Incluso el Villano Tiene Una Historia Novela capítulo 42

Kwa-ga-gang.

Con cada rugido atronador, se levantaban nubes de polvo que nublaban la vista. El dragón terrestre, danzando al ritmo de la espada de Sa-yoon, abrió sus enormes fauces y cargó.

Bajo el cielo ceniciento, cientos de dientes semejantes a colmillos relucían, incrustados como dagas. Cubiertos de fluidos corporales ácidos, eran amenazantes y lo suficientemente afilados como para desgarrar carne con el más leve roce.

Esos dientes, que habían devorado a cientos, si no miles, de criaturas cada vez que el mundo arruinado era activado, ahora se dirigían únicamente hacia Sa-yoon.

La bestia evitó el brazo que empuñaba la espada y cerró sus fauces, apuntando a morder la pierna que flotaba en el aire, el tobillo. El pie de Sa-yoon entró precisamente en la oscura y rojiza cavidad de la criatura.

Al darse cuenta de que había asegurado a su objetivo, los ojos del dragón se entrecerraron. Como si se riera, entrecerró los ojos y cerró la boca con un chasquido.

Kkad-deuk.

Un feroz golpe de viento acompañó el sonido de los dientes rechinando entre sí. A pesar de su agudeza y ferocidad, los colmillos del dragón no lograron morder nada. Los ojos del dragón se abrieron de par en par. Justo antes de que su ataque conectara, Sa-yoon había levantado el pie, extrayendo su cuerpo y, con el talón, aplastó la cabeza del dragón.

Kwa-gang.

El dragón, que había ascendido desde el suelo, fue estrellado contra la tierra, su estatus de clase S resultando insignificante. En cierto modo, era una apariencia adecuada para una criatura llamada dragón terrestre.

—Geu-eo-eo-eo.

Mientras la bestia gemía, tierra y rocas se dispersaron en todas direcciones. La tormenta de arena provocada por la caída del dragón terrestre repetidamente oscurecía los alrededores.

Sa-yoon agitó la mano como si estuviera molesto, y la intensa tormenta de arena se calmó.

—Keu-eo-eo…

El dragón terrestre caído gimió. Sa-yoon, sosteniendo su espada en una mano y a Geon-joo en la otra, entrecerró los ojos al ver esto.

—Qué fastidio.

Sus hombros se iban poniendo tensos gradualmente. Por muy hábil que fuera, esa era una batalla adecuada después de mucho tiempo.

Incapaz de utilizar completamente sus habilidades en esa lucha, su cuerpo se sentía incómodo. Para ser más precisos, se sentía insatisfecho.

Era una oportunidad rara para pelear, pero tener que cargar a Geon-joo con un brazo, restringido y limitado, se sentía sofocante y frustrante. Suspirando como el dragón terrestre, Sa-yoon reflexionó un momento antes de mirar al hombre que estaba prácticamente sobre su espalda con una expresión de hartazgo.

Geon-joo, quien estaba siendo cargado como un paquete con su abdomen presionado contra el hombro de Sa-yoon, percibió la mirada y giró la cabeza.

—¿Qué pasa?

Su voz era extrañamente malhumorada y sombría. Sa-yoon sonrió, observando el rostro que parecía completamente descontento, como si su orgullo hubiera sido severamente herido no solo por ser arrastrado a un portal de clase S, sino también por ser tratado como una carga y cargado como un bulto.

—Bonito.

—…

Ante la voz impecable, los ojos de Geon-joo se entrecerraron. Abajo, el dragón terrestre gimiente se elevó una vez más. Hacia el cielo, hacia el cielo. Como si un imugi ascendiera, se levantó y embistió su cabeza hacia Sa-yoon.

Sa-yoon, a pesar de ser consciente del ataque, permitió que lo golpeara.

Boo-ung.

Los cuerpos de Sa-yoon y Geon-joo simultáneamente se elevaron hacia el cielo. Habiendo subido hacia el cielo, lo único que quedaba era caer. Mientras Geon-joo inconscientemente mordía su labio, Sa-yoon, con calma, observó los alrededores, localizó un lugar adecuado y agarró a Geon-joo por el cuello de la camisa.

La persona cuyo cuello de la camisa fue súbitamente agarrado en el aire volteó hacia Sa-yoon. En ese momento, las comisuras de los ojos de Sa-yoon se curvaron.

—Bonito.

—No me digas que…

—Para alguien con el título de clase B, ¿No sería algo vergonzoso morir por una caída?

—¿Qué está planeando?

—¡Disfruta la vista desde el asiento de primera clase!

Con ese grito, Sa-yoon lanzó a Geon-joo hacia un lugar donde la arena estaba acumulada como una montaña. Geon-joo intentó liberarse, sorprendido, pero ya era después de que Sa-yoon lo había lanzado.

