Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos Novela capítulo 48

Comedor de la mansión Meng.

El presidente Meng estaba sentado en la silla más alta de la mesa larga. Tenía la máxima autoridad dentro de la familia y por eso se sentaba en un lugar donde todos pudieran verlo.

En su lado izquierdo, Meng Lan tomó asiento junto con invitados como Lin Xia, el ayudante de su querido hijo y Ye Baiyu, quien vino como representante del Inframundo para informarle sobre la verificación de su misión.

Meng Lan saludó a Meng Huang:

—¡Padre, buenos días!

—Um. Toma asiento. Desayuna —respondió Meng Huang, quien se concentró en la tableta que tenía en la mano en lugar del saludo de Meng Lan. Tratándolo con más frialdad que antes después de enterarse de su malvado plan.

Lin Xia y Ye Baiyu también saludaron al anciano.

—Agradable mañana, señor —dijo Lin Xia.

—Saludos, presidente Meng —dijo Ye Baiyu.

—Lo mismo para ustedes dos también. Sigan adelante y siéntense. Le dije al viejo Lu que llamara a An-er y al señor Mo. En cuanto a la verificación de la misión, la decisión la tomará mi hijo, Anya —dijo Meng Huang, actual presidente de Starlight.

Después de esperar un rato, el mayordomo regresó y les informó que el joven maestro mayor se uniría a ellos para desayunar después de bañarse. Media hora después. Finalmente vieron a las dos figuras que estaban esperando. Mo Yijun llevaba a Meng Anya.

Meng Anya iba vestido formalmente con un traje gris oscuro. Su temperamento orgulloso y arrogante cambió a uno tranquilo y recto. El ambiente a su alrededor se sentía sereno y apacible, pero se podía sentir la confianza en cada uno de sus gestos, demostrando una educación elegante y noble.

Sus ojos en forma de fénix eran atractivos y sus iris tenían toques granate denotando un sentimiento de alegría y desdén por todo lo que entraba en su línea de visión. La comisura de sus húmedos labios escarlata estaba ligeramente levantada en una sonrisa traviesa que daba una sensación de cosquilleo al verla.

Si uno tuviera una vista e intuición aguda, podría sentir el peligro oculto dentro de su sonrisa. El hombre que lo llevaba era un hombre alto con un aura peligrosa. Vestido con un traje negro de pies a cabeza, daba una sensación de peligro y advertencia, como la de un depredador.

Con su corto cabello obsidiano que hacía juego con su ropa y una mirada aguda y fría proveniente de sus orbes plateados hacía que uno se estremeciera, sintiendo el peligro inminente que poseía.

A pesar de eso, no pudieron evitar sentir que el aura peligrosa de ese hombre se suavizaba cuando Meng Anya lo miraba. Era el guardaespaldas personal de Meng Anya, Mo Yijun.

En el comedor pocas personas ya habían empezado a comer. Meng Huang había terminado su desayuno antes que ellos y ahora estaba tomando su café mientras miraba su trabajo en su tableta. Meng Lan estaba comiendo, sentado junto a él, Lin Xia, desayunando en silencio mientras ignoraba al tonto que le estaba robando una mirada, Ye Baiyu.

En el momento en que apareció Mo Yijun con Meng Anya en sus brazos, mostraron reacciones diferentes. La tableta de Meng Huang cayó sobre la mesa con un fuerte golpe, sumando el sonido de una cuchara y un tenedor cayendo sobre el plato de Ye Baiyu, quien sintió como si hubiera sido alcanzado por un rayo. Lin Xia solo vio la llegada de su señor con una mirada cómplice antes de volver silenciosamente sus ojos a su plato para comer.

A su lado, Meng Lan se quedó sin palabras ante la escena de su hermano mayor siendo llevado en brazos del hombre encantador y atractivo con un aura peligrosa. No podía reconocer quién podría ser, pero sabía que el aura de esa persona era incluso más fuerte que la del emperador de los negocios, Cao Junzi. Incluso él por un momento quedó encantado con la figura parecida a la de un rey.

Al ver la mirada enamorada de Meng Lan, los ojos de Meng Anya se entrecerraron peligrosamente emitiendo un enojo que hizo que los cuatro se estremecieran. Movieron sus ojos para mirar a su objetivo solo para ver que la mirada enamorada de Meng Lan se estremeció y cambió de inmediato. La mano de Meng Lan que sostenía el tenedor no pudo evitar temblar cuando recibió la fría mirada de su hermano mayor.

Mo Yijun, que notó el cambio de expresión de su bebé, solo pudo sonreír mientras acariciaba sugerentemente su espalda para devolverle la atención a él. Solo después de sentir su mano suave en su espalda, la sonrisa de Meng Anya regresó y le sonrió a su hombre antes de mirar a su atónito padre.

Dándole a su padre una dulce sonrisa mientras Mo Yijun lo colocaba en su silla antes de sentarse a su lado.

—¡Buenos días papá! —saludó Meng Anya.

