Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos Novela capítulo 51

Compañía Starlight.

Oficina del director general.

Durante las horas de trabajo, Ye Baiyu había llamado a su jefe, Mo Yijun, y le había pedido que regresara a la Ciudad del Inframundo diciendo que su padre lo estaba convocando. Con eso, Mo Yijun se separó a regañadientes de su esposo y regresó a su ciudad antes de tiempo. Meng Anya se quedó en su oficina con Lin Xia tomando un largo descanso para tomar café ya que ambos habían terminado su trabajo ese día.

Preguntó Lin Xia mientras tomaba café y veía un video holográfico en vivo de su tonto esclavo siendo pisoteado por Mo Yijun por mentirle sobre su padre.

—Señor, ¿Realmente va a ir a la Ciudad del Inframundo después del trabajo? —preguntó su asistente.

“Anfitrión, esas personas bajo el mando de su esposo están planeando fingir un secuestro para evaluar su actitud. Pero no esperaban que el padre de su marido, el Primer Ministro, se enterara de su existencia y quisiera utilizarlo para advertir a su hijo. Está planeando utilizar a sus espías que trabajan como encubiertos dentro de la Ciudad del Inframundo. Se les encomendó la tarea de secuestrarlo y mostrarle a su esposo una transmisión en vivo de su muerte.”

“¿Dónde está ese padre bastardo ahora mismo?”

El padre del villano se encontraba actualmente en el Palacio del Primer Ministro. Ese hombre maduro tenía características similares a las de Mo Yijun, aunque ya tenía cuarenta y tantos años y actualmente se encontraba sentado en su propia oficina mientras hablaba con sus subordinados por teléfono sobre el plan de secuestrar a Meng Anya como advertencia a su propio hijo. El hombre maduro tenía una conducta orgullosa pero un rostro inexpresivo mientras daba sus órdenes. Pero por alguna razón el primer ministro ni siquiera sabía el nombre del amante de su hijo y en lugar de eso le puso al joven un seudónimo, Boy Toy. Obviamente no le importaba quién era el amante de Mo Yijun, siempre y cuando pudiera advertirle a su hijo que contuviera sus garras.

Miraba tranquilamente los datos de vigilancia que su sistema había recopilado.

—¡Pfft! Viejo bastardo divertido —murmuró Meng Anya.

Lin Xia llamó:

—¿Mi Señor? Parece que los subordinados del señor Mo estaban planeando secuestrarlo tan pronto como ingresara a la Ciudad del Inframundo sin el permiso del señor Mo. ¿Desea que le informe al señor Mo? —preguntó su asistente.

—No es necesario. No es como si realmente fueran gente de A-Yi. Seguirás adelante y te reunirás con A-Yi por mí. Pasale un mensaje de mi parte.

Entendiendo el significado de su señor, supo que alguien más tenía la intención de secuestrar a su señor, pero al ver que su señor quería jugar, solo necesitaba pasar un mensaje y nada más que eso.

—¿Cuál es el mensaje mi señor? —preguntó Lin Xia.

—Dile a Yijun: 'Ve a recogerme después, querido~'. Puedes decirle eso. Oh~ es hora. Me voy ahora~ —dijo Meng Anya mientras se preparaba para irse.

Lin Xia se levantó para escoltar a su señor.

—Lo acompañaré hasta la entrada, mi señor.

Cuando salieron de la oficina del director general, un rostro familiar los esperaba junto al ascensor. Era el renombrado Emperador Empresarial y el protagonista de esa estrella, el Gong, Cao Junzi. Además de su compañero destinado, el protagonista Shou, Meng Lan. Meng Anya no ocultó su molestia al ver a la pareja supuestamente celestial de ese mundo, lo cual el Gong protagonista fingió no notar y se acercó a él con una sonrisa coqueta.

Sonriendo deliciosamente.

—¡Hola! CEO Meng. Soy el CEO de Moonlight, Cao Junzi. Nos hemos conocido antes durante las reuniones. Pasé para invitar al CEO Meng a cenar con su hermano pequeño, Meng Lan —dijo Cao Junzi sin darse cuenta de que a su lado, la sonrisa de dicho hermano estaba a punto de cambiar a algo aterrador.