¿Qué podía hacer un clase B cuando era lanzado por un clase S?

Solo volar hacia donde lo lanzaran.

Aun así, para evitar lesiones, Sa-yoon lo lanzó deliberadamente hacia una zona cubierta de arena. Confirmando que Geon-joo, quien había estado gritando en el aire sobre por qué hacía eso nuevamente, había aterrizado a salvo, Sa-yoon sintió que ambas manos quedaban libres y giró su cuerpo.

Sacudiéndose las manos y rotando el tobillo una vez, Sa-yoon inmediatamente se dirigió hacia el rostro del dragón terrestre.

Con un humano frente a un monstruo del tamaño de un edificio de apartamentos, parecía infinitamente pequeño. Sin embargo, el aura de clase S emanada por Sa-yoon no era en absoluto débil. Más bien, era lo suficientemente brutal como para devorar al dragón terrestre y lo suficientemente abrumador como para suprimir la energía del dragón.

Frente a esa aura, el dragón de tierra, que había cargado con gran ímpetu, vaciló. Mientras avanzaba usando el caminar aéreo y enfrentaba al dragón, Sa-yoon lanzó una mirada a Geon-joo, que se había levantado de la duna de arena.

Había inhalado arena en la boca y los ojos, tosiendo y escupiendo mientras se limpiaba los ojos, mirando a Sa-yoon con una rara expresión torcida. Sus ojos estaban enrojecidos, indicando que le había entrado bastante arena.

Va a llorar en este punto.

De hecho, Han Geon-joo lloró. Era como si un puñado de arena le hubiera sido empujado a los ojos, así que era fisiológicamente imposible no lagrimear.

Geon-joo, que confirmó la sonrisa de Sa-yoon a la distancia, alzó la mirada. Era una expresión que parecía decir

—¿Por qué sonríes después de lanzar a alguien?

Pero Sa-yoon simplemente estaba encantado.

¿Qué vas a hacer si te sientes agraviado?

Si realmente estás ofendido, apúrate y alcanza el nivel S. Entonces, al menos, no serás lanzado impotentemente cuando te arroje.

Entonces, ¿Qué se debe hacer para convertirse en nivel S?

Eso también es simple. Rueda y tropieza en este campo hasta que sientas que es tu hogar, hasta que te adaptes y te sientas cómodo.

En este lugar donde acechan diversos monstruos de nivel S.

¿Talento?

¿El único bajo los cielos?

¿Qué tiene de especial eso?

Cuando son arrojados y ruedan, todos resultaron ser iguales. Una persona que, al rodar hasta casi morir, vomita, llora y hasta desea suplicar que la maten.

Sa-yoon, quien había demostrado ese hecho innumerables veces a través de esa puerta, volvió a empuñar su espada. El dragón de tierra y Sa-yoon se enfrentaron. La criatura, que había mostrado vacilación ante la energía de Sa-yoon, pareció haber tomado una decisión y cargó de nuevo, escupiendo llamas.

El rostro triangular cortó el aire. Sa-yoon golpeó ese rostro, que avanzaba con un sonido áspero de viento, con el lado de su espada.

¡Peo-eok!

Aunque fue golpeado con una espada, sonó como si hubiera sido golpeado con un martillo, reverberando un impacto sordo. U-deuk. La cabeza del dragón de tierra fue forzada a doblarse.

Incluso sin mirar, Sa-yoon podía sentir que Geon-joo estaba mostrando una expresión bastante sorprendida.

Sa-yoon no se detuvo ahí y rotó la espada en un círculo completo, cortando horizontalmente.

¡Seo-geok!

Una larga herida apareció en el rostro de la criatura, e inmediatamente brotó sangre. La sangre que fluía del enorme rostro del dragón rápidamente empapó el suelo como lluvia.

¡Ku-wo-eo-eo!

El dragón de tierra, enfurecido, rugió. Abrió la boca de par en par, acumulando energía. Al notar la energía marrón acumulándose en la profunda cavidad, Sa-yoon infundió su espada con energía helada y la blandió.

¡Kwa-a-ang!

—¿Por qué un monstruo de nivel S ha estado abriendo la boca desde hace rato?

Si otros monstruos hubieran escuchado eso, habrían derramado lágrimas. Si la cúspide conocida como un monstruo de nivel S no podía hacer eso, ¿Quién podía?

Independientemente de eso, Sa-yoon, que podía luchar sin dudar, no estaba en su sano juicio. Después de hablar de manera altiva, aplicó más fuerza a la mano que sostenía la espada, y una aura azul envolvió su cuerpo.

¡Hwi-i-i-ing!

Un viento helado irrumpió como si el invierno hubiera comenzado. Un viento tan fuerte que podía congelar incluso la piel de un monstruo de nivel S al instante.

Sa-yoon, cubierto por ese viento como si fuera una armadura, saltó al aire.