Con un ligero asombro en sus ojos, Meng Huang dijo:

—Ah... ¡Un! Buenos días, hijo mío. Tú y... el señor Mo...

Meng Anya le dijo a su amante:

—Aliméntame. —Mo Yijun solo pudo sentarse junto a su bebé, sobrepasando sus deberes como guardaespaldas.

Naturalmente colocaba comida en el plato de su bebé.

—Por favor, llámeme Yijun, tío —dijo Mo Yijun.

Aceptó sus acciones íntimas sin parpadear, confundido.

—¿Ah? Está bien. Yijun acompañará a mi hijo a la empresa. An-er, mi hijo asistirá a la reunión de la mañana en nombre de papá, ¿De acuerdo? —dijo Meng Huang mientras observaba a los dos que se mostraban muy cercanos ante él con una expresión confusa en su viejo rostro.

Meng Anya, que estaba siendo alimentado por Mo Yijun, asintió con la cabeza hacia su padre.

—Iremos juntos papá. Ya les he informado con anticipación. Se ha preparado lo necesario. Xia, te dejaré el resto a ti —respondió Meng Anya.

—Como desee, mi señor —dijo Lin Xia.

—¡Bien...! Puedes decidir lo que desees. Tu autoridad será la misma que la mía como presidente. ¡An-er será el director ejecutivo a partir de hoy! —anunció Meng Huang.

Ese anuncio sorprendió a su otro hijo y se levantó sorprendido.

—¡¡Padre!! —Meng Lan llamó mientras su voz se llenaba de incredulidad.

Pero Meng Huang simplemente le dirigió una mirada seria:

—¿Qué pasa, Lan? ¡¿No estás de acuerdo con la decisión de este anciano?! —reprendió a su hijo ilegítimo.

Al ver el enojo de su padre, Meng Lan detuvo sus palabras por un momento antes de explicar sus preocupaciones.

—Pero padre... no creo... ¿Los miembros de la junta aceptarán esto? Después de todo, mi hermano es... un estudiante universitario —dijo Meng Lan.

Actuando como si hubiera escuchado un chiste, el joven maestro mayor habló:

—¿Estás seguro de eso? —dijo Meng Anya.

Miró a su hermano con una ira disfrazada y desdén, intentando ocultar la envidia y los celos por ver la atención de su padre hacia Meng Anya. Pensó que había enmascarado sus verdaderos sentimientos, pero al final sus ojos le fallaron.

—¿Q-Qué quieres decir, hermano? —preguntó Meng Lan, mientras sus ojos estaban llenos de disgusto.

Sus ojos escarlata estaban llenos de alegría mientras miraba a Meng Lan antes de hablar.

—Simplemente asiste a la reunión de la mañana. Entenderás lo que este hermano mayor quiso decir después de eso. Por cierto, A-Yi y Xia asistirán a la reunión conmigo. No puedes no estar en desacuerdo ya que soy el CEO de Starlight. ¿Entiendes, verdad? Mi querido hermanito~ —dijo Meng Anya mientras le sonreía juguetonamente a Meng Lan. Su voz estaba llena de un tono burlón.

Pero al ver su sonrisa entretenida, Meng Lan solo pudo sentir que se le helaba la sangre antes de caer sentado en su silla mientras inconscientemente sintió miedo al ver una sonrisa tan impresionante en su hermano mayor diabólico.

—Sí, hermano —respondió Meng Lan asombrado.

—Bien, ya lo sabes —Meng Anya ignoró la mirada de todos mientras continuaba alimentando a su hombre después de que él lo alimentara por completo.

No muy lejos de ellos, Ye Baiyu pudo oírse tragar saliva en medio de una atmósfera tensa. Sus ojos se dirigieron hacia su gran jefe y hacia el pequeño íncubo diabólico que lo estaba alimentando con una suave sonrisa en su rostro.

Tembló cuando vio una sonrisa en la esquina de los labios de su jefe, el Rey Demonio.

En su mente había caos, los pensamientos de Ye Baiyu:

“¿Q-quién diablos es la persona que está usando el cuerpo de mi gran jefe? ¿S-sonriendo? ¡¿Ese Rey Demonio temido por todo el inframundo está sonriendo?! ¡Mierda! ¡¿Estoy soñando ahora mismo?!”

—Xia, puedes seguir adelante con Meng Lan. Puedes llevar esa cosa contigo si quieres. A-Yi dijo que puedo tomarlo prestado. Él trabajará contigo. Puedes encargarte de él tú mismo —Meng Anya le dijo a su ayudante.

Lin Xia, quien recibió sus órdenes, estuvo de acuerdo con una cara sonriente, ya que estaba de muy buen humor sabiendo que tendrá a Ye Baiyu como su esclavo a partir de hoy.

¡Por supuesto! Con el permiso de su señor y de la otra mitad de su señor (Mo Yijun), sabía que Ye Baiyu estaría bajo sus órdenes en autoridad, ya que el gran jefe estaba malcriando con cariño a su señor.

—Como desee, mi señor —respondió Lin Xia con una brillante sonrisa en su rostro.

