Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos Novela capítulo 57

CompañíaStarlight.

Meng Anya llegó a la empresa con el cuello cubierto por una bufanda, seguido por su fiel guardaespaldas, Mo Yijun. En el camino a su oficina, fueron bloqueados por Cao Junzi y Meng Lan en el pasillo. El director ejecutivo de Moonlight siempre mirando a Meng Anya con deseos de poseerlo, mientras que los demás mostraban un odio innegable en sus ojos detrás de sus gafas.

Ver emociones tan claras en sus miradas hizo que Meng Anya se sintiera molesto. Se sintió aburrido no tener que hacer mucho para que los protagonistas hicieran alarde de su existencia. Ya sea por deseo u odio, sería más fácil para él jugar con sus juguetes siempre que ellos desearan involucrarse con él. Aunque, lamentablemente, en ese momento realmente no tenía ningún interés en ese par de tontos.

—Buenos días, director ejecutivo Meng. Es un placer verlo aquí —saludó Cao Junzi con una sonrisa brillante en su rostro. A su lado, la sonrisa falsa de Meng Lan se sintió más fría que antes mientras miraba a Meng Anya con intenciones asesinas en sus ojos.

Meng Anya ignoró a ese molesto par de protagonistas mientras que Mo Yijun, que vio la mirada asesina de Meng Lan, no pudo evitar darle una mirada de advertencia al protagonista Shou, quien inmediatamente desvió la mirada al encontrarse con él. Decidió ignorar al protagonista, Anya ni siquiera devolvió el saludos de Cao Junzi y, al pasar junto a él, sintió que el protagonista Gong le agarraba la mano.

—No me ignores, por favor~ Anya~ —dijo Cao Junzi en un tono coqueto.

Las expresiones de los otros tres no pudieron evitar el cambio. Meng Lan frunció el ceño inconscientemente. Mo Yijun miró a Cao Junzi como si quisiera matarlo mientras Meng Anya miraba a Cao Junzi con disgusto y molestia no disimulados en su rostro. Cao Junzi permaneció sonriendo a pesar de ver la expresión de Meng Anya mientras una sonrisa burlona se imprimía en su rostro. Ese expresión suya mostraba su arrogancia y confianza como alguien que aceptaría un No por respuesta.

Cuando Mo Yijun estaba a punto de hacer su movimiento para romper las manos que se atrevieron a tocar a su esposo, vio a Anya apartar su mano izquierda y dar una fuerte bofetada en la cara de Cao Junzi sin dudarlo. Vieron a Meng Anya sacar un pañuelo del bolsillo del pecho de su traje, limpiar atentamente la mano que tocó a Cao Junzi y arrojarla como si tocara algo extremadamente repugnante.

Los otros tres presenciaron toda la escena, dejándolos atónitos. Nunca esperarían que Meng Anya le diera una bofetada a Cao Junzi. Una mirada irritada y disgustada era evidente en el hermoso rostro de Meng Anya. Todos se quedaron sin palabras. El silencio ascendió dentro del pasillo.

Hasta que vieron que el rostro de Cao Junzi se oscureció mientras miraba fijamente a Meng Anya. No pudo evitar que su ira estallara cuando vio que el primero lo trataba como si fuera un mendigo sucio al que tocó accidentalmente.

Cao Junzi furioso.

—¿T-TÚ? –Estaba a punto de agarrar a Meng Anya una vez más, pero Mo Yijun lo empujó con fuerza, haciéndolo chocar contra la pared detrás de él.

—¡¡Ahh!! —Meng Lan no pudo evitar gritar cuando vio a Junzi arrojado contra la pared con una fuerza enorme.

—¡Ugh! ¡B-Bastardo! —gritó Cao Junzi mientras le lanzaba una mirada asesina a Mo Yijun solo para presenciar que estaba siendo ignorado.

Mo Yijun le preguntó preocupado a Anya:

—¿Estás bien? —Revisó con cuidado la delgada muñeca de su esposa y vio un ligero moretón en donde Cao Junzi lo agarró. Su rostro no pudo evitar ensombrecerse aún más por la ira.

Al ver la expresión sombría de Mo Yijun, Meng Anya le dijo a su esposo:

—Estoy bien, A-Yi —La pareja ignoraba intencionalmente a los demás que los rodeaban.

Al ser ignorado, la ira en el rostro de Cao Junzi estalló e intentó tomar represalias una vez más, pero Mo Yijun sacó un arma de su traje y le apuntó a la frente, dejando atónitos a todos en el área por un momento.

El primero en regresar a la realidad fue Meng Lan, cegado por su amor, intentó bloquear el camino del arma parándose frente a Cao Junzi con la intención de proteger a su amor.

De pie frente a Cao Junzi, Meng Lan dijo:

—¡Alto! Hermano, por favor, detén a tu guardaespaldas. ¡No mates a Junzi!

