Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos Novela capítulo 4

Primera Pequeña Estrella - El Rey del Cine y la Reina

Primera Pequeña Estrella - El Rey del Cine y la Reina

Mañana. 7:30 a.m.

En el hogar de Xia Ying.

Xia Ying que se suponía que debía presentarse a trabajar a las 9 a.m. Se encontraba en su cama durmiendo tan profundamente que se volvería una tarea difícil que alguien intentara despertarlo. Su agente, a quien le decía Hermano Wen, de nombre completo Wen Lin, condujo hacia su casa, sorprendiéndose al ver su nuevo hogar cuando llegó a la dirección indicada.

La mansión de su pequeño príncipe fue inesperadamente comprada dentro de uno de los distritos más lujosos de la ciudad. Una mansión que vale unos pocos millones, especialmente esa, que parecía estar particularmente personalizada. Wen Lin no esperaba que su pequeño Príncipe de Hielo fuera alguien extremadamente rico. Pero de solo pensar por cuántos años vivió en el condominio que Lu Ziyun compró bajo su nombre y se lo dio a Xia Ying. Podía entender el por qué.

Aquel principito nunca había sido de gastar su dinero en nada excepto comida. Por otra parte, Xia Ying ya era un actor de primera categoría al que solo le faltaba el título de Emperador del Cine, pero debido a su relación secreta con el actual Emperador del Cine, el pequeño príncipe nunca tomó trabajos dignos de su talento.

Xia Ying no se atrevía a tomar trabajos que estuvieran más allá del nivel de trabajo que recibía su hermano gemelo menor, Xia Yang. La gente pensaba que hacía ese tipo de cosas porque quería obstaculizar la carrera de este último, pero pensándolo bien. A ese principito ingenuo nunca se le habría ocurrido algo así. Lo estaba haciendo porque quería ayudar a su hermano usando su propia reputación como un trampolín.

Ahora que el principito había roto cualquier relación con Lu Ziyun, Wen Lin ahora podía ofrecerle trabajos adecuados a su nivel. Ser un segundo protagonista masculino era adecuado para su nivel como un artista de primera categoría, si no fuera por su mala reputación, tomar un papel protagónico masculino no hubiera sido un problema en absoluto.

Wen Lin intentó llamar a las puertas de la mansión solo para escuchar una voz monótona diciéndole que pronunciara su nombre.

—Por favor, diga su nombre para poder darle acceso. —Una voz mecánica se escuchó desde las puertas de la mansión después de que Wen Lin llamó.

—¿Qué? —exclamó Wen Lin confundido.

—Por favor, diga su nombre para poder darle acceso.

—W-en Lin.

—Verificación completada. Agente Wen del propietario de la casa. Por favor, ponga su mano sobre el escáner para la verificación de seguridad.

Un escáner de mano del tamaño de una palma apareció repentinamente en la puerta. Atónito, Wen Lin siguió las instrucciones y colocó la palma de su mano sobre el aparato. El escáner solo tardó unos segundos en terminar su verificación.

—Escaneo completado. ¡Identidad verificada!

La puerta ante él se abrió sola.

—Por favor, entren por las puertas. El maestro aún está dormido. Por favor despiértelo, Agente Wen.

Sorprendido por un momento, Wen Lin entró en la mansión desconcertado. Esa era la primera vez que era testigo de una seguridad tan avanzada, con alta tecnología como aquella. Una vez que entró en la mansión se enteró de que aparte de Xia Ying, nadie más vivía en aquel lugar tan enorme, sin contar a los androides con forma humana que solo trabajaban como amas de casa y limpiadores.

Wen Lin se sorprendió y se sintió escéptico al ver algo tan raro que solo había visto en películas y televisión. Pero, sin embargo, lo que tenía delante le llamó la atención. Para decirlo sin rodeos, realmente se ajustaba al valor de un caro mayordomo humanoide que la famosa Wonderland Company vendía. Un humanoide de edición limitada. Asintió a favor de que tal seguridad de hecho encajaba con aquel principito.

