposa falsa? Novela capítulo 38

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

*Sonidos*

T/N: (nota de traductor)

Capítulo 38

Nadia se frotó la barbilla, al final de su sentencia murmuró. Cuanto más tiempo se tomaba, más crecía la tensión en la sala de banquetes. Después de pasar un buen tiempo, finalmente volvió a hablar.

"Creo que castigarlos a todos con beber una copa de vino será adecuado".

"¿Ah?"

Los caballeros la miraron fijamente, con los ojos parpadeando. ¿Una copa de vino como castigo?

En comparación con la gravedad de su ofensa, una copa de vino era un castigo tan ligero que parecía no tener ningún propósito en absoluto.

"¿Es...eso es todo?"

"Sí, eso es todo. Dado que todos ustedes han decidido asumir la responsabilidad de la ofensa del comandante, entonces cada uno de ustedes debe beber. Sin excepciones".

“¡¡!!”

En ese momento, una sonrisa traviesa apareció en la cara de Nadia. Por fin, finalmente entendieron sus intenciones, con la boca abierta de par en par. Entonces, ¿qué acababa de pasar...?

‘¿Acabamos de recibir un golpe?'

‘¿Todo fue una broma?'

Los caballeros intercambiaron miradas aturdidas, como si comprobaran si habían entendido correctamente la situación, con los ojos abiertos parpadeando varias veces. Los caballeros, ahora todos claros sobre lo que había sucedido, se echaron a reír.

"¡Jajajaja! ¡Es el castigo perfecto en un día como este!"

"Si ese es el castigo de la señora, por supuesto que lo aceptaré sin dudarlo".

Habían pensado que sería difícil, ya que era hija de una familia noble, pero era sorprendentemente más abierta de lo que habían pensado. De repente, sintieron cierta sensación de cercanía con la marquesa, que anteriormente había parecido un mundo separado al de ellos.

Nadia inclinó la cabeza juguetonamente hacia un lado y preguntó.

"¿Alguien tiene alguna queja sobre mi decisión?"

“¡¿Cómo podríamos?!"

"Si tienen una queja, ¡preséntense ante mí! ¡Así puedo desaparecerlos de la faz del planeta!"

"¡Jajajaja!"

"Parece que todos están satisfechos con ello, afortunadamente. Tú, ve a llamar a los sirvientes".

Sin embargo, la risa se calmó después de sólo un corto tiempo, cuando las sirvientas entraron llevando copas de vino, como si hubieran estado esperando su orden.

"Jajaja, ja... ja..."

"¿Qué... ¿Qué es eso?"

Las "copas" que los sirvientes habían traído eran tan grandes que podían contener suficiente agua para que un hombre adulto se lavara la cara. No, no era que fuerancomocubetas, en realidaderancubetas. Las cubetas que usarían todas las mañanas. Detrás de las sirvientas seguían a los sirvientes que llevaban botellas de alcohol.

Sus ojos no los engañaban: eran botellas de vino.

"......"

"......"

La voz de Nadia atravesó el silencio que había descendido en el salón de banquetes.

"Tiene que hacerse así para que sea un castigo. ¿No es así?"

"Ah... eso..."

"¿Por qué sus caras se ven así? No me digan que pensaron que podrían salirse con la suya bebiendo solo un vaso".

"......"

"......"

Tenía una sonrisa encantadora en la cara, pero nadie tenía las agallas de oponerse.

Era exactamente la misma sonrisa que tenía cuando amenazó al conde Altair.

Los caballeros se miraron confundidos. Si bebieran tanto vino, después de haber bebido más vino, definitivamente se desmayarían. Solo podrían abrir los ojos a la mañana siguiente.

De hecho, solo desmayarse sería un alivio. No saber qué cosas vergonzosas harían en un estado de tal embriaguez era de lo que tenían más miedo.

Mientras se miraban, sin querer ser los primeros en tomar, el caballero más alto entre ellos se adelantó.

"¡Por supuesto que la bebida tiene que ser tanto para que sea un castigo! Beberé primero".

"¡Quería ser el primero en beber! ¡En ese caso, iré a continuación!"

"¡No, seré el segundo!"

