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Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos Novela capítulo 6

Primera Pequeña Estrella - Lin Xia y Xue Jing

Primera Pequeña Estrella - Lin Xia y Xue Jing

Sala de Audición para Horror Tales

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Lin Xia (Exorcista) interpretado por Wang Tian

Lin Xia (Exorcista) interpretado por Wang Tian

Wang Tian se levantó de su asiento y caminó hacia el centro de la habitación. Su expresión cambió, así como la atmósfera que lo rodeaba. Lin Xia, el exorcista de la película, era un hombre ascético que siempre mostraba un rostro frío. Lo único que podía reflejar sus emociones eran sus ojos y la única persona que podía conmoverlo era su pareja, Xue Jing.

(N/T: El ascetismo es la actitud o modo de vida cuyo objetivo es la perfección moral y espiritual del ser humano a través de la renuncia a los placeres y de la práctica de una vida austera.)

Wang Tian se encontraba erguido e inamovible como una varilla justo en el centro de la sala, aun así, se podía ver la elegancia que desprendía al encontrarse de pie. Su rostro no reflejaba emociones, y la atmósfera a su alrededor era distante, pesada e incómoda. Cuando su mirada poco comprensiva se movió por la habitación observando a las cinco personas que se habían quedado y que audicionarían para el papel de Xue Jing, su mirada inexpresiva se posó en cada uno de ellos. Era como un dios que ignoraba a los débiles mortales.

Pudieron sentir la presión dominante que caía sobre ellos ocasionando que no pudieran respirar correctamente. Aquello era provocado especialmente en las personas que audicionarían para el papel de Xue Jing. Para tomar el papel, primero tendrían que ser capaces de conmover a Lin Xia.

Los cuatro se colocaron rectos mientras intentaban mirar directamente a Wang Tian, sin poder ocultar el temblor en sus piernas. Xia Yang fue el peor. Perdió la fuerza en sus piernas, provocando que cayera sentado en el suelo. Al ver sus reacciones, Wang Tian hizo fallar a los cuatro artistas que se habían preparado para soportar su presión. Habían olvidado la personalidad de Xue Jing y no fueron capaces de representarlo apropiadamente.

Xue Jing era espíritu feroz, que gobernaba a todos los espíritus como su Rey. No había forma en la que la presencia de un mortal fuese capaz de alterarlo en lo absoluto. Por otra parte, era alguien juguetón. Xue Jing solo ignoraba a otros seres que no fueran el, y más aún si era un ser humano cuya existencia era débil ante su mirada

Wang Tian estaba a punto de salir de su personaje cuando escucho un pequeño sonido de madera siendo ligeramente golpeada por algo. Miró a su alrededor buscando a Xia Ying, que sostenía su teléfono de forma perezosa, como si se hubiera olvidado de sostenerlo en su mano. Dejando que cayera sobre el reposabrazos de su silla, Xia Ying no se puso de pie como los otros cuatro para enfrentarlo. Se había quedado sentado en su silla y se relajó como si no hubiera nada a su alrededor. Totalmente desinteresado, lánguido y aburrido, así era como se veía Xia Ying en ese momento. Como si no sintiera la presión que Lin Xia daba en su papel de exorcista. La mirada de Xia Ying solo reflejaba dos emociones: cansancio y soledad. Eran las únicas emociones que le quedaban a Xue Jing después de haber pasado su vida como un Rey Fantasma. A parte de esas dos emociones, no había más que vacío en su mirada.

Como una muñeca sin vida que vivía con un solo propósito. Sucedió que incluso ese único propósito estaba oculto en lo profundo de su solitaria mirada. Xia Ying miró lánguidamente a Wang Tian, este último pudo sentir que observaba todo su ser como si no existiera en lo absoluto.

Cuando se encontró con su mirada plateada, una sonrisa juguetona apareció en su rostro, provocando que su ya ligera apariencia femenina se viera atractiva, mucho más de lo que ya lo era.

El tono de Xia Ying también cambió. Había un toque de frialdad combinado con picardía.

—¿Estás aquí por esos juguetes (Humanos), exorcista?

La sonrisa llena de alegría en su rostro permaneció, pero la profundidad en su mirada se mantuvo aún más fría que los indiferentes ojos de Wang Tian.

Wang Tian continuó su actuación como Lin Xia.

—¿Un Rey Fantasma? ¿A cuántas personas has asesinado? —Su voz se ponía fría y aguda con cada palabra.

Miro a Wang Tian por un momento antes de entrecerrar sus ojos, como si al hacerlo pudiera ver el rostro del exorcista frente a él.

—Hmm… este Rey… no logra recordarlo. Quizás… a muchos…—contestó Xia Ying mientras su sonrisa se volvía más juguetona y dulce, como si se burlara de la persona frente a él.

