La Hija Mayor Camina Por El Sendero De Las Flores Novela capítulo 58

Capítulo 58

—¿Qué es esto?

—Es un boleto para una obra de teatro.

—¿Una obra?

—Sí.

Yves Russell, quien vestía un abrigo negro, miró a Radis.

En la mano del Marqués había un bonito sobre con adornos dorados y, mientras lo mostraba, una rara sonrisa juguetona apareció en sus labios.

—¿Has visto alguna vez una obra de teatro?

—...no.

—He oído que esta es una obra muy popular en estos días. Fue bastante difícil conseguir los boletos.

Radis trató de mirar el sobre con una expresión indiferente, pero sus ojos no pudieron ocultar una curiosidad indescriptible.

Yves Russell habló con un tono tentador.

—¿Te gustaría ir?

Viendo el brillo de entusiasmo que prácticamente emanaba de los ojos de Radis, Berry pensó,¡Oh, Dios mío…!y tuvo que cubrirse la boca con ambas manos para no gritar.

—¡Pero! Hay una condición.

—¿Condición?

Yves Russell señaló los pantalones raídos de Radis.

—¡No con eso! Tienes que usar un vestido apropiado.

Radis tragó saliva.

Nunca había hecho nada relacionado con las artes culturales.

¡Una obra de teatro para alguien como ella, que nunca tuvo un solo libro que quisiera leer!

No creo que tenga que usar esa esponja rosa otra vez, será solo un vestido.

Radis asintió.

—Entendido.

Yves Russell sonrió satisfecho mientras guardaba los boletos en el bolsillo interior de su abrigo.

Ante esto, los ojos de Radis se movieron inquietos.

—¿El... boleto?

—¿Qué? ¿Pensabas que irías sola? Por supuesto que iremos juntos.

—Ah, ¿Es así?

Emocionada por la mención de una obra de teatro, Radis parecía no albergar dudas.

La sonrisa en su rostro era como una margarita blanca floreciendo en un campo de hierba.

Lady Radis, ¡Su sonrisa! ¡Por favor, sonríame también!

Berry entró apresuradamente con la bandeja.

—Lady Radis, aquí hay otro pastel.

Radis sonrió brillantemente con esa sonrisa hacia Berry.

—Gracias, Berry.

Era una sonrisa verdaderamente celestial.

Al colocar el pastel, Berry sonrió y dio un paso atrás.

Oh, siento que todas las impurezas de mi corazón están siendo lavadas. Estoy tan feliz…

Berry retrocedió con una sonrisa de felicidad, pero de repente vio una figura negra mirando hacia Radis.

Berry se frotó los ojos rápidamente.

¿Q-Qué? ¿Un demonio?

Pero al mirar de nuevo, era el empleador de Berry, Yves Russell.

Con las solapas de su abrigo negro levantadas, la cabeza inclinada hacia un lado y las comisuras de sus labios formando una sonrisa maliciosa… Yves Russell literalmente parecía un Duque demoníaco.

───── •🏵️• ─────

¡Un teatro…!

Radis sintió que su corazón palpitaba como cuando era niña.

Recordó las historias ocasionales que escuchaba de su hermano menor, David.

Siempre que Radis salía en lugar de David para las misiones de subyugación, él debía esconderse de miradas indiscretas.

Sin embargo, parecía que David a menudo se disfrazaba y salía de todos modos porque odiaba estar atrapado en la mansión.

En particular, parecía disfrutar mucho las obras de teatro porque se sumergía en ellas.

Un día, Radis escuchó a David hablar de una obra en la mesa durante la cena.

Radis estaba tan curiosa por lo que decía que no podía evitar mirarlo de reojo.

—Todos estaban tan sorprendidos que parecía que todo se puso patas arriba. Pero de repente, cuando ella miró, todos se emocionaron. Madame Luvinec llegó con su amante y estaba tan sorprendida que se desmayó. Fue una locura.

Y esto fue lo que preguntó Jurich.

—¿El amante de Madame Luvinec? ¿Te refieres a ese violinista?

—Creo que sí.

Radis también preguntó.

—¿Cómo bajó el hada del cielo?

Cuando lo hizo, David solo frunció el ceño de la misma forma en que lo hacía cuando era más pequeño. Era exactamente la misma expresión que tenía cada vez que decía,¡Se lo voy a contar a mamá!

—Si tienes curiosidad, ¿Por qué no vas a verla tú misma?

Pero Radis no podía ir a ver la obra.

No tenía dinero ni tiempo para holgazanear como David. Y tampoco tenía ropa para usar en un lugar así.

Más que eso, después de que su piel se tornara tan oscura que parecía morada, Margaret fue aún más dura con ella, lo que hizo más difícil para Radis salir de la mansión.

Pero ahora, todo eso era cosa del pasado—no. Nunca volvería a suceder.

Realmente… me he alejado de ellos. Estoy lejos de la Casa Tilrod.

Traducido por: Valiz

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