Al ver una sonrisa tan brillante en el rostro de Lin Xia, Ye Baiyu, que ya sabía cómo terminaría mientras estuviera bajo su cuidado, solo pudo buscar ayuda de su jefe. Solo para que Mo Yijun lo mirara por un momento, ignorando sus súplicas mientras desviaba la mirada como si no lo viera en absoluto.

Ye Baiyu solo pudo llorar en su corazón cuando vio a su gran jefe ignorando su presencia, mientras que Exe, que vio todo el asunto, solo pudo encender algunas velas para Ye Baiyu, nuevamente, era el que tenía la menor autoridad entre el grupo.

Él tenía la autoridad más baja entre los cuatro, como siempre, siendo mi Anfitrión el de la más alta. Pobre humano.

Meng Lan, a quien le dijeron que fuera a la empresa con anticipación con Lin Xia y el esclavo Ye Baiyu. Salieron después de terminar su desayuno, dejando que el resto continuara con el suyo.

Al mismo tiempo que se fueron, Meng Anya terminó de darle de comer a su esposo y se preparó para tomar un descanso de media hora antes de irse. Sabiendo la razón por la que su querido hijo se quedó después de despedir al otro, Meng Huang supo que tenía algo que decirle.

Esperando que su hijo hablara:

—Hijo mío... dile a papá cuál es tu plan —preguntó Meng Huang.

—Limpiaré la empresa. Eliminaré la asociación con Moonlight al final del tercer mes. Me ocuparé de la empresa hasta que encuentre un sucesor.

—Hijo mío, ¿Ya no deseas dirigir Starlight?

—Creé Starlight a los diez años usando el nombre de papá y lo regalé a los quince cuando murió mamá. Esto fue para cumplir mi promesa con ella, vivir una vida normal como un joven maestro. Papá debería saber lo perezoso que soy por naturaleza. Cuando cree ese juguete (Starlight) y me aburrí cuando creció demasiado, no tenía planes de retomar las riendas. Solo hasta que alguien intentó robarlo decidí dar un paso adelante, incluso deteniendo la vida normal que le prometí a mamá. Las cosas que hice no fueron controladas por mí personalmente. He dado las riendas a quienes las quisieron a cambio de su lealtad. Incluso el sistema Galaxia que le he dejado al gobierno para que lo controle, no significa que no sea mío. Si quisiera destruirlo podría hacerlo si el país me traicionara. Puede que sea extremadamente vago y que odie más el aburrimiento, pero a nadie se le permite tomar lo que es mío, sin importar lo que sea.

[N/A: El Sistema Galaxia del que Meng Anya está hablando es un programa con una estructura que controla toda la información en ese mundo. Ese mundo moderno tenía una ambientación medio futurista. Sólo se necesitaban unos pocos pasos para evolucionar hacia uno futurista. Se suponía que el Meng Anya original sería el pionero en subir de nivel su mundo y debido a que el antiguo saltador de mundos destruyó su configuración, detuvo la actualización del mundo y se reinició a la fuerza, dejando errores en la configuración de Meng Anya, razón por la cual, según la trama, Meng Anya en realidad no fue encarcelado sino vendido por el gobierno a un país extranjero a cambio de la plena autoridad de Galaxia.]

—¿Qué hay de Meng Lan? ¿Qué planeas hacer con él? —preguntó Meng Huang.

—Le daré tres oportunidades. Incluso si su sangre no es la misma que la mía, sigue siendo un Meng. Si continúa cortejando a la muerte, entonces le daré su castigo. Oh~ solo quedan dos oportunidades, él aprovechó una oportunidad ayer.

Al escuchar las palabras de su querido hijo, Meng Huang supo que su querido hijo decidió tener la vida normal que su esposa quería que tuviera. Quería dejar que su hijo siguiera viviendo una vida normal como joven maestro, pero mantener las ambiciones de Cao Junzi fue suficiente para cansar sus medios.

Sumando que Meng Lan apuntó a Meng Anya, no podía culpar a su querido hijo por decidir dejar de jugar para limpiar el desorden que no podía. No era un genio como su hijo, era sólo un ser humano promedio y normal. De todos modos, la inteligencia de su hijo nunca vino de él. Su querido hijo la obtuvo de su querida esposa. Lo único que Anya obtuvo de él fue su naturaleza juguetona e infantil.

Incluso con la inteligencia de su hijo, el mundo todavía fue capaz de quitarles a su esposa, no podía evitar preguntarse a veces si el mundo mismo tomó a su esposa de regreso porque su hijo nació, para mantener el equilibrio.

Suspiro~

—Haz lo que desees. Pero no olvides informar a tu tío Xue para que pueda ayudarte —dijo Meng Huang.

—Por supuesto. Envié a Lin Xia con Lan porque quiero que le informe al tío mayor. Papá, ahora puedes descansar. Déjamelo todo a mí —dijo Meng Anya, sonriendo a su padre, quien suspiró una vez más pensando en cómo el futuro puede cambiar mucho con su querido hijo subiendo al escenario una vez más.

Traducido por: Valiz

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