Una vez que encontró el dormitorio principal, vio que el principito todavía estaba durmiendo pacíficamente. Lo despertó suavemente mientras el ama de llaves preparaba el cambio de ropa del maestro, preparaba el baño y se alistaba para hacer el desayuno. Esa era su rutina programada.

—Príncipe. Despierta ya. Llegarás tarde al trabajo —dijo Wen Lin.

—Um… Wen-ge... ¿Qué hora es? —preguntó Xia Ying despertándose lánguidamente.

—Ya son las 8. Solo tienes media hora para prepararte. Puedo llevarte al lugar de la audición en media hora. Ve. Te esperaré en el salón —dijo Wen Lin.

—Um… —Xia Ying se levantó y fue directamente al baño para tomar una ducha mientras Wen Lin lo esperaba en la sala de estar, pasando el tiempo bebiendo su café. También miró con curiosidad alrededor de aquella casa con alta tecnología.

Después de que Xia Ying terminó de alistarse, Wen Lin se llevó a su pequeño príncipe que actualmente se encontraba comiendo magdalenas en el coche. Era algo que su jefe le dijo que le trajera a Xia Ying para su comodidad. Aquellos que trabajaban con Xia Ying sabían que le encantaba comer dulces. A pesar de su comportamiento frío, era un reconocido entusiasta de la comida.

—Bebe agua. No te ahogues. Estaremos allí en un momento —dijo Wen Lin mientras le pasaba una botella de agua tratando de evitar que Xia Ying se atragantara con su comida.

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Silver Entertainment.

Ahí era donde se llevaría a cabo la audición de Xue Jing. Era la compañía donde el hermano Sol, Xia Yang, estaba bajo contrato. Una vez que llegaron al lugar, Wen Lin le pidió a Xia Ying que esperara en un salón mientras él buscaba la habitación exacta donde tendría lugar la audición. Todo parecía ir bien ya que llegaron quince minutos antes de lo esperado gracias a que no había tráfico en el camino.

Wen Lin le pasó a Xia Ying la caja de magdalenas y el termo que le trajo e hizo que se sentará cómodamente en el sofá del salón abierto.

—Príncipe, por favor espera aquí un rato. Preguntaré en qué sala será la audición —dijo Wen Lin mientras palmeaba la cabeza de Xia Ying, que se encontraba ensimismado comiendo sus magdalenas, abstraído como si no hubiera nadie alrededor.

Una vez que Wen Lin se fue, Xia Ying continuó comiendo en silencio. Incluso haciendo caso omiso de las personas hablando en la distancia, riendo mientras tomaban fotos de él sin su permiso. Aunque como artista este tipo de situaciones era algo normal.

—Wow… mira lo hermoso que es.

—Míralo comiéndose esos cupcakes. Se ven deliciosos.

—¡¿No es el Príncipe de Hielo de Empire?!

—¿El Príncipe de Hielo? ¿Estás seguro? Se ve muy lindo como para ser llamado Príncipe de Hielo.

—No. No. Definitivamente es él. Pero... nunca pensé verlo fuera de las cámaras.

Xia Ying ignoró el clamor a su alrededor mientras continuaba comiendo sus magdalenas. Había tantos sabores que deseaba y quería probar, por lo que intento comer rápido con tal de probar cada sabor.

Lo bueno era que las magdalenas eran pequeñas y había tres piezas por cada sabor. Había de cinco sabores: fresa, chocolate, arándano, pistache y queso blanco. En ese momento, se encontraba comiendo una de queso blanco después de haberse terminado una de fresa.

Xia Ying se centró únicamente en su comida por lo que ni siquiera se dio cuenta de que dos personas de repente se sentaron a su lado. Las personas que se sentaron a su lado eran artistas que trabajaban bajo la misma compañía que él, Empire. La pareja que se hacía llamar el Rey y Reina del Imperio del Cine. Se decía que eran artistas cuyas habilidades iban después de las del Emperador del Cine, Lu Ziyun. En realidad, si no fuera por el Halo del protagonista Lu Ziyun, su talento no sería tan bueno como el de aquella pareja.

