La Hija Mayor Camina Por El Sendero De Las Flores Novela capítulo 26

—¡Kegh!

Huber, que recibió un golpe directo en la cara, cayó al suelo con un breve grito.

Cuando escuchó que la cabeza de Huber hacía un gran ruido al caer al suelo de mármol, Radis jadeó bruscamente.

—¿...s-se rompió el cráneo?

Radis miró a su alrededor mientras Huber se desmayaba.

Afortunadamente, su cabeza parecía estar intacta, pero no se podía decir que estuviera en perfectas condiciones.

Ella le golpeó la nuca, pero vio sangre saliendo de su nariz.

—¿Se le cayó la nariz al suelo? Ah, debería haberte dado en la nuca y hacer que se desmayara.

Se arrepintió tardíamente, pero ya se había derramado agua.

Como una hemorragia nasal podría bloquear sus vías respiratorias, podría morir si ella lo dejara así.

Radis levantó a Huber porque, a pesar de ser el hombre desvergonzado que era, no podía dejarlo morir.

Mientras estaba con el brazo de Huber sobre su hombro, escuchó un crujido siniestro en la articulación del hombro, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

Aunque era delgado, Huber era más grande que ella, por lo que no podía cargarlo fácilmente.

Afortunadamente, había varias habitaciones sin usar a lo largo del oscuro pasillo.

Entró en una que tenía una vela perfumada encendida, su fragancia peculiar, y con la cama cubierta con sábanas lujosas.

Radis arrastró a Huber a la habitación y lo arrojó sobre la cama.

—¡Huh!

Huber pesaba bastante, por lo que Radis tuvo que sentarse en el borde de la cama, tratando de recuperar el aliento.

Se secó el sudor de la frente con la suave manta de seda.

Luego desvió la mirada y miró a Huber.

Y ella jadeó bruscamente una vez más.

Ella lo arrojó bruscamente sobre la cama, pero cuando vio a Huber extrañamente enterrado entre las almohadas con el cuello doblado en un ángulo...

Parecía que estaba muerto.

Radis, frustrada, agarró a Huber por el cuello y lo tumbó en el suelo. También le limpió la hemorragia nasal que había corrido hasta las sábanas de seda.

Mientras hacía eso, vio que la cara de Huber estaba un poco hinchada, pero al menos ya no parecía muerto.

Mientras ella le limpiaba el cuello, un objeto familiar entró en la vista de Radis.

Había una gema azul del tamaño de un grano de trigo, que brillaba débilmente mientras colgaba libremente sobre el cuello de Huber.

“Una piedra mágica…”

Radis se quedó mirando la gema.

Esa gema contenía un poder que estaba más allá de la lógica de la naturaleza.

En su vida anterior, Radis tuvo que pasar por muchas cosas solo para obtener uno de esos.

Ella luchó contra monstruos temibles, desenterró sus restos con su espada y luego encontró las gemas dentro de la carne oscura.

Ella las lavaba y los dejaba limpias… luego devolvía todo a la familia Tilrod.

Radis tocó levemente la fría superficie de la gema azul.

Y en ese momento...

—¡…!

La energía azul que fluía dentro de la piedra mágica desapareció.

Radis casi gritó.

Ella rápidamente sacó la gema.

La piedra mágica de Huber había perdido su luz y rápidamente se volvió gris. Pronto se endureció como una piedra.

Entonces… se convirtió en polvo y… desapareció.

—¿Qué?

Radis miró su mano.

Fue lo mismo.

Nada parecía haber cambiado.

—No, mi mano no…

Radis se calmó lentamente y colocó sus manos sobre sus muslos.

Ella enderezó su postura.

Y se concentró en lo que había dentro de ella.

Ese sentimiento.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo sucedió esto?

Radis no lo podía creer.

Ni siquiera podía estar segura de ello.

Era demasiado débil para que ella pudiera estar segura.

—Tengo que comprobarlo. Una piedra mágica… necesito otra piedra mágica…

Pero no tenía ninguna. Lo mismo podía decirse de la familia Tilrod. Radis volvió la mirada hacia Huber, que seguía inconsciente.

───── •🎕• ─────

Radis le pidió a un sirviente que pasaba por ahí que buscara el carruaje de Huber y su cochero.

Quizás eso sucedía a menudo porque el cochero no sospechó de Radis cuando dijo que se emborrachó y cayó inconsciente.

Y Radis fingió apoyar a Huber, sin decir nada más mientras subía al carruaje con el hombre.

El fiel cochero llevó a Radis al gremio de comerciantes de Cradium.

El gremio era bastante rico y Radis de repente recordó un recuerdo de su vida anterior que casi había olvidado.

Cuando Huber estaba estafando a Zade y Margaret, Radis les advirtió porque podía sentir que Huber estaba mintiendo.

Era una rara ocurrencia que Margaret y Zade estuvieran del mismo bando, pero sólo era para unirse contra Radis.

—Sé que eres terriblemente ingenua, pero vaya, seguro que tienes muchas dudas. El señor Cradium sabe mucho sobre piedras mágicas; nadie por aquí sabe más que él sobre la distribución de piedras mágicas. ¿Por qué sospechas de él?

Zade también había hablado.

—Tu madre tiene razón. Huber nos mostró su colección de piedras mágicas escondidas detrás de la estantería de su dormitorio. Es increíble. ¿En quién más podemos confiar si no es en esa persona?

En el presente, Radis miró alrededor del dormitorio de Huber.

Ahí sólo había una estantería, por lo que no tenía por qué seguir buscando.

Cuando leyó los títulos, todos eran poesía de nobles y libros sobre filosofía, y se preguntó si Huber alguna vez había intentado leer uno de ellos antes.

De todos los libros, casi todos eran nuevos, excepto uno que estaba un poco desgastado.

Radis sacó ese.

Con un sonido pesado, la estantería se movió.

Como esperaba, había un espacio secreto detrás de la estantería.

Y estaba lleno de piedras mágicas.

Rojo, azul, violeta, amarillo, verde…

Las más pequeñas eran tan pequeñas como un grano de trigo, pero otras eran tan grandes como una uña.

Las pequeñas gemas que emitían su propia luz estaban ahí, como si estuvieran durmiendo.

—¿Por qué hay tantas?

Traducido por: Valiz

◈❖◈

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas]

http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas]

https://www.facebook.com/MangoNovelas

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas]

https://www.tiktok.com/@mangonovelas