Lin Xia y Meng Anya permanecieron en silencio, como si estuvieran estupefactos, pero la verdad difería, ya que el primero simplemente decidió observar al par de actores tontos mientras que el segundo pensaba que ya estaba harto de jugar con ese par de protagonistas escoria. En resumen, Meng Anya se aburrió por completo de sus juguetes y decidió dejarlos cavar su propia tumba con sus propias manos. Después de todo, Starlight Company estaba completamente bajo su control, los simples trucos que ese par de protagonistas usaron antes serán totalmente inútiles ya que los principales accionistas estaban todos de su lado.

La decisión de Meng Anya: ignorarlos por ahora.

Se alejó discretamente de ese par de tontos.

—Hola y nos vemos. Estoy ocupado esta noche, así que no a la invitación a cenar, CEO Cao. En cuanto a mi hermano pequeño, el tío mayor se reunirá con papá para cenar esta noche, decide.¿Qué deseas hacer esta noche? —dijo Meng Anya, ignorando a la pareja mientras se alejaba, Lin Xia simplemente los saludaba con la cabeza antes de seguir a su señor para despedirlo.

Ver la espalda de Meng Anya, cuyos pasos no mostraban vacilación, hizo que Cao Junzi se riera entre dientes. Estaba muy interesado en Meng Anya, quien podía ignorar a el emperador empresarial de su época.

Riendo.

—Jajaja~ ¡Ese hombre... es realmente interesante! Esta vez captó mi atención de verdad. ¡Esta es la primera vez que alguien me abandona al acercarme de forma especial! Meng Anya... una persona muy intrigante —dijo Cao Junzi mientras se preparaba para irse también.

Meng Lan intentó detenerlo.

—¡E-espera, Junzi! ¿Y la cena? —preguntó expectante.

—Oh... Ah~ estoy cansado. Cenemos la próxima vez. Nos vemos mañana, Lan —respondió Cao Junzi, quien se despidió sin dudarlo y se fue solo, incluso olvidándose de Meng Lan, quien se quedó solo frente al ascensor.

Meng Lan, que se quedó solo, arrojó su bolso al suelo con ira. Nunca había estado tan enojado como lo estaba ese día. Sus ojos brillaban con innegable odio y celos mientras se mordía el labio inferior con remordimiento porque el hombre al que amaba continuaba rechazando su existencia.

No podía entender cómo ese perezoso hermano mayor suyo era capaz de tomar todo lo que se suponía, obtendría con un solo movimiento. Con un arrepentimiento infinito, ¿Por qué no intentó simplemente asesinar a Meng Anya en lugar de intentar destruir su pureza? Sabía que mientras su hermano desapareciera, ese tipo de cosas nunca sucederían. Cao Junzi, que solía estar lleno de ambición, comenzaba a desear a otra persona. Pero desafortunadamente el objetivo de sus deseos no era él en lo absoluto, sino alguien de quien estuvo celoso durante toda su vida.

Hizo berrinche. Meng Lan habló:

—Maldita sea... ¡Mierda! ¿Por qué... sólo por qué? Esa maldita zorra seduciendo a mi Junzi. Cao Junzi es mío... sólo mío. Así es, Junzi es mío. Starlight es mío. ¡Ambos sólo pueden ser míos! Hermano mayor, tú puedes. Sólo desaparecerás después de que estés muerto, entonces Junzi, Starlight y papá solo podrán ser míos Jajaja~ —se despidió después de recoger sus cosas. Murmurando cosas como si se hubiera vuelto loco, esta vez la presión que sentía era mayor que antes y Meng Lan ya no pudo contener las emociones que escondía dentro de su corazón.

Después de que Meng Lan se despidió encantado, ni siquiera se dio cuenta de que alguien en la esquina vacía del pasillo escuchó su fuerte y loco murmullo. En las sombras, fue Lin Xia, quien acababa de regresar después de escoltar a su señor por la entrada. En su lugar, quería observar a esa otra pareja en casa de su señor. Mantuvo su presencia oculta todo el tiempo, viendo a Meng Lan perder la cabeza por la envidia y los celos.