Gritaron que eran los siguientes en la fila, ni siquiera se dejaban terminar sus oraciones. Todos parecían pensar que ser el primero en soportar el castigo era mejor.

Después de que varios caballeros hubieran tocado fondo a sus "copas", fue el turno de Giscard. Nadia impidió que las criadas viertieran para él, mientras hablaba.

"Yo mismo serviré por el comandante".

"Gracias, señora".

El vino salpicó la cubeta mientras ella servía. Cuando Giscard aceptó la cuenca rebosante de alcohol, pensó para sí mismo.

‘Ciertamente no es una persona normal’.

Nadia era la marquesa de Invernalia. De acuerdo con esa posición, tiene que llevarse bien y vivir junto a la gente de Invernalia por el resto de su vida. Si ella hubiera insistido en imponer un castigo grave, lo habrían aceptado, pero definitivamente la habrían agarrado rencor por ello en sus corazones. Pero si ella hubiera dejado pasar la falta de respeto sin señalarlo, no había garantía de que otros no la vieran como una mujer blanda. Al hacer esto, Nadia había grabado, en la mente de los caballeros, que era su superiora, al tiempo que dibujaba su buena voluntad.

El resto de los caballeros podrían estar pensando que ella era solo una noble juguetona que les había hecho una broma, pero después de haber vivido tanto tiempo, podía adivinar cuáles eran sus intenciones.

‘Parece que un sabio ha venido a nosotros’.

Justo antes de que pusiera la copa, no, la cubeta en sus labios, de repente le vino a la mente una pregunta. Giscard giró la cabeza hacia Nadia y le preguntó.

"Si me permite, señora".

"¿Sí?"

"¿Puedo hacer una pregunta antes de beber esto? Este podría ser el último momento de esta noche que esté en mi sano juicio, así que es mi última oportunidad de preguntar".

"Adelante".

"¿Por qué exactamente... nos ayudó?"

Al escuchar eso, todos los caballeros que habían estado perdiendo lentamente el conocimiento prestaron atención y voltearon la cabeza para mirar fijamente a Nadia. Esa era la única pregunta que tenían todos en el salón de banquetes.

‘¿Por qué nos ayudaría la hija del duque Balazit?’

Sintiendo todas sus miradas en ella, Nadia se rió suavemente.

"¿Tengo que decirlo de nuevo? Decirlo en público puede ser muy vergonzoso, pero..."

No es que lo pueda serlo, de hecho es muy vergonzoso. ¿A quién no le parecería vergonzoso tener que declarar su amor por alguien que realmente no quiere en un espacio tan lleno de gente?

Sintiéndose muy avergonzada, ella respondió mientras evitaba sus ojos.

"Es porque amo al Señor Marqués…"

"¡..!"

La consternación se extendió en los rostros de los caballeros, incluido Giscard. Se habían olvidado de eso. La razón que Nadia habia dado para casarse con el extremo norte era que "se había enamorado del Marqués de Invierno a primera vista". Había sonado como la mierda más incomprensible para ellos, así que lo habían olvidado.

Pero ahora, con la forma en que habían resultado las cosas, solo podían cambiar de opinión.

“¿Realmente se enamoró de nuestro Señor?”

“Sí, recuerda que incluso vendió esas hierbas espinosas para pagar la deuda".

"Eso... había pensado que era porque tenía algún otro objetivo... ¿está realmente enamorada del marqués...?"

Incluso si cambiaron su perspectiva, aún así les resultaba difícil de entender. Incluso para guerreros como ellos, no tendrían el coraje de seguir a una mujer a la que amaban unilateralmente hasta el corazón de un campo de batalla donde se desarrollara una guerra.

No sabían si llamarla imprudente o valiente.

Miraron al lado a Glenn, solo para ver que había un rubor en su cara. Glenn tosió un poco, como para encubrir su incomodidad, y dijo.

"Ya bebe para que la siguiente persona pueda tener su turno".

"Ah, sí. Es mi turno".

Todos habían hecho un espectáculo de poder beber toda la cubeta de un solo trago. Así que ahora, Nadia incidió en que bebieran todo sin parar, hasta que incluso el centro de la cubeta estuviera seco.

