Nunca Quise Tener Un Hijo Suyo Novela capítulo 71

—Y ha llegado un billete del Elta Club.

Kartho entregó un sobre. Mikhail lo abrió con un cuchillo de papel y sacó el billete rojo que venía dentro.

—Interesante. El código de vestimenta de esta vez es rojo.

Realmente, un grupo peculiar.

—Además, parece que una sombra ha visitado la mansión.

—Llama a Sir Byne.

Era raro que una sombra visitara la mansión fuera de su horario habitual, una vez a la semana. Por lo tanto, esa visita inesperada debía estar relacionada con Dahlia.

Fue ese breve momento lo que cautivó la atención de Adrian. Era, quizás, inevitable, ya que, a diferencia de Adrian, Dahlia era la realeza misma.

—Envía a Emilia al anexo. Haz que parezca que vive por separado.

—Entendido.

—Es lo suficientemente astuta como para actuar según sea necesario sin que se lo digan.

Mikhail presionó sus sienes, que latían con fuerza.

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—¡Ugh!

De repente, los intrusos le pusieron una mordaza.

Los ojos de Emilia se abrieron de par en par al reconocer al atacante.

—Shh, señora. Soy yo. El Duque me ha enviado. Debe irse tranquilamente al anexo.

¿El anexo?

Emilia asintió. Parecía que debía abandonar ese lugar en silencio por alguna razón.

—Por aquí.

Byne apartó un marco de foto en la pared del dormitorio, revelando un pasaje oculto.

—¿…qué es esta mansión?

No se esperaba que un pasaje secreto tan sofisticado y complejo, algo que podría encontrarse en un castillo, estuviera en una mansión.

Aunque había oído que las mansiones de la alta nobleza a veces contenían pasajes secretos, no se imaginaba que fueran tan elaborados.

Siguiendo a Byne lentamente, salieron a un pasaje subterráneo.

El olor a humedad sugería que estaba enterrado bajo tierra, pero parecía bien mantenido por el tráfico frecuente. Las lámparas colgaban de las paredes y proporcionaban suficiente luz para ver claramente.

—Necesito conseguir el plano de la mansión.

Emilia estaba complacida con la inesperada información que había aprendido.

Pronto, llegaron a unas escaleras que ascendían desde el subterráneo.

Mientras subía con cuidado, notó una puerta de madera en el techo. Para llegar a ella, era necesario subir una escalera.

Después de que Byne subiera y tocara, la puerta chirrió al abrirse.

—Subiré a ayudarla.

Emilia asintió.

Después de que Byne subiera, Dell subió primero la escalera.

—Ten cuidado, Dell.

—¡No se preocupe, señorita! ¡Estaré arriba para ayudarla!

Dell subió animadamente. Cuando llegó a la puerta, la levantaron rápidamente.

—Suba despacio.

Finalmente, Emilia subió la escalera y la puerta se cerró detrás de ellos.

—¿Dónde estoy?

—Esta es la habitación junto a la de Lady Dahlia. Por favor, venga por aquí.

Byne se acercó a la pared y tocó suavemente, buscando algo.

Pronto, una puerta oculta se reveló.

¿Quién vivió aquí antes que necesitara tantos espacios secretos? ¿O fue el Duque quien instaló esto? ¿Por qué? ¿Con qué propósito?

Antes de que pudiera reflexionar más, una voz fría habló.

—Echa a esa persona.

Mientras pasaban con cuidado por la puerta, vieron a Dahlia sentada en un sofá. Ella daba órdenes a los caballeros con la cabeza alta, mirando hacia abajo a sus subordinados.

—Mi, señorita. El Duque ha dicho que debemos irnos.

—Solo deshágase de los que se atrevan a invadir la residencia del Duque como si nada.

—…eso no es posible.

—Oh, vamos. Nada es imposible aquí. Díle a mi hermano. No me moveré ni un centímetro de esta habitación.

—Señorita.

Emilia dio un paso al frente, ya que no pudo soportarlo más. Los intrusos, que probablemente eran obra de Adrian, habían aparecido repentinamente.

—Solo será por un momento.

—¡¿Espera que me esconda en este lugar sucio?! ¡¿Cómo se atreve?!

No pudo controlar su ira, pero rápidamente se recompuso.

—No puedo quedarme en un lugar como este ni siquiera unos minutos, así que encuentra a esa persona y córtale la cabeza. Asegúrate de que nunca más se acerque al Ducado.

Dahlia fue firme en su decisión. Emilia se sentó en la silla que le habían ofrecido. Luego, se volvió hacia los que rodeaban a Dahlia y preguntó.

¿Pero por qué debe esconder a Lady Dahlia de esa manera? Eventualmente, tendrá que mostrar su rostro en la sociedad. Tengo curiosidad sobre el motivo de tanto secretismo.

En ese momento, todos en la habitación contuvieron la respiración.

—No estaría mal dejar saber que Su Gracia tiene una hermana a estas alturas. Pero parece que el rey y el Duque tienen mucho que esconder el uno del otro, ¿No es así, Sir Byne?

—…es su deseo no entregar a Lady Dahlia al rey.

—Eso es lo que resulta tan extraño. Podría pedir que su hermana sea hecha reina, ya que fue él quien colocó a esa persona en el trono, o elegir lo contrario si quisiera. ¿Verdad?

Dahlia había dicho que no quería un matrimonio de conveniencia. Sin embargo, Emilia no tomó sus palabras al pie de la letra.

Debe haber algo más que desea. Y la forma en que Dahlia miró a Adrian aquel día era sorprendentemente parecida a cómo miraba al Duque.

Traducido por: Valiz

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