La Hija Mayor Camina Por El Sendero De Las Flores Novela capítulo 40

Sintiéndose herida por lo que se dijo a sí misma, Radis se dio la espalda al espejo.

Cuanto más lo pensaba, más le parecía que la decisión del Marqués Russell había sido un completo error.

Sin embargo, por una breve ilusión, el Marqués ya había sufrido una gran pérdida.

Estaba claro que Yves Russell ya había pagado una cantidad considerable a la familia Tilrod.

Incluso tenía una habitación muy bonita preparada para ella.

Y más que eso, dijo que sería su tutor hasta que alcanzara la mayoría de edad mientras firmaba un enorme contrato que involucraba cien millones de rupias al año.

—Esto no está bien. ¿No es esto como estafar a un estúpido?

Era especialmente injusto por parte de Yves Russell actuar como tutor de Radis durante dos años hasta que ella alcanzara la edad adulta.

“¿Cuál es la diferencia entre Huber Cradium y yo?”

Se le puso la piel de gallina al pensar que estaba al mismo nivel que aquel delincuente.

“Por muy insensible que sea a la amabilidad... esto no está bien. No creo que este sea un lugar donde pueda quedarme. Me cegaron demasiado las condiciones favorables del contrato. Si iba a encontrar un tutor, debería haber ido a la familia Roschilde. Si hubiera ido ahí, al menos habría podido pagar mis propias comidas.”

Radis caminaba nerviosamente junto a la ventana, luego, después de ver un carruaje entrando por las puertas de la mansión, salió de su habitación imprudentemente.

No había mucha gente en esa urbanización.

Caminó por el pasillo y encontró a una criada que estaba a punto de entrar a una habitación para limpiarla.

Radis se acercó a ella y le preguntó.

—Disculpe, ¿Dónde está la habitación del Marqués?

La criada, que parecía tener más o menos la edad de Radis, parecía muy sorprendida por su repentina aparición.

Ella incluso exclamó en voz baja: "¡Oh, Dios mío!"

Radis dio un paso atrás porque sintió pena por haberla sorprendido.

Después de acomodarse, la criada frente a ella le habló con voz amigable.

—La habitación del Marqués está justo arriba, en el centro del piso superior.

—Gracias.

Radis, que había vuelto a avanzar imprudentemente, se giró para preguntar dónde estaban las escaleras.

Entonces, a través de la puerta abierta, escuchó a las otras sirvientas susurrar.

—¡Oh, Dios mío, te lo dije!

—¿Está bien?

—Ah, en serio…

La cara de Radis se puso blanca y dudó por un momento antes de regresar rápidamente.

Así que ella no escuchó lo que las criadas seguían diciendo entre ellas.

—¿...de dónde salió esa sonrisa de repente? ¡Es trampa si de repente me hablas con esa cara! ¿Soné rara?

—Está justo ↑ arriba ↑ en el centro ↑ del piso superior ↑

—¡Kyaaa, Melody! ¡No me copies!

Al no escuchar la conversación, Radis no tuvo más remedio que pensar que las criadas estaban chismorreando sobre ella.

Siempre ha sido así después de todo.

La casa de los Tilrod estaba llena de gente que chismorreaba sobre ella, ya fuera a sus espaldas o directamente en su cara.

Así que ella sabía cómo lidiar con los chismes.

Lo mejor era fingir que ni siquiera los oía.

Supongo que la gente ya ha oído hablar de mí.

Radis se envolvió las mejillas con ambas manos y notó que estaban un poco calientes.

“La molestia de Tilrod. ¿Se ha corrido la voz de que interferí en la admisión de David a la academia? Es natural sentir curiosidad por saber por qué alguien como yo vino al Marquesado. Y una vez que se enteren de que puedo vivir en una habitación tan bonita... es natural que me desagraden.”

Radis, caminando imprudentemente una vez más, encontró una escalera en el medio del pasillo y subió.

Para aumentar la ansiedad de estar en un lugar desconocido, Radis se sintió infinitamente desanimada al pensar que la gente de la finca no estaba contenta con su presencia ahí.

—Le diré al Marqués Russell que el contrato no debe seguir adelante. Le preguntaré si puedo quedarme aquí unos días. A cambio, le diré que le devolveré todo el dinero que pagó a la familia Tilrod en cuotas durante unos años. Iré a la casa de la familia Rosilde y solicitaré unirme al escuadrón de subyugación. Eso es todo para lo que sirvo.

Radis se encontraba frente a la habitación del Marqués con los hombros caídos.

Luego llamó a la puerta.

La puerta era tan gruesa que no podía escuchar nada claramente de lo que pasaba adentro, pero parecía que había gente hablando dentro.

Su conversación fue interrumpida por un golpe en la puerta.

Pronto, alguien se acercó a la puerta y la abrió.

—¿...Radis?

—Marqués Russell…

Hoy volvió a vestir de negro.

Después de regresar de su viaje al exterior, aún no se había quitado la capa, e incluso todavía llevaba puesta su capucha negra, mostrando casi solo su barbilla y sus labios.

Después de ver sus labios pálidos, solo tres palabras me vinieron a la mente.

“100 millones de rupias.”

El efecto de esas palabras mágicas fue enorme.

Así que Radis se quedó ahí, casi al borde de romper el contrato, pensando en cómo su voluntad de servirlo había regresado, incluso si las condiciones no eran tan buenas como lo eran ahora.

Traducido por: Valiz

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