Sus nombres eran Hu Tian y Fei Lan, la pareja que había sido elegida como la protagonista de la película de terror para la que Xia Ying estaba a punto de audicionar. Reconocieron a Xia Ying. Sabían su mala reputación y creían en los rumores, hasta que lo vieron comerse sus magdalenas sin preocuparse por el público de su entorno.

A través de sus ojos, veían a Xia Ying como un adorable conejo mordisqueando sus magdalenas. Silencioso y lindo. Como si viviera en un mundo diferente a los demás. También pudieron notar que se había estado ocultando tras ese temperamento silencioso.

Xia Ying emitía la confianza de alguien que siempre era un ganador y la elegancia de nunca preocuparse por los que están fuera de su vista. El comportamiento de alguien digno. Al verlo supieron que aquel Príncipe de Hielo no sería un simple oponente. Se sentaron cada uno en cada lado queriendo observarlo de cerca. Pero a pesar de eso, Xia Ying ni siquiera levantó la cabeza, seguía concentrado en comer.

“¿Son realmente deliciosos? Se ve muy feliz comiéndolos.”, pensó Fai Lan. Sin poder evitar mirar dentro de la caja colocada en el regazo de Xia Ying.

“¿Son realmente deliciosos? Se ve muy feliz comiéndolos.”

Veía las magdalenas colocadas maravillosamente dentro de la caja como si de diamantes se tratara. Fei Lan incluso escuchó a su novio, Hu Tian, tragar saliva ruidosamente al otro lado de Xia Ying. La pareja se miró y descubrieron que ambos estaban fascinados por las magdalenas en la caja. El principito acababa de terminar la magdalena en su mano y estaba a punto de tomar otra de la caja cuando de repente no pudo evitar sentir dos miradas penetrantes sobre él. Buscando la fuente de aquellas miradas, Xia Ying se quedó atónito por un momento. Dos pares de ojos suplicantes que lo miraban fijamente y a sus magdalenas lo sorprendieron de la nada.

—E-Exe, ¿Quiénes son estos dos? ¡Dios! Me sorprendieron. —Xia Ying le habló a su Sistema en su mente.

—Según la base de datos del mundo, solo son personajes extras. Ambos son artistas bajo Empire como tú. Sus talentos eran apenas superados por el protagonista Gong. Si no fuera por el Halo como el protagonista Gong de este mundo, el título de Emperador se le daría a uno de ellos. Son una pareja que está a punto de casarse. En la película en la que el Anfitrión está a punto de audicionar, ellos dos serán el par de protagonistas.

Xia Ying actuó sorprendido después de notar a la pareja a su lado.

—¿Por qué me miran así?

Aunque su gesto instintivo de tratar de ocultar su comida no escapó a los ojos de la pareja. Viendo su adorable reacción, la pareja no pudo evitar sonreír.

—Querían pedirte pastelitos, pero son tus mayores y unos extraños por lo que no se atrevían a hablar para pedirte algunos.

Xia Ying miró fijamente a la pareja parpadeando inocentemente hasta que escuchó un sonido de gruñidos casi inaudible. Los dos dueños de cuya barriga comenzaba a rebelarse, se ruborizaron inmediatamente de vergüenza. Ese sonido provenía de sus estómagos. Los sonidos del hambre. Xia Ying, en contra de su voluntad, les ofreció sus magdalenas. Obviamente, no quería compartir su comida en absoluto.

—¿Quieren uno? Hay de fresa, arándano, chocolate, queso blanco y pistache —dijo Xia Ying.

La pareja pudo ver al principito haciendo pucheros, pero aún así compartía sus preciados bocadillos con ellos. La pareja se miró y sonrió mientras tomaban más de una magdalena con tal de molestarlo. Tomaron tres cada uno y vieron los ojos del principito lloriquear como si lo hubieran intimidado mientras miraba las magdalenas restantes dentro de su caja. Su reacción mostraba que la pareja había tomado muchos, dejándole pocos.

Al ver su expresión llorosa, la pareja no pudo evitar reírse mientras pellizcaban las mejillas de Xia Ying.

—Pequeño bebé sólo estamos bromeando. No llores, me he equivocado, ¿Está bien? —dijo Fei Lan sonriendo. Ella devolvió dos magdalenas a la caja a excepción de una de fresa.