Su lógica había sido "¿en qué parte del mundo encontrarás a alguien que beba vino de castigo tranquilamente como si estuviera en alguna fiesta?"

Peroteníasentido que uno se tomara su tiempo bebiendo. Después de todo, el alcohol era algo que te emborrachaba más cuanto más rápido lo te tragabas.

Sin embargo, dado que su objetivo era hacer que perdieran el conocimiento, Nadia no trató de detenerlos cuando hicieron su farol.

Y fue por eso, incluso antes de que hubiera pasado una hora...

"Creo que... Creo que voy a vomitar..."

"¿Por qué hay dos Marqués?"

No pasó mucho tiempo para que todo el cuerpo de caballeros, todos ellos hombres robustos, fuera noqueado. El sonido de los ronquidos profundos se podía escuchar desde todas las direcciones del pasillo. Incluso el sonido de alguien vomitando se podía escuchar a veces.

Glenn se cubrió los ojos antes de hablar.

"¿Qué tal si vas a descansar, antes de ver algo más antiestético? No creo que puedan continuar el banquete en su estado actual..."

"Probablemente debería hacer eso".

Los sirvientes llevaban a los caballeros fuera de la sala de banquetes, casi todo el peso de los caballeros en sus espaldas. Con lo grandes que eran los caballeros, necesitaban dos sirvientes cada uno para llevarlos. No había forma de que un par de manos pudiera manejarlos.

Los sirvientes trabajaron duro, corriendo aquí y allá para volver a poner en orden la sala desordenada y enviar a los hombres de vuelta a sus habitaciones.

"Todo el mundo parece ocupado, así que volveré por mi cuenta".

"¿Estarás bien? Podría ser peligroso, así que..."

"Solo caminaré dentro del castillo, así que ¿qué peligro podría haber? Solo se tarda cinco minutos en llegar. No te preocupes por mí; creo que es mejor que vayas a ver el..."

"¡Bleurghhhh!"

"...a los demás".

El sonido del vómito cayendo al suelo venía de cerca mientras ella hablaba. Glenn no tuvo más remedio que estar de acuerdo con lo que dijo.

"En ese caso, anda con cuidado".

"Si. Tu también cuídate".

Nadia envolvió su bata firmemente alrededor de su cuerpo mientras se apresuraba a salir del pasillo. Después de haber elegido específicamente una túnica oscura, su figura pronto se derritió en las sombras oscuras bajo la cubierta de la noche.

‘¡Tengo que terminar lo más rápido posible antes de que alguien venga a buscarme!’

A medida que se alejaba más y más de la sala de banquetes, sus pasos se apresuraban. No iba a volver a su dormitorio, sino a la oficina principal del señor del castillo.

Al llegar al segundo piso donde estaba la oficina, pudo ver un pasillo oscuro. El pasillo era frío y fantasmal, pero era la única manera de atravesarlo. Encendió una lámpara y se aseguró de que su luz se atenuara antes de caminar hacia la puerta de la oficina.

*Crujido*

La bisagra sin aceite hacía un ruido fuerte en el tranquilo pasillo. Ella saltó con miedo y miró a su alrededor antes de apresurarse a entrar en la oficina.

Toda la oficina estaba en la oscuridad, pero no podía encender las antorchas de la oficina. Ella ajustó las cortinas de la oficina para asegurarse de que no se pudiera ver la luz de su lámpara.

Abrió un cajón y eligió un trozo de pergamino, antes de sacar el bolígrafo y la tinta oculta en sus túnicas. Mientras se acostó en el suelo para empezar a escribir, de repente se preguntó qué diablos estaba haciendo.

‘Todos en esta familia, incluso sus antepasados a seis pies de profundidad, deberían ponerse de rodillas y agradecerme por esto’.

‘Solo traten de mantenerme con la pensión alimenticia cuando nos divorciemos, y mira que te trataré bien’.

Nadia pensó para sí misma, haciendo pucheros, y luego comenzó a escribir furiosamente.

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Cuatro días después.

"¡Ah! ¡Hay un documento aquí que dice que descubrieron una guarida de dragón!"

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