La Hija Mayor Camina Por El Sendero De Las Flores Novela capítulo 74

El hombre que parecía ser el subastador negó con la cabeza y habló.

—Gorz, ¡El mercado nocturno ya terminó! Si quieres vender algo, ¡Por favor regresa en la próxima subasta programada!

—¿Entonces cuándo está programada la próxima subasta?

—¿Cuántas veces tengo que decirte para que lo recuerdes? La próxima subasta del mercado nocturno solo se fijará cuando haya suficientes artículos disponibles que a los clientes les interese comprar.

El subastador se tocó la barba e hizo un gesto hacia el hombre llamado Gorz.

—Y, Gorz, es obvio qué tipo de artículo has traído. ¿Es otro huevo? Ni siquiera lo intentes vender aquí, algo tan feo. Uno o dos de esos objetos se habían vendido antes solo por una fascinación pasajera, pero ¿Has visto alguno venderse recientemente? ¡Es solo basura que sabes que se pudrirá!

—¡Esta vez es diferente!

Gorz, un mercenario calvo con ropa sucia, se acercó al subastador y susurró con voz baja.

—Este es bastante diferente. Lo sabrás cuando lo veas. ¡Es un artículo muy, muy especial!

Después de suspirar, el subastador respondió.

—Bueno, está bien, sácalo entonces. Primero lo veré.

—¿Eh? Oh, uh… no lo tengo conmigo ahora.

El subastador miró a Gorz con una expresión molesta en el rostro.

—¿Qué tonterías estás diciendo ahora?

—No está aquí. Lo escondí en nuestra sede.

—¿Gorz, estamos jugando ahora? Dijiste que lo sabría cuando lo viera. Pero ni siquiera vas a mostrármelo aquí. ¿Te parezco tan ingenuo?

—Jeje, es demasiado peligroso traerlo hasta aquí. Si solo me das un adelanto del pago…

—Este mal…

El subastador empujó a Gorz con fuerza en el pecho, acompañado de un fuerte sonido.

—¡Lárgate! ¡¿Ni siquiera tienes algo que vender aquí pero me estás pidiendo un adelanto del pago?! ¡Qué mala suerte! ¡No me busques nunca más! ¡Ugh!

Tambaleándose hacia atrás después de ser empujado por el subastador, Gorz respondió con voz enojada.

—¡Te vas a arrepentir de esto!

Con un parche en el ojo, un hombre más pequeño junto a Gorz trató de calmarlo.

—Mira, te lo dije. Es imposible conseguir un adelanto.

—¡Mierda! Luke, te dije que deberíamos haberlo traído.

—Gorz, esa cosa es tan ominosa. ¡Si la movemos, estaremos en peligro!

Fue justo en ese momento.

Alguien agarró al hombre por la nuca y susurró de manera sombría.

—Te atrapamos.

Gorz y Luke miraron hacia atrás.

Allí estaba Radis, vestida con un vestido bonito y un sombrero elegante.

Mientras miraba a Gorz, Radis dijo:

—Maldito mocoso.

Luego, alguien más puso su mano en el hombro de Radis y dijo,

—Te atrapamos.

Radis no necesitó mirar atrás para saber quién era.

Yves suspiró mientras miraba a Radis.

—Jovencita problematica.

Yves retiró la mano de Radis del cuello del hombre.

Luego le dijo a Gorz,

—Lo siento por eso. Nuestra jovencita aquí es un poco problemática.

—¿Qué?

Luke inmediatamente le cerró la boca a Gorz.

—Jeje, ¡Viejo! ¡Nosotros fuimos los groseros aquí!

—¡Cállate!

—Shh, vamos.

Luke susurró al oído de Gorz.

—¡He visto el anillo de ese tipo! ¡Es el Marqués Russell!

—¡…….!

Mientras Gorz y Luke caían en silencio, Yves rápidamente arrastró a Radis.

—¡Radis!

—……

—Sé que es un poco sorprendente ver algunas caras feas, ¡Pero es demasiado decir que alguien es detestable solo porque es feo!

—¡Eso no es lo que quiero decir para nada! ¡Ese idiota…!

Radis no pudo decir más.

Recordó a ese mercenario llamado Gorz.

Era un criminal de baja estofa que desempeñó un papel decisivo en la razón por la cual Radis tenía una percepción tan negativa de todos los mercenarios.

¡El líder del Gremio de Mercenarios Kingsnake, Gorz!

Gorz era un horrible villano que atraía a pequeños monstruos para que atacaran aldeas, solo para que luego lo contrataran para salvarlas. Después de que su método fuera descubierto, se convirtió en un criminal buscado.

Pero pasaron años antes de que Gorz fuera incriminado.

En ese momento, nadie sabía las maldades de Gorz.

Mientras le daba una palmada en el hombro a Radis como si tratara de consolarla, Yves le entregaba algo a Radis.

—Aquí tienes.

Era la espada oxidada de 110 mil rupias que estaba envuelta en tela.

Finalmente, al sostener la espada, Radis exclamó,

—¡Ah…!

—Es pesada, ¿Verdad? Está repugnante de pesada.

—Está bien.

Radis acarició la hoja oxidada.

Al ver esto, Yves la miró con expresión desconcertada.

—Si la vas a llevar a la mansión, pon una nota que diga que no es basura. Si alguien la ve, podría intentar tirarla.

Radis miró a Yves y dijo,

—¿Qué quieres decir con basura?

Desde donde estaba, acariciando la espada oxidada, podía ver las espaldas de Gorz y Luke mientras se alejaban.

Pasarían varios años hasta que Gorz se convirtiera en un criminal buscado.

Tal vez Gorz fuera solo un mercenario ordinario ahora.

Sin embargo…

¿Qué cosa ominosa estaban diciendo?

Esas palabras la hicieron pensar en algo particularmente desagradable.

Traducido por: Valiz

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