Hu Lian hizo lo mismo y tomó solo una de chocolate mientras acariciaba la cabeza del niño que hacía pucheros.

—Te invitaré a almorzar con nosotros más tarde. Come con nosotros, ¿Sí?

Al ver que sus magdalenas volvían, los ojos de Xia Ying comienzan a brillar mientras miraba a la pareja lo suficientemente amable como para devolverle sus bocadillos.

—Pequeño. Eres el Príncipe de Hielo, Xia Ying, ¿Cierto? Estaban mintiendo cuando dijeron que eras una persona fría. —dijo Fei Lan mientras mordía la magdalena de fresa en su mano.

—Soy Xia Ying, hermana mayor, hermano mayor, ¿Quiénes son? ¿Son de aquí? —preguntó Xia Ying.

Fei Lan y Hu Tian miraron a Xia Ying con sorpresa. No podían creer cómo es que había podido sobrevivir aquel conejito inocente en la industria. De no ser que lo conocían, podrían haber caído en su adorable acto. Fei Lan sonrió y le pellizcó las mejillas estirándolas.

—Bebé, deja de actuar. Tu hermana mayor sabe que nos reconociste.

—No hay necesidad de actuar con nosotros. No somos como el ciego de Lu Ziyun después de todo —dijo Hu Tian.

Sabiendo que aquellos dos se habían dado cuenta de su adorable actuación, decidió actuar normal.

—Vale. Vale. Dejen de presumir. Aún tengo que audicionar más tarde. ¡Lan-jie! Ow. Ow. Ow. Tian-ge sálvame… —dijo Xia Ying mientras intentaba forzar las manos en sus mejillas, pero no podía.

(N/T: Jie es el honorífico para llamar a alguien hermana mayor, no necesariamente con lazos sanguíneos.)

Hu Tian y Fei Lan no se sorprendieron al verlo hablando con ellos sin miedo. Su aura parecia decir que tenía la suficiente confianza como para actuar de esa manera ante ellos. Ese tipo de confianza, solo la habían sentido por el gran jefe de Empire, Wang Tian. Aquel Emperador Demonio.

Xia Ying fue finalmente liberado cuando Fei Lan lo oyó llamarla Jie. Ella tomó otra magdalena de la caja, una de chocolate.

—Ah, Jie… no he probado ese todavía. Ge ya se comió el primero. Wuwu… —Se quejó Xia Ying.

Fei Lan dudó por un momento y partió la magdalena en dos y puso la mitad en la boca de Xia Ying mientras que el resto en la suya.

—Estas magdalenas parecen ser caseras. ¿Las hiciste tu Baobei (N/T: significa pequeño bebé en chino)? —preguntó Fei Lan.

Con la boca llena, Xia Ying no pudo responder y solo agitó la cabeza. Junto a él, Hu Tian tomó la magdalena de pistache mientras escuchaba su conversación.

—¿No los hiciste? ¿Alguien te los dio? Didi (N/T: Didi es hermano menor) no debería comer cosas de extraños. Eso es peligroso ---dijo Hu Tian mientras se quedaba inmóvil por un momento, recordando que acababa de terminarse la segunda magdalena sin sentir que algo estuviera mal con aquel postre.

—Wen-ge, mi agente me las dio. Las ordenaron desde el departamento de Recursos Humanos. Un regalo para que me sintiera mejor. Dijeron que tengo el corazón roto. —Xia Ying respondió mientras tomaba una magdalena de arándanos esta vez.

—Ge, no como pistache, puedes comerte otra. Jie, prueba el de queso blanco, está deliciosa.

Los dos tomaron las magdalenas ofrecidas respectivamente sin restricción. Sentían que podían llevarse bien. Bueno, los tres parecían compartir algo común. A los tres les encantaba los dulces y la comida. Unas criaturas entusiastas de la comida.

—Baobei, deja a ese hombre. ¡Él no es para ti! Jie te buscará un buen hombre en su lugar. Termina con esa escoria, ¿De acuerdo? —dijo Fei Lan mientras comía una magdalena de queso blanco.

—Tu hermana mayor tiene razón. Deberías escucharla —dijo Hu Tian.