Cao Junzi, que había visto a su querido amigo moverse frente a él para protegerlo, no pudo evitar sentir que su corazón se aceleraba. Al ver que la situación empeoraba, Meng Anya le habló a su sistema en su mente.

Anya hablando con su sistema:

“Exe, ¿Se consideraría contra la ley celestial si mi esposo matara a los protagonistas?”

“El anfitrión no tiene por qué preocuparse. El marido del anfitrión nació en esta estrella como residente original, y además, como es un villano, matar a los protagonistas será aceptado como una inversión del destino y las leyes celestiales de esta estrella lo aceptarán como un derecho.”

Una sonrisa malvada se dibujo en la comisura de los labios de Anya.

“¡Bien! Exe, voy a canjear un objeto de hipnotismo que alterará la memoria de todos en este edificio, excepto la de los dos protagonistas. Cambia esa memoria, haz que los cuatro no hayamos venido a la empresa en todo este día", dijo Anya a su sistema.

“El anfitrión ha canjeado un artículo de la tienda llamado Hypnotism Ball. La duración de este artículo es de solo un día. El objetivo es todo el edificio de Starlight Company. Si el anfitrión desea hacer un cambio, infórmeselo a Exe. Gracias por canjear un artículo. El anfitrión aún tiene tres oportunidades para canjear un artículo de la tienda del sistema.”

Con una sonrisa juguetona en su rostro, Meng Anya abrazó a su esposo y le susurró algo al oído, incluso mordisqueó la oreja de su esposo de manera burlona, ​​dejando sin palabras a todos, especialmente a Meng Lan y Cao Junzi. El gesto desvergonzado de Anya sorprendió a todos, pero el instigador ignoró la reacción de todos y se concentró en burlarse de su esposo.

Eso era un placer. Un placer que solo él podía hacer. Mo Yijun, por otro lado, estaba acostumbrado a las bromas de su esposo, pero eso no significa que las ignorara. Escondió su arma y atrajo al pequeño íncubo pegado a su espalda hacia su pecho. Se deslizó alrededor de sus brazos hasta la esbelta cintura de Anya con las palmas de las manos sosteniendo ese suave trasero.

Llevando a su esposo, detuvo a Anya y lo besó en represalia. Meng Anya envolvió sus brazos alrededor del cuello de su esposo y se dejó llevar y besar. Meng Lan y Cao Junzi observaron cómo los dos se besaban profundamente sin importarles la audiencia.

Meng Lan se quedó atónito:

—¡¿Hermano?! ¡Tú…!

Por otro lado, Cao Junzi quedó hipnotizado por la escena. Ver las mejillas sonrojadas de Meng Anya con un toque de lujuria en esos pares de ojos carmesí mientras Yijun casi lo devoraba despertó aún más sus deseos. Si su corazón se saltó un latido una vez cuando Meng Lan usó su propio cuerpo para protegerlo.

El estado lujurioso actual de Meng Anya despertó su deseo de acostarse con él, queriendo que este íncubo llorara debajo de él. Al notar la tienda de campaña en los pantalones de Cao Junzi, el humor de Mo Yijun empeoró y su rostro se oscureció.

Jadeo*

—¿E-Esposo? —llamó Meng Anya mientras estaba confundido sobre por qué su esposo de repente dejó de besarlo.

De repente, Meng Anya rompió el beso y enterró su rostro en el pecho de su esposo como si quisiera ocultarlo de todos. Sintió que su esposo lo cargaba completamente por encima de su cintura. Solo pudo envolver sus piernas en la cintura de Yijun instintivamente para no caerse.

Mo Yijun, al abrazar a su esposo, pateó la ingle de Cao Junzi sin dudarlo. Después solo se escuchó el sonido de un huevo rompiéndose, seguido por el grito doloroso de un hombre casi moribundo.

—¡¡¡Aah…!!!

Los ojos plateados que ardían con pensamientos de asesinato se posaron en la figura retorciéndose de Cao Junzi en el suelo.

—Deseas a mi esposo. ¡No deseas tu vida! —dijo Mo Yijun con frialdad mientras lo miraba con intenciones asesinas en sus ojos. Ese par de ojos plateados lentamente se volvieron negros.

Cao Junzi vio el mundo derrumbarse ante él mientras sentía un dolor inimaginable entre sus piernas. Quiso taparlo pero un dolor agonizante que lo hizo gritar se estaba extendiendo por su cuerpo. Solo pudo enroscar sus piernas en el suelo sentado como un camarón cocido.

Meng Anya, en brazos de su esposo, miró por encima de los hombros de su amado y observó la escena con alegría. Le dedicó a Cao Junzi una sonrisa burlona con sus ojos carmesí y dijo:

—¡Se lo merece!

De pie en la esquina, el aturdido Meng Lan vio la sonrisa de su hermano mayor llena de éxtasis y de repente sintió que los celos en su corazón se aclararon de repente.

Meng Anya dijo:

—Esposo, vamos a la oficina. No les hagas caso —mientras le daba besos fugaces en el cuello y las mejillas a su esposo. Mo Yijun le respondió a su esposo con un suspiro de impotencia.