Wang Tian lo miró durante un largo minuto y luego sus ojos se abrieron de repente, como si se hubiera sorprendido por algo, algo que al mismo tiempo le resultó familiar. Camino hacia Xia Ying dando pasos apresurados, manteniéndose elegante y digno, como si caminara sobre el aire.

Wang Tian de repente tomó la muñeca de Xia Ying y lo acercó para ver su rostro. Miro su cara, observando su apariencia aún más de cerca, como si analizara sus rasgos.

De repente, notaron como los labios de Wang Tian temblaban un poco mientras se abrían y cerraban, sin poder pronunciar palabra. Como si estuviera viendo una prueba de que su suposición fuera correcta, Wang Tian tiro de Xia Ying hacia él, poniéndolo dentro de su abrazo, envolviéndolo como si fuera la última esperanza en su vida.

Todos pensaron que el papel de Xia Ying como Xue Jing se rompería por el repentino gesto íntimo que Wang Tian llevó a cabo, pero estaban equivocados. Xia Ying pudo permanecer en el personaje. Aunque estaba siendo abrazado fuertemente por los brazos de Wang Tian. Todavía podían ver su actitud juguetona. Incluso colocó sus codos sobre los hombros de Wang Tian y dejó caer todo su peso sobre él. Sin siquiera evitar su mirada.

Estaba bajo su rol como Xue Jing, conservándose aún como un pequeño Rey Fantasma juguetón. Con pereza envolvió sus brazos alrededor del cuello de Wang TIan, dejando poco espacio entre sus rostros. Se miraron a los ojos, pero la sonrisa traviesa en el rostro de Xia Ying se ensanchó.

—¿A quién ves en este Rey, exorcista humano…? —preguntó Xia Ying. Todo el mundo podía ver la gran sonrisa que había en su rostro, se veía muy feliz. Pero nadie estaba lo suficientemente ciego como para no notar la profundidad en su mirada, manteniéndose frío e impasible. La única diferencia era que ahora había un toque de locura y demencia dentro de esos iris plateados.

Fue entonces cuando el director Du golpeó con su mano la mesa.

—¡Está bien, CORTE! —dijo con entusiasmo el director— ¡Xia Ying! ¡Eres increíble! ¡Me has sorprendido!

Todos lo miraron cuando dijo aquello. Los dos que entraron en el personaje inmediatamente volvieron a su habitual expresión de frialdad e indiferencia, como si las anteriores emociones los hubieran abandonado. Pero Wang Tian no estaba dispuesto a quitar los brazos alrededor de la delgada cintura de Xia Ying. Xia Ying frunció el ceño y Wang Tian pudo ver su irritación a través de sus ojos, como si intentara decir que lo soltara. Decidió ignorarlo y le dirigió una sonrisa burlona, negándose a soltarlo.

Antes de que Xia Ying ya no pudiera contener su ira, lo suficiente como para deshacerse de su fría fachada, Wang Tian sintió un dolor agudo en su costado, lo que provocó que soltara a Xia Ying. Había sido obra de Fei Lan. Le pellizco el costado sin piedad.

—¡Primo…! ¡Suelta a nuestro Baobei! —exclamó Fei Lan.

—¡Tian, controla a tu mujer! —dijo Wang Tian, dejando ir a Xia Ying.

—¿Estás bien, Didi? —preguntó preocupado Hu Tian. Xia Ying solo asintió con la cabeza una vez y miró a Wang Tian por última vez.

—Por favor, piensa en tu edad, primo. ¿Quieres que te demanden por acoso? —Hu Tian escondió a Xia Ying de su primo.

[N/A: Xia Ying solo tiene 20 años. Ni siquiera se le puede llamar adulto. En ese mundo, los jóvenes sólo pueden ser considerados adultos a la edad de 21 años.]

—Es parte de la actuación que Lin Xia lo soltaría cuando se diera cuenta de que Xue Jing era quien estaba realmente frente a él —replicó Wang Tian mientras levantaba su frente ante Hu Tian.

—Solo estaba actuando como Lin Xia. Lo increíble es que fue capaz de interpretar a Xue Jing incluso mucho mejor de lo que esperaba el viejo Du.

El director Du merodeo como una abeja emocionada alrededor de Xia Ying, sin tocarlo. Temía hacer enojar a un talento tan raro. Según la personalidad de Hu Tian y Fei Lan, no hay forma en la que traten a alguien con tanta amabilidad a menos que realmente les guste alguien. Xia Ying resultó ser alguien a quien adoraban y respetaban.

El director Du miro a Xia Ying como si fuera un diamante.

—Xia Ying. No, te llamaré A-Ying. A-Ying, tienes talento. Ver aquella escena me hizo ver a los verdaderos Lin Xia y Xue Jing. La posición de Xue Jing es tuya. ¡Solo puede ser tuya! ¡Enhorabuena! —expresó el director mientras estrechaba ambas manos la de Xia Ying.

