Incluso el Villano Tiene Una Historia Novela capítulo 4

Capítulo 4

—¿Por qué está tu rostro tan pálido? ¿Estás enfermo?

Cuando Sa-yoon se quedó inmóvil, con una expresión aturdida, como si lo hubiera golpeado algo, el vecino lo miró con preocupación. Su tacto en el hombro de Sa-yoon fue cauteloso, y su mirada mantuvo la habitual calidez. Normalmente Sa-yoon le habría asegurado que no había nada para aliviar su preocupación a cambio de esa amabilidad, pero esta vez no pudo.

No sabía cómo reaccionar o cómo aceptar a la ventana ante sus ojos.

Los humanos naturalmente temían a lo desconocido, así que la súbita aparición de la frase ‘ejecución forzada’ y el límite de tiempo fueron suficientes para asustar al joven Sa-yoon de dieciséis años.

“¿Debería ignorarla de nuevo esta vez?”

“¿O tengo que hacer algo?”

“¿Qué debería hacer?”

Su proceso de pensamientos se sintió envuelto en signos de interrogación. Se sentía asustado y aterrado, incapaz de predecir nada, pero una cosa era cierta: la fuerte premonición de que no debía simplemente ignorarlo como antes.

Sin embargo, las premoniciones no eran exactas. En un estado en el que no podía estar seguro de nada, lo mejor que podía hacer era mantener el status quo, así que Sa-yoon reprimió la creciente inquietud y fingió no ver la misión como lo había hecho hasta ahora.

Obligó a sonreír al hombre preocupado y estalló en un sudor frío. Sus labios estaban resecos por la tensión. Ni siquiera podía escuchar adecuadamente a la gente del refugio levantando sus voces y discutiendo fuera de la puerta, e incluso cuando un soldado, preocupado por el estado de Sa-yoon, le trajo comida y le dijo que comiera un poco, no tuvo apetito.

Pensando en que toda su ansiedad resultaría infundada, buscó una religión en la que nunca creyó y pasó tiempo orando.

A pesar de su desesperación, llegó el momento en que esperaba que no llegara.

00:00:00

Pitido...

Tan pronto como terminó el tiempo establecido por el sistema, un sonido agudo como una alarma de incendio sonó en la cabeza de Sa-yoon. El dolor persistió como si lo reprendieran por no seguir las órdenes, y finalmente brotó sangre espesa de los lóbulos de sus orejas. Demasiado viscosa y de color rojo oscuro para ser simple sangre, incluso brotó de su boca.

Fue el momento en que se preguntó si la ejecución forzada era ejecutar por la fuerza su muerte.

Apareció una ventana azul que se asemejaba a una sentencia de muerte, y se determinó al condenado. El verdugo era el mismísimo Sa-yoon.

“No, no el condenado, sino el verdugo.”

“...”

“¿Esto es lo que se siente al convertirse en una marioneta?”

Su cuerpo se movía por sí solo como si algo lo poseyera. Su conciencia estaba intacta, pero su cuerpo no se movía de acuerdo a su voluntad, como si todos sus nervios estuvieran cortados de su cerebro. En ese estado, el cuerpo de Sa-yoon blandía un cuchillo de cocina que el vecino usaba principalmente para la autodefensa.

Apuntando nada más que al hombre que seguía llamando "tío".

Sin dudarlo un momento, atacó al hombre dormido.

Sa-yoon, cuya voluntad estaba bloqueada por una fuerza indescriptible, rogó que no lo hiciera, se horrorizó, y finalmente gritó.

Lo que hizo más miserable a Sa-yoon fue la amabilidad del hombre al no resistirse al ver los ojos de Sa-yoon, incluso después de despertar del dolor. En ese momento, Sa-yoon lloró en su conciencia hasta que su voz se hizo ronca, gritando para que el hombre lo matara en su lugar.

Como si ese grito desesperado no llegara, el cuerpo que se movía sin corazón finalmente se desplomó sólo después de que el condenado hubiera respirado su último aliento. Para cuando los dedos de Sa-yoon se movieron según la voluntad de su dueño, ya era demasiado tarde para deshacer lo que había hecho.

“Ah…”

En una situación en la que no podía decir que no era obra suya ni admitir que lo era, Sa-yoon sintió que su mente se quedaba en blanco y se desmayó cuando un soldado, al escuchar su grito, lo agarró.