En la esquina, Meng Lan incluso vio al hombre de aspecto peligroso que cargaba a su hermano, le dio una palmada en el trasero una vez y le dijo "Qué travieso" a su hermano, quien solo se rió y le dio al hombre un beso en las mejillas antes de ingresar a la oficina del CEO.

Una vez que la figura de la pareja desapareció de su línea de visión, sintió que algo tiraba de sus pantalones. Al mirar hacia abajo, vio a Cao Junzi con una cara extraña sosteniendo la esquina de sus pantalones mientras lo miraba. Solo entonces recordó que Cao Junzi estaba con ellos. Meng Lan vio su expresión distorsionada en su hermoso rostro mientras se cubría la ingle y sus piernas estaban curvadas de una manera fea.

No pudo evitar pensarlo dos veces. ¿Por qué le gustaba ese hombre? Seguro que era ciego. Entonces llamó a una ambulancia y envió a Cao Junzi al hospital más cercano.

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Hospital.

Área VIP.

La habitación de Cao Junzi.

—¡Ese bastardo! ¡Maldito bastardo! ¡Lo mataré! ¡Mataré a ese maldito bastardo! ¡Después de eso tomaré a esa maldita zorra de Anya para mí y lo violaré frente a él! —dijo Cao Junzi mientras perdía totalmente sus modales y su ira se encendía más. A medida que su furia se encendía, la imagen elegante que retrataba quedó completamente destruida.

Al ver el estado actual de Cao Junzi, el amor de Meng Lan por él se desvaneció por completo. Luego, al pensar en los planes que él mismo creó para ensuciar a su hermano, no pudo con ello, pero se reprendió a sí mismo por estar cegado por sus celos. Ahora se sentía aliviado de que su plan de hacer que Meng Anya fuera follado en grupo fracasara, pero el arrepentimiento y la culpa le punzaban el corazón.

No sabía cómo enmendar todo lo que había hecho a espaldas de su padre y su hermano. Primero decidió volver pronto a casa y pedir perdón a su padre.

Mientras el protagonista estaba sufriendo, después de que su ingle ahora estuviera medio destrozada pero aún utilizable, la mente de Cao Junzi ahora estaba llena de ira. Quería matar al hombre al que Meng Anya le permitió poseerlo y tomarlo como su trofeo. Sentado a su lado mientras sentía los pensamientos del ex enamorado de su amigo. Meng Lan solo pudo regañarlo en su corazón.

Esa persona, su cuñado, era alguien a quien su padre contrató personalmente para proteger a su hermano. No había forma de que con los antecedentes de su cuñado fueran algo fácil de tratar. Solo el hecho de que su hermano de dos caras haya actuado de manera malcriada con el hombre era prueba suficiente de que su cuñado no era una buena opción para un oponente. Su hermano mayor nunca elegía a alguien normal. Todos los que estuvieron a su lado eran anormales en algún sentido. Como Lin Xia, que podía hacer cualquier cosa siempre que le pagaran lo suficiente.

Con el ceño fruncido, Meng Lan advirtió:

—Lo que sea que planees hacer, no te atrevas a hacerlo, Junzi.

Cao Junzi, cegado por la ira, lo miró fijamente:

—¿Qué? ¿Vas a delatarme? ¡No olvides que has hecho más cosas a escondidas de Starlight y planeas más para hacer desaparecer a tu hermano! —dijo Cao Junzi.

—Lo sé. Por eso voy a detener todo ahora. Antes solo quería tener Starlight por una razón, pero… —Meng Lan miró fijamente a Cao Junzi antes de suspirar—. Esa única razón ya no existe —dijo Meng Lan antes de prepararse para irse.

Pero antes de que pudiera pasar la puerta, la mano de Cao Junzi bloqueó su camino y lo detuvo.

—¡Junzi! —gritó Meng Lan, pero Cao Junzi hizo oídos sordos—. ¿Qué vas a hacer? ¡PARA! Mi hermano nunca ha sido un hombre indulgente. ¡Vas a hacer que te maten!

—No importa lo que yo quisiera tener con él. Tú sigues siendo su hermano. Te liberaré cuando me case con él —dijo Cao Junzi.

Meng Lan:

—¡Estás loco! ¡Basta! ¡Suéltame! ¡Suéltame! —Uno de los hombres lo obligó a desmayarse.

—Ve y envíalo a la villa. No lo dejes escapar y... no le hagas daño —dijo Cao Junzi mientras veía a sus hombres llevarse a Meng Lan y su mirada era reticente.

Cao Junzi sintió que si no fuera por Meng Anya, la persona que lo atraería sería Meng Lan. Pero la existencia fascinante de Meng Anya parecía nublar su mente. Como un demonio que seducía a su presa para que perdiera todo, incluso su alma y su mente, solo para obtener lo que deseaba.-

Traducido por: Valiz

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