—¡Viejo Du, suelte a nuestro Baobei! Ustedes de verdad… —dijo Fei Lan mientras tiraba del brazo de Xia Ying, colocándolo al lado de Hu Tian, mientras ella se quedaba delante de ellos. Protegiéndolos como una gallina cuidando de sus huevos.

—A-Lan, no seas así. Deja que este viejo hable un poco más con Xue Jing —dijo el director Du.

—¡No! ¡Saldremos a almorzar! —dijo Fei Lan mientras sacaba a Xia Ying y a Hu Tian de la habitación, ignorando a todos los demás.

Hu Tian sonrió, mientras Xia Ying agitaba su mano infantilmente hacia aquellos que se quedaron atrás, como si fuera un niño juguetón que su madre apartó para comer después de jugar durante mucho tiempo, olvidándose de ir a casa y perderse la comida.

Los ojos de Wang Tian permanecieron por más tiempo sobre la figura de Xia Ying, hasta que este último se alejó por completo de su vista, y antes de regresar a su habitual expresión fría.

—Yo también me retiro —le dijo Wang Tian al viejo director y se alejó sin siquiera esperar a que contestara.

Durante el camino, Wang Tian sacó su teléfono y contactó a su secretaria. Lo que hablo con ella, nadie lo escuchó.

El director Du ya estaba acostumbrado a la indiferencia de Wang Tian con los demás. Así que no se despidió del ocupado hombre. En su lugar, miro al resto de los artistas que habían fallado.

—Como habrán visto. A-Ying es perfecto para el papel de Xue Jing. Ustedes dieron lo mejor de sí, pero por esta vez, la oportunidad no se les otorgó. No se pongan tristes por esto. Sigan dando su mejor esfuerzo. Pueden irse ahora —les dijo el director a los artistas.

Al escuchar que los otros artistas abandonaban el lugar, la expresión de Xia Yang mostró una fealdad que iba más allá de su normal apariencia. Se encontraba pensando que su hermano gemelo le había robado el papel de Xue Jing y lo odiaba por eso. Salió de la habitación con pasos airados mientras los demás lo veían como si tuviera problemas en la cabeza. El director Du incluso frunció el ceño al ver la reacción de Xia Yang.

—¡Ese niño es realmente poco profesional! ¿Cómo se atrevió a convertirse en actor de esta compañía?

Viendo que su pequeño príncipe había sido tomado por la pareja real, Wen Lin, como agente de Xia Ying se quedó para hacer su trabajo. Determinando los términos del contrato de su príncipe para la película.

—¿Disculpe, director Du? Me gustaría hablar sobre el contrato de Xia Ying para el papel de Xue Jing.

Una vez que el director vio a Wen Lin, felizmente tomó al hombre y lo llevó a su oficina para hablar sobre el contrato. Gracias a que era perfecto para el papel y Xue Jing era uno de los personajes más atractivos de la película, el director aumentó la cuota que se le daría a Xia Ying. Hablo de la agenda de Xia Ying con su agente y con alegría dejó ir al hombre cuando consiguió el número de trabajo de Xia Ying.

Hu Tian y Fei Lan liberaron a Xia Ying después de darles su número de teléfono. Por supuesto, sabía que aquella pareja intentaría limpiar su nombre. Al final, necesito confesar que quería resolver lo del escándalo y que lo aclararía el mismo en el futuro.

Solo cuando se hizo la promesa de que pediría su ayuda, fue como lo dejaron ir. Wei Lin lo pasó a recoger y lo llevó a la empresa para su trabajo de publicidad. La ubicación de su próximo trabajo sería en su empresa. The Empire. Wen Lin iba feliz tarareando durante todo el camino hacia el edificio. No elogio a Xia Ying más de una vez, con una sola felicitación era suficiente. El Xia Ying original era una persona tímida, y Wen Lin, como todo un agente profesional sabía que no podía alabar constantemente a su pequeño príncipe por temor a causarle ansiedad.

Wen Lin lo escoltó hacia el lugar donde tendría lugar el anuncio.

—Príncipe, el director del anuncio dijo que habrá algunos cambios en el guión. Han pedido que poses para unas fotos con otro artista. Dijeron que se convertiría en un video publicitario corto. También han cambiado el contenido de tu contrato. Los cambios han resultado ser mucho mejores en comparación con los términos anteriores. Así que estuve de acuerdo.

—¿Quién es la otra persona? —preguntó Xia Ying.

—No dijeron quién, pero el cambio ya está hecho, fue algo de último minuto. Me dijeron que tu nuevo compañero para el rodaje ya está en el lugar —respondió Wen Lin.

Por otro lado, Xia Ying entrecerró sus ojos como si supiera la identidad de la persona que obligó al equipo de publicidad de su segundo trabajo a hacer cambios en el último minuto. Solo había alegría y frialdad dentro de esos orbes plateados.

Traducido por: Valiz

Traducido por: Valiz

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