La Hija Mayor Camina Por El Sendero De Las Flores Novela capítulo 50

Finalmente, el Marqués Russell retrocedió.

—Parece que esto te quedaría mejor de lo que pensaba. Haz unos cuatro vestidos con esta tela.

—Sí, por supuesto, Excelencia.

—El diseño... debería quedarle bien.

Yves Russell miró hacia Radis y luego añadió.

—Si prefieres algo más además de lo que he ordenado, puedes comprar todo lo que quieras.

—Estoy bien...

—¡M-Milady!

Celia interrumpió rápidamente a Radis y desplegó un catálogo de diseños de vestidos.

—¡Mira los diseños primero y decide! ¡Por supuesto, también he traído muestras de vestidos que puedes usar!

¿Lo había visto mal o había una peligrosa sonrisa en los labios del Marqués Russell?

—Por supuesto, trabajemos duro para pagar nuestras comidas.

Al final, Radis se vio obligada a pasar el resto de la tarde mirando fijamente los diseños de vestidos y zapatos, con los ojos como los de un pez muerto. También tuvo que cambiarse varias veces de vestido sin cesar.

───── •🏵️• ─────

—Me estoy muriendo…

Allen sonrió suavemente mientras servía té para Radis, quien apenas había logrado escapar de las garras de Celia.

—¿Fue demasiado difícil? ¿No se divirtió?

—Los vestidos se ven bonitos, pero para mí… bueno.

—¿De verdad? Creo que le quedarán bien.

—Para nada. Tengo el cabello corto y tonos de piel desiguales.

—Su piel no está tan mal. Y su cabello crecerá rápido.

Allen sonrió mientras decía eso.

—Si está demasiado cansada, ¿Le gustaría tomar un descanso de sus estudios hoy?

—¡No! ¡Estoy bien!

Justo ahora estaba encorvada sobre la mesa, pero de repente saltó con los ojos brillando.

A Radis le gustaba mucho estudiar.

Sin embargo, estudiar en la casa de los Tilrod era difícil.

El patriarca, que estaba a cargo de los hijos de Tilrod, caminaba constantemente sobre cáscaras de huevo alrededor de Margaret. Le tenía más miedo que Armano a la matriarca.

Para no ser reprendida, Radis tenía que estudiar sin libros y tomar clases mientras pretendía que no sabía las respuestas.

—Eso es un alivio. Encontré un libro interesante para usted y lo traje porque pensé que sería una lectura ligera y buena.

Allen y Radis se acomodaron en el invernadero donde entraba la cálida luz solar.

Berry, una criada de la mansión, trajo un té negro fragante y unos pasteles de crema deliciosos.

Con una capa exterior crujiente espolvoreada con azúcar glas y un relleno ligero de crema lleno del delicioso sabor a vainilla, se convirtió en el postre favorito de Radis que recién había descubierto.

En un lugar cálido, rodeada de un hermoso paisaje, estudió mientras disfrutaba de un relajante descanso de té.

El estado de ánimo de Radis mejoró y rápidamente olvidó los vestidos. Sonriendo ampliamente, se giró hacia Berry.

—¡Berry, gracias!

Al ver la sonrisa de Radis, las mejillas regordetas de Berry se pusieron de un color rojo fresa.

Berry, cuya cabellera naturalmente rizada estaba atada en dos trenzas, era la misma criada que le mostró a Radis el camino hacia la habitación de Yves el primer día de su estancia en esa mansión.

Sin embargo, las criadas del Marquesado parecían un poco especiales.

Entre ellas, Berry era realmente tímida.

Incluso ahora, dio varios pasos hacia atrás para desaparecer rápidamente, todo mientras cubría su rostro con una bandeja.

Poco después de que Berry pasara la puerta y desapareciera de vista, se la escuchó gritar a lo lejos: '¡Kyaaa! ¡¿Qué hago?!'

Allen suspiró mientras observaba eso.

—¿Cuándo van a crecer todos...?

Allen solo observaba la actitud de las criadas mientras actuaban de esa manera.

Radis no sabía por qué Berry siempre gritaba, '¡Oh Dios mío! ¡¿Qué hago?!', cada vez que estaba con ella, pero creía que era algo normal.

De hecho, todas las criadas de la mansión parecían tener la costumbre de gritar '¡¿Qué hago?!', a veces, pero aparte de eso, todas eran muy dulces y amables.

—Ahora, este es el libro que leerá hoy.

Allen colocó un libro con una cubierta colorida y bonita sobre la mesa.

—〈 Las Aventuras del Príncipe Dantes 〉 ¡Este es un libro de cuentos!

—Así es. ¿Lo ha leído antes, señorita?

Radis negó con la cabeza.

〈 Las Aventuras del Príncipe Dantes 〉 era un cuento sobre la vida de Dantes Arpend, un héroe real que fundó el imperio.

Como él fue el primer emperador, la familia imperial misma produjo los cuentos y los enviaba como regalos a los niños de los aristócratas poderosos.

La familia Tilrod también tenía el mismo libro de cuentos y lo había pasado de generación en generación. Estaba tan desgastado que la cubierta tuvo que cambiarse varias veces.

Y Zade solo permitía que el hijo mayor, David, lo leyera.

Sin embargo, como David lo escondía bajo su cama secretamente sin siquiera abrir la portada, Zade simplemente lo tomó de vuelta.

—Este libro se considera un regalo que simboliza la conexión de cada familia con la familia imperial, pero el contenido es muy interesante. También aparece aquí esa Espada de Fuego.

Allen guiñó un ojo.

Los ojos de Radis brillaron y su postura se enderezó en el momento en que se mencionó la Espada de Fuego.

Traducido por: Valiz

◈❖◈

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas]

http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas]

https://www.facebook.com/MangoNovelas

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas]

https://www.tiktok.com/@mangonovelas