¡Seo-geok! ¡Seo-geok! ¡Seo-geok!

Cada vez que Sa-yoon blandía su espada, seguía un espeluznante sonido de corte. La energía helada seguía la trayectoria de la espada, congelando las áreas donde fluía la sangre.

Una vez así.

Dos veces.

Tres veces.

Carne cayendo, una, dos, tres.

A medida que los ataques aumentaban, también crecía la piel azul brillante en el cuerpo del dragón de tierra. Era una piel helada creada personalmente por Sa-yoon.

—¡Keu-a-a-a-ak!

Los gritos del dragón de tierra continuaron. Azotaba su cola como si se estuviera rindiendo, pero Sa-yoon, que anteriormente había caído en ese engaño, no se detuvo. Las energías azul y roja se entrelazaron. La espada, envuelta en una profunda aura azul sangrienta, continuó su trayectoria implacablemente.

¡Seo-geok!

Finalmente, el brazo del dragón de tierra fue cortado.

¡Kwa-a-a-ang!

El ataque de aliento chocó con la energía de la espada y explotó.

¡Ka-ga-ga-ga-gak!

Los dientes chocaron contra la hoja de la espada, anulando por completo los ambiciosos ataques del dragón de tierra.

Sa-yoon no utilizó ninguna habilidad aparte del caminar aéreo, la escarcha y la energía de la espada.

No utilizó Juego Asesino ni Frenesí.

Con menos de la mitad de su fuerza habitual, jugó con el monstruo de nivel S, el dragón de tierra. Literalmente jugó con él.

Como si fuera un juego de congelar y descongelar, concentró su energía para congelar el cuerpo entero del dragón de tierra al instante, luego lo derritió de nuevo, clavando su espada en la carne debilitada.

En una batalla tan brutal que incluso Satanás lloraría, el dragón de tierra gritaba continuamente. Volaba en varias direcciones, torciendo su cuerpo para esquivar la espada de Sa-yoon, luego cargaba cuando veía una abertura. Cada vez, Sa-yoon, esquivando por poco ser atrapado, lograba evadir con éxito y asestar otro ataque.

A medida que continuaba la batalla, el vencedor se volvió evidente.

¡Ku-u-u-ung!

Finalmente, el dragón de tierra colapsó. El nivel S, que había resistido tenazmente la espada de Sa-yoon, cargando incluso cuando su cuerpo estaba congelado y manteniendo su cabeza en alto, fue finalmente derrotado.

Un sonido pesado resonó, pero Sa-yoon no tuvo tiempo para descansar. La batalla había sido tan intensa que otros monstruos habían oído el ruido y acudían en masa a la escena.

Un insecto enorme parecido a una mantis descendió del cielo y cargó contra Sa-yoon.

Un monstruo de nivel A.

Luego, una criatura con la parte superior de serpiente y la inferior de caballo avanzó, y gusanos estallaron mientras el suelo se dividía.

Decenas de criaturas a la vez cargaron para matar al intruso que había invadido la puerta. Sa-yoon, que se deshizo de la horda con una espada arremolinada de escarcha, sonrió de oreja a oreja.

Él era Sa-yoon, quien había desafiado solo incluso puertas inconquistadas. Las puertas ordinarias de nivel S no se consideraban una gran amenaza.

Sin embargo, la razón por la que Sa-yoon permanecía vigilante en el campo y repetidamente advertía a los miembros de su gremio y a Geon-joo era singular.

El momento en que uno ponía un pie en el campo, era como estar en medio del infierno, donde los desastres naturales ocurrían incesantemente.

Con solo un poco de descuido o permitiendo que se acercaran, docenas de monstruos cargaban sin distinguir entre niveles E a S.

Lidiar con ellos agotaría a cualquiera, sin importar cuán fuerte fuera. Luego, el campo colocaría repentinamente un tornado frente a la persona que apenas había logrado enfrentar la avalancha de monstruos y estaba exhausta.

Rayos caían, y tifones soplaban.

Si uno sobrevivía a ese desastre, el suelo se dividía, y un monstruo de nivel S parecido a un demonio del infierno, la Muerte Llameante, abría sus fauces.

Un lugar donde, incluso si morías treinta veces y regresabas a la vida, la muerte número treinta y uno aún llegaría.

Ese lugar era el campo.

Por eso Sa-yoon amaba ese lugar.

Incluso si más de cien de sus propias tumbas fueran creadas en ese campo, incluso si sus huesos que ya no podían ser vistos fueran descartados en algún lugar cuando la activación de la puerta terminara, Sa-yoon adoraba el campo.

Porque era un lugar donde podía luchar como un loco sin pensar en nada.

Las comisuras de la boca de Sa-yoon, quien blandía su espada como un lunático, se elevaron lentamente.

Traducido por: Valiz

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