Lin Xia estaba de regreso e incluso vio a Cao Junzi despedirse cuando estaba a punto de preguntarse dónde estaba Meng Lan. Luego escuchó al último lunático murmurar sobre la locura y la ambición de Meng Lan. Por supuesto, también le ordenó a Milky [la IA de su reloj] que grabara toda la escena.

—El señor ni siquiera recuerda a Cao Junzi y mucho menos tener energía extra para seducirlo. Las manos del señor ya están ocupadas con solo entretener al señor Mo. Qué lunático. Uno es un pavo real arrogante que piensa que todo debería girar en torno a él, mientras que el otro es un monstruo celoso de dos caras que le pasa la culpa a su hermano por su incompetencia —dijo Lin Xia.

Noche.

Meng Anya estuvo dormido todo el tiempo tan pronto como entró en el lujoso auto negro que, según se decía, había enviado su amado para llevarlo a su ciudad. Durmió durante el viaje. Cuando Meng Anya abrió los ojos, el entorno ante él había cambiado mucho. Desde el interior de un coche de lujo hasta un almacén abandonado semidestruido. Le colocaron ambas manos en la espalda y le ataron los pies con una cuerda.

Actualmente estaba sentado en un sofá polvoriento y roto como una bolsa de arroz y estaba rodeado por un grupo de hombres que parecían matones, sicarios y mercenarios mezclados. Se escuchó un clamor cuando abrió los ojos.

—¡Woo~ finalmente nuestra princesa está despierta! Keke~

—Princesa~ no tenga miedo. El tío sólo quiere jugar un rato~~

—¿Está bien? ¿No nos matará el gran jefe?

—Todo estará bien. Lo asustaremos un poco y lo devolveremos pronto.

—¡¿A qué están jugando, matones?! ¡Vayan a arrastrar al mocoso!

—El jefe dijo que lo trajéramos y lo torturáramos.

—¡Ja! ¿De qué diablos estás hablando? ¡No hay manera de que el jefe haya dado una orden así!

—¡Cállate! Órdenes de arriba. Tráelo.

El grupo se dividió entre aquellos que eran completamente leales a Mo Yijun y aquellos espías que tenían órdenes de matar a Meng Anya. Después de mirarse el uno al otro y discutir. Uno de los hombres del lado de Mo Yijun decidió llamar al gran jefe, Mo Yijun.

—¡Dejen de pelear! ¡Detengamos esta farsa y llamemos al gran jefe para confirmar si mataremos al mocoso o no!

Bang.Alguien del grupo opuesto que estaba instando a que torturaran a Meng Anya y luego la mataran, sacó un arma y le disparó al hombre que tenía la intención de llamar a Mo Yijun. En cuanto uno sacó un arma, los demás también lo hicieron.

—¡Mierda! ¡¿Por qué diablos disparaste?!

—¡¿Eres un espía?!

—¡Maldita sea! ¡Protege al joven!

El grupo que era leal a Mo Yijun intentó llegar al lado de Meng Anya para protegerlo, pero este último grupo fue más rápido y arrastró a Meng Anya a su lado como si fuera una bolsa de arroz y lo puso en una silla de madera sin ninguna gentileza. Uno de los hombres incluso apuntó con un arma a la cabeza de Meng Anya con una sonrisa malvada en su rostro.

—¡No se muevan! Si no, le volaré la cabeza a esta princesa~

Al escuchar eso, el grupo leal a Mo Yijun dejó de moverse mientras miraban la pálida expresión asustada de Meng Anya. En este momento, Meng Anya estaba actuando como una princesita débil que fue atrapada por los malos. Sus expresiones mostraban un miedo extremo, su rostro se contrajo como si estuviera a punto de llorar en cualquier momento, mientras incluso temblaba como si su alma estuviera a punto de salir volando de su cuerpo. Su estado actual hizo que los del grupo leal pensaran que el joven maestro era de hecho un hombre inútil y débil que sedujo a su jefe. No pudieron evitar chasquear la lengua con desilusión, pero había miedo en su corazón. Pensando en cómo los trataría su jefe si realmente le pasara algo a su princesita. Sólo podían intentar rogarle al otro lado que no lastimara a Meng Anya.

