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Me Encanta Destruir La Trama De Los Mundos Novela capítulo 12

Primera Pequeña Estrella - El final

Primera Pequeña Estrella - El final

Xia Ying fue saciado hasta el amanecer.

Cuando abrió sus ojos, el sol ya había salido desde hace mucho tiempo, se levantó con la sensación de no poder sentir ninguna extremidad de su cuerpo. Su piel se encontraba marcada con innumerables trazos rojos y sus labios los sentía hinchados de tanto besarse sin parar.

Sintiéndose aletargado, solo pudo vislumbrarse aún acostado en la cama. Sintió el calor que lo envolvía, enjaulando en su interior, con el brazo que lo rodeaba sosteniendo su cintura mientras que el otro sostenía su cuello.

Fue envuelto de forma que no pudiera escapar. Él abrazaba el cálido cuerpo a su lado. El cabello castaño oscuro de aquel hombre se encontraba desordenado, pero no hacia menos sus rasgos casi esculpidos a la perfección.

Un cuerpo bien proporcionado, con un 8-pack conectando perfectamente a su línea de sirena. Ese hombre era obviamente el Hijo Celestial de ese mundo y no el protagonista Gong que solo tenía un 6-pack. El primero parecía un Dios.

(N/T: La línea de sirena está formada por los músculos abdominales inferiores que se encuentran arriba de la entrepierna, pero debajo de las abdominales superiores.)

Xia Ying no... más bien, Hei Anjing, sintió que su alma se estremecía y su latido se volvía salvaje cuando vio por primera vez a ese hombre. Sintió una atracción abrumadora por él, y no a causa de sus características casi perfectas de este último, había algo más. Algo que le infundió miedo por primera vez, su corazón, que intentaba mantenerlo con normalidad, de repente se salió de control al decidir alejar a ese hombre por miedo a perderse.

Pero esa persona nunca se rindió.

Le dio todo, lo mimó, lo amó y lo cuidó como si fuera su todo. Poco a poco Hei Anjing no pudo evitar caer por él, aceptó su amor. El horror sacudió su corazón haciéndole doler, su alma temblaba con un dolor incondicional. Temeroso de perderlo, al final, se dejó llevar. Aceptó el infierno que sufriría después de perder a ese hombre cuando dejara ese mundo.

Mirando fijamente el rostro dormido de Wang Tian, que reflejaba satisfacción, Xia Ying no pudo evitar sonreír. Al mismo tiempo sintió tristeza y derramó una lágrima mientras volvía a cerrar los ojos.

—Desearía... poder llevarte conmigo... pero eso no es posible.

Susurro de forma silenciosa, Xia Ying solo pudo cerrar los ojos para volver a dormir disfrutando de esa corta felicidad mientras aún podía.

Solo cuando Xia Ying se quedó completamente dormido, Wang Tian abrió los ojos, de ser grises pasaron a ser completamente negros.

Al observar detenidamente, pudo notar galaxias y estrellas dentro de él, así como maldad y crueldad. Su mirada se llenó de un amor apasionado, sonrió y tiró de la figura dormida en su abrazo como si tuviera miedo de que se escapara una vez más.

Después de esa noche, la noticia de la muerte del Emperador del Cine entristeció a la nación y condenó a Xia Yang por asesinar a su dios masculino. Le lanzaron insultos y piedras, pero Xia Yang no reaccionó ante ello. Como si hubiera perdido su alma, sus ojos se tornaron vacíos mientras pasaba su vida dentro de los muros de la prisión y la miseria.

Mientras tanto, Xia Ying y Wang Tian continuaron con su afición por hacer películas y actuar, involucrándose juntos en la mayoría de los largometrajes. Xia Ying se volvió famoso después de terminar algunos trabajos antes de que trabajaran juntos como pareja. Sus otras obras eran más cómo glasear un pastel terminado.

Unos años más tarde, Xia Ying terminó consiguiendo el título del nuevo Emperador del Cine, mientras que Wang Tian fue recompensado como el Mejor Director de Cine del mundo. La pareja salió del armario después de su reinado como la pareja imperial. Aunque solo aquellos dentro del círculo llamaban a esa pareja la más desvergonzada de la historia. Una pareja que no podía terminar su día sin esparcir comida para perros en el mundo del entretenimiento.

Continuaron su trabajo hasta los 30 años y se retiraron a los 40 volando por todo el mundo con tal de divertirse.

Al final de su vida, como si temiera ver a su amado irse antes que él, el primero en irse fue Xia Ying. La presencia de la pareja se marchitó con el tiempo, pero todavía mantuvieron sus rostros como dioses masculinos.

Wang Tian sostuvo a su esposo entre sus brazos mientras sus manos se entrelazaban con unos anillos negros en sus dedos anulares izquierdos. Ese anillo era la única prueba de su amor y matrimonio en ese mundo, pero Xia Ying no aceptó la recomendación de su sistema de llevar el anillo al espacio. Porque Hei Anjing sentía que podría volverse loco si seguía viendo ese anillo, prueba de un amor que se perderá cuando regrese a ese espacio solitario.

—Cariño... ¿Vas a... encontrarme ... otra vez, en nuestra... próxima vida? —preguntó Xia Ying.

Xia Ying solo sintió los brazos a su alrededor apretarse, no pudo escuchar una respuesta. Xia Ying sabía por qué no dijo nada. Después de todo, su marido es el tipo de persona que mostraba sus promesas a través de sus acciones. Tan solo el hecho de que fue sujetado fuertemente dentro de su abrazo significaba que no sería capaz de escapar si lo encontraba una vez más.

Una sonrisa de satisfacción apareció en el rostro de Xia Ying mientras cerraba lentamente sus ojos.

—Entonces... será mejor... hmm... una vez más... —Cuando cerró completamente los ojos, el alma de Hei Anjing fue expulsada de la estrella de regreso al espacio por su sistema. A aquel espacio negro lleno de estrellas.

En el momento en que el alma de Hei Anjing se fue por completo, Wang Tian mostró una sonrisa cínica.

—Ya no puedes escapar de mí, mi amado Jing-er. (N/T: Lo llamó por su nombre original, yo lloro.)

Mirándolo de cerca, vio como sus iris normalmente plateados se hallaban vacíos. Solo el color de la oscuridad tiñó sus ojos de negro. Observándolo, pudo ver innumerables estrellas y galaxias flotando dentro de él.

Traducido por: Valiz

Traducido por: Valiz

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