Xia Ying miró la caja vacía en su regazo y la puso en la mesa delante de ellos. Antes de tomar su termo y destaparlo para usarlo como taza. Dentro del termo el té de leche estaba caliente, su agente, Wei Lin, le había preparado. Fei Lan olió el aroma del té de leche caliente y se sintió atraído por él.

—¡Baobei, dame de eso también! —dijo Fei Lan mientras miraba al primero terminar la primera taza de té con leche para después darle la siguiente taza.

—Ten cuidado, Jie. Esta caliente —le advirtió Xia Ying a la emocionada dama a su derecha, luego miró a su izquierda— ¿También quieres té de leche caliente? —preguntó Xia Ying mientras miraba al amable hermano mayor a su izquierda, que por el momento a su derecha una hermana mayor juguetona está saboreando cuidadosamente el té de leche caliente con una sonrisa.

—Claro. Tu Jie y yo nos saltamos el desayuno, así que tenemos un poco de hambre. ¿Tu agente también preparó ese té caliente? —preguntó Hu Tian.

—Umm. Wen-ge rara vez me acompaña a trabajar porque está ocupado. Normalmente voy solo. Pero hoy Wen-ge liberó su agenda para acompañarme. Debe ser porque sintieron que me habían ofendido cuando la compañía ordenó retener a los periodistas por el escándalo en el hotel donde yo y Lu-ge... Quiero decir, el Emperador del Cine fuimos capturados por los medios de comunicación —dijo Xia Ying como si no fuera él quien había sido perjudicado.

Fei Lan y Hu Tian fruncieron el ceño cuando escucharon lo que dijo Xia Ying. Entendían que la compañía estaba tratando de salvar la imagen de Lu Ziyun, puesto que es el Emperador del Cine, pero en este caso, era injusto para Xia Ying, ya que su reputación ya era lo suficientemente mala.

La gente del círculo del entretenimiento sabía que Lu Ziyun estaba enamorado de Xia Yang en lugar de Xia Ying. Pero también sabían que Lu Ziyun estaba en una relación con Xia Ying usándolo como sustituto.

—A-Tian eso es injusto. ¡No me gusta! —Se quejó Fei Lan.

Hu Tian también tenía una expresión seria en su rostro.

—Cálmate, Lan-er. Déjamelo a mí. Hablaré con mi primo sobre esto.

—Aunque yo estoy bien… —murmuró Xia Ying.

—¡No, no lo estas! —gritó la pareja.

—Déjaselo a A-Tian. Si la compañía no hace nada. ¡Nosotros lo haremos! ¡Humph! —dijo Fei Lan.

—Déjamelo a mí, Didi. Tu hermano mayor limpiará tu nombre —dijo Hu Tian mientras bebía lentamente el dulce té de leche caliente de Xia Ying

Fei Lan y Hu Tian por alguna extraña razón terminaron mimando a Xia Ying. Y solo se habían acercado por las magdalenas y la leche caliente. Sus personalidades simplemente encajaban bien. Esa pareja pretendía tratar a Xia Ying como su precioso hermanito.

Fei Lan de pronto recordó que Xia Ying había mencionado algo acerca de una audición.

—Te oí hablar sobre una audición. ¿Estás aquí para audicionar para el papel de Xue Jing en Horror Tales, Baobei?

—Umm. Wen-ge me dejó para buscar la sala de audición —dijo Xia Ying.

—No tienes porqué preocuparte. Te llevaremos. Ve y toma el papel para que puedas actuar con nosotros —dijo Fei Lan mientras tiraba de su brazo para llevarlo a la habitación.

Detrás de ellos, Hu Tian llamó a Wen Lin que se había quedado en una esquina cuando regresó. Wen Lin había regresado más rápido de lo que Xia Ying pensó que tardaría, pero al verlo sentado con Fei Lan y Hu Tian, Wen Lin decidió esperar en la esquina y solo acercarse al grupo cuando decidieran abandonar el salón. Hu Tian hizo un gesto para que lo siguiera mientras caminaban detrás de los dos que iban adelante.

Traducido por: Valiz

Traducido por: Valiz