—¡Detente! ¡No le hagas daño al niño!

—Jeje~ ¡Bien! Lancen sus armas en nuestra dirección y los ataremos.

—No se preocupen. Nuestra tarea era sólo torturar a este chico y matarlo delante del gran jefe. Me refiero al hijo del gran jefe.

—...

—¡Dense prisa! ¡¿Quieren que la cabeza de su jefe explote como una sandía aplastada?!

—¡P-Para! ¡PARA! ¡Lo haremos!

Al ver el arma apuntando a Meng Anya, el grupo leal solo pudo hacer lo que pedían. Pistolas, cuchillos y todas las demás cosas que podían usarse como armas fueron arrojadas al suelo, hacia el otro grupo sin dudarlo. Tenían más miedo de la muerte de Meng Anya que de la suya propia. Después de todo, el niño era el único amado de su gran jefe. Cuando el jefe regresó a la mansión esa tarde, vieron cómo su rostro inexpresivo cambiaba a una sonrisa cada vez que su líder, Ye Baiyu, mencionaba a Meng Anya.

Entonces supieron en su corazón que Meng Anya era realmente la persona más preciada de su jefe, pero la reputación de Meng Anya como un pequeño y joven maestro hedonista era infame en toda la capital y no podían aceptar que alguien así fuera elegido para ser su jefe. Simplemente no podían aceptarlo, por eso planearon hacerle una broma, secuestraron al niño y lo asustaron.

Nunca esperaron que sus enemigos se aprovecharan de su necedad poniendo al niño en grave peligro. Si Meng Anya moría ahí, el gran jefe mataría no solo a los espías, sino también a los involucrados. Después de que el otro grupo de hombres ató al resto de las personas que eran completamente leales a Mo Yijun, alguien del grupo opuesto sacó una tableta y llamó a Mo Yijun.

Actualmente, Mo Yijun acababa de recibir el mensaje del asistente de su esposa, Lin Xia, quien acaba de llegar a la mansión. Tan pronto como el asistente de su esposa le pasó el mensaje, inmediatamente se fue con Ye Baiyu y Lin Xia siguiéndolos. Los subordinados que no aceptaron hacerle una broma a Lady Boss y se quedaron en la mansión todo el tiempo fueron con ellos con la intención de buscar a los demás.

Todos le confesaron a su jefe y líder el tonto plan de sus camaradas de intentar asustar a su amado. Tan pronto como Mo Yijun se enteró de su plan y del mensaje de Lin Xia de que su esposo fue secuestrado, sus expresiones se volvieron completamente oscuras por la ira. Si no fuera porque la vida de su esposo estaba en peligro, habría castigado a su gente por ser tan estúpida. Inmediatamente usó Galaxia para determinar la ubicación de su esposo.

El desafiante sistema de vigilancia celestial solo tardó unos minutos en darle la ubicación exacta de Meng Anya. Todos se fueron para salvarlo. Actualmente estaban en el coche, de camino al lugar que Galaxia les había señalado. El lugar no estaba tan lejos de la mansión ya que el almacén abandonado estaba ubicado en las afueras de la Ciudad del Inframundo. Fue entonces que recibió una videollamada de su supuesto subordinado que terminó siendo un espía por parte de su padre.

Mientras se conectaba la videollamada, apareció en el monitor de su tableta la imagen de su esposo atado y agarrado por el cabello para obligarlo a mirar a la cámara con los ojos húmedos y brumosos. Tan pronto como vio la escena, el agarre de la tableta se endureció aún más. Fue Ye Baiyu quien salvó la tableta de la ira de su gran jefe.

—¡Mierda! ¡¿Qué diablos están haciendo, mierda?! —gritó Ye Baiyu en la tableta.

—¡Mi señor! —dijo Lin Xia.

El rostro de Mo Yijun se oscureció por la ira, sus ojos se estaban poniendo rojos por el inmenso odio, miedo y rabia.

—Si... le hacen daño a Anya... los mataré —dijo Mo Yijun con una voz sin emociones.

Traducido por: Valiz

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