Habría sido afortunado que terminara ahí, pero antes de perder el conocimiento, Sa-yoon vio una ventana del sistema que parecía burlarse de él.

.

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[Primera Prueba – El Primer Paso para Convertirse en el Verdadero mal de la humanidad]

Demuestra tu maldad deshaciéndote del hombre que te mostró amabilidad.

Recompensa: 100 de Karma

Fracaso: Ejecución forzosa

Tiempo restante hasta la ejecución: 24:00:00

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Sa-yoon, que se había desmayado, abrió los ojos exactamente 24 horas antes.

Aunque fueron sólo 24 horas, regresó al pasado con todos los recuerdos hasta la regresión, pero nada había cambiado.

La ventana del sistema todavía lo obligaba a elegir, amenazando con la ejecución forzada, y el hombre seguía siendo amable.

Ese hombre había muerto hace unos minutos, sólo según los recuerdos de Sa-yoon. Al verlo vivo y en movimiento, Sa-yoon se sacudio involuntariamente.

El recuerdo fue vívido.

Aterrorizado, con la sensación de matar a una persona aún en sus manos, Sa-yoon huyó del lugar como si estuviera poseído.

Sacudió al soldado tratando de detenerlo y salió corriendo del refugio. Ignorando la disuasión de la gente que le preguntaba si estaba loco, pasó de la clandestinidad a la superficie. Los monstruos acechaban afuera, pero él no era diferente de un monstruo en sí. Un monstruo que mataría directamente a la persona que lo acogió después de 24 horas.

Odiando ese resultado, huyó, pero sus lamentables esfuerzos y luchas fueron en vano.

Contrariamente a su expectativa de que no podría matar si salía, cuando comenzó la ejecución forzosa, su cuerpo regresó automáticamente al refugio y repitió “ese acto” de memoria, el sistema trasladó al aturdido Sa-yoon de vuelta al mundo 24 horas antes.

Sa-yoon, que había regresado nuevamente, solo tenía una opción.

La oportunidad de escapar de esa detestable ejecución eliminando directamente al hombre con sus propias manos, no por la fuerza.

Incapaz de aceptarlo dócilmente, Sa-yoon continuamente hacía nuevos intentos.

Trató de distanciarse del hombre, atándose las manos, e incluso se quitó la vida una vez.

Utilizó todos los medios posibles, y el sistema ignoró toda esa resistencia. Ni siquiera dejó morir a Sa-yoon.

Incluso cuando Sa-yoon tomó una decisión extrema, obstinadamente hizo retroceder el tiempo y le hizo ver el final de la ejecución forzada. Fue Sa-yoon quien se rindió a los grilletes del dolor que continuaba en la no deseada vida inmortal.

Cuando más de cien intentos terminaron en fracaso, el agotado Sa-yoon finalmente eligió el final al que lo obligó el sistema.

Repitiendo sus disculpas, despidió al hombre con sus propias manos, luego salió del refugio y buscó a un monstruo.

Dejó que la criatura que había perdido la razón y atacado a los humanos lo destrozara libremente y no se resistió. Pensó que podía morir esa vez. Puesto que le dio al sistema lo que tanto quería, ya que logró lo que tanto deseaban y vitoreaban, pensó que lo dejaría morir.

Pensó que al menos le permitirían descansar.

No tardó mucho en darse cuenta de lo irremediablemente ingenuo que era ese pensamiento.

Lo que vino a buscar a Sa-yoon, cuya respiración se detuvo y conciencia se desvaneció, no fue la parca, ni una existencia inhumana que lo juzgara, sino la maldita ventana del sistema.

Karma actual: 100

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[Segunda prueba – El segundo paso para convertirse en el verdadero mal de la humanidad]

«Deshacerse de todas las personas en el refugio subterráneo.»

Recompensa: 100 de Karma

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Cuando la nueva orden fue entregada, todas sus heridas sanaron automáticamente y su cuerpo, convertido en trapos por el monstruo, fue trasladado al refugio.

Al refugio inmaculado, sin una gota de sangre.

Sa-yoon, incapaz de creer que se había emitido una nueva misión o que no había muerto, solo pudo mirar a su alrededor con ojos perplejos.

La escena estaba ordenada como si le dijera que olvidara los terribles recuerdos.

El cadáver, las manchas de sangre, el cuchillo. Todo eso.

Como si nunca hubiera pasado, desapareció y se revirtió limpiamente.

La pared.

Frente a un fenómeno trascendente que no podía entenderse con el sentido común humano, lo primero que Sa-yoon sintió fue una muralla imponente e insuperable.

“¿De verdad creíste que podrías morir?”

“¿En serio?”

A pesar de saber qué clase de cosa era el sistema, le pareció ridículo que creyera ciegamente en la muerte. Mientras desataba una burla enloquecida, el sistema que apareció con el maldito sonido de notificación exigía actos malvados con tanta indiferencia como si no le importara un poco su angustiado corazón.

Sa-yoon, incapaz de obedecer dócilmente incluso por resentimiento por su sufrimiento hasta ahora, luchó tenazmente contra la orden de matar a la gente del refugio a pesar de saber que no podía resistirse.

Usó todos los medios posibles para huir y evadir. Pero no importaba cómo luchara, el final que encontraba era siempre el mismo. Matar directamente, o morir por la fuerza.

Nada podría cambiar. No importaba lo que hiciera, no hacer nada era peor que hacerlo, eso dejó a Sa-yoon impotente.

No supo cuánto tiempo estuvo a la deriva en el destino repetido.

El hecho de que fuera el único de toda la gente en el mundo que viviera con el tiempo repetido volvió loco a Sa-yoon.

Aun así, Sa-yoon trató de no perder la cordura.

Duro cinco años en eso.

La enseñanza del hombre de no perder nunca su humanidad sin importar la situación se convirtió en la guía de Sa-yoon, y su noble orgullo se convirtió en su apoyo.

Gracias a ello, sin importar lo difícil que fuera, Sa-yoon rechinaba los dientes y mantenía su cordura. Aun cuando hizo compromisos inevitables con el sistema, no le permitió a su conciencia olvidar que estaba cometiendo actos malvados. Trató desesperadamente de preservar el mínimo de conciencia, aunque pudiera llamarse miserable.

Como resultado, lamentablemente, la vida de Sa-yoon se volvió aún más miserable que cuando se encontró por primera vez con la ventana del sistema, si es que podía llegar a ser más miserable.

El sistema hizo que los amigos de la infancia de Sa-yoon y los conocidos de sus padres lo olvidaran, y la persona olvidada fue empujada a un pozo sin un lugar al que ir. Sus luchas fueron solo una auto-tortura que hundió a Sa-yoon en una desesperación más profunda. Una vez que caía en un pantano, era difícil salir arrastrándose.

Como las cosas resultaron así, en algún momento el deseo de resistir se desvaneció. La pasión que quemó sólo dejó cenizas, y sus ojos una vez vivos anhelaban la muerte.

Cuando incluso las enseñanzas de los adultos se oscurecieron, Sa-yoon finalmente aceptó lo que había negado durante tanto tiempo.

Lo quisiera o no, sus manos ya estaban manchadas. ¿Habría alguna diferencia matar a unas cuantas personas más cuando ya había matado no sólo a una o dos, sino a decenas de miles?

Mientras otros despertaban, entraban a puertas y mataban a monstruos, él lastimaba a la gente. No monstruos, sino personas.

Esto seguirá siendo lo mismo en el futuro.

Cuando se enfrentó a todos esos hechos, tal vez fue cuando perdió la cabeza.

Después de eso, ya no dudó en secuestrar y asesinar.

Cuando el sistema emitió una búsqueda, entró a las puertas para interceptar objetos, instigó el desbordamiento de la puerta y cometió todo tipo de crímenes. Si era necesario, incluso torturaba, y no se contentó con crear un gremio criminal profesional, incluso llenó los puestos de miembro con lunáticos que creían en destruir el mundo.

Siempre sintiendo que algo faltaba, se obsesionó con ganar dinero y quería probar que estaba vivo, incluso si eso significaba atormentar a otros. Como resultado, el gremio de información 'Night Rats' fundado por Sa-yoon pronto se hizo famoso como un gremio global de información criminal y solidificó su posición.

Un resultado que nunca podría llamarse un logro, solo insensibilidad.

La gente temía a Sa-yoon, se convirtió en el líder de Night Rats, y Sa-yoon, que aceptó la realidad, también vivía disfrutándola.

Si no lo disfrutaba, sería consumido por la desgracia que le sobrevino.

No era exagerado decir que el tiempo, amontonado capa por capa como si luchara por no ser arrebatado por el sistema que ya le había robado tanto, creó el actual Sa-yoon.

Traducido por: Valiz

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