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Incluso el Villano Tiene Una Historia Novela capítulo 35

A medida que la visión se volvía blanca, el cuerpo pronto fue transportado a un espacio que parecía estar rodeado de paredes de un blanco puro. Con una mesa colocada, era un lugar que parecía extrañamente un templo y un hospital psiquiátrico.

Apareció una ventana indicando que la transferencia a la Sala de Recompensas se había completado y que se había levantado la restricción de movimiento. Sa-yoon se dio la vuelta y rápidamente revisó a Geon-joo.

—Tsk.

Al verlo sentado y sosteniendo su pierna derecha, no pudo evitar chasquear la lengua. La sangre brotaba de su muslo. Fue bueno que hubiera cortado la muñeca del Desconocido justo antes de que la puerta se cerrara, pero no había forma de evitar que la guadaña de la criatura golpeara la pierna de Geon-joo cuando su muñeca se cayó.

Si no le hubiera cortado la muñeca al Desconocido, Geon-joo habría recibido un golpe en la cabeza, así que, viéndolo de forma positiva, fue una suerte. Sin embargo, para Sa-yoon, que tenía la intención de protegerlo sin una sola herida, su orgullo se vio distorsionado.

Ese cabrón error descendiente, más cobarde que los humanos.

Sa-yoon, quien había criticado duramente el alboroto del Desconocido en su mente, miró la herida con ojos algo apagados y suspiró.

—¿Estás bien?

—Sí. Pero, líder del gremio, su hombro se ve peor.

Geon-joo habló, mirando el hombro donde fluía la sangre a pesar de la hemostasia debido a su movimiento violento.

Fue una actitud tonta.

—¿A qué se refiere con que está bien cuando incluso está sudando sudor frío?

Aunque estaba acostumbrado al dolor que le producían todo tipo de torturas, Geon-joo había sido una persona normal hasta hace unas semanas. No había forma de que estuviera acostumbrado al dolor de ser golpeado con una guadaña.

—Mueve tu mano.

—…

—Dije que muevas la mano para poder curarte.

Sa-yoon, que había agarrado la mano de Geon-joo, que estaba rasgando su ropa y realizando hemostasia por su cuenta, se arrodilló sobre una rodilla y sacó una poción de recuperación de su inventario.

—Deja de rasgarte la ropa cada vez que quieras hacerte la hemostasia y al menos lleva vendas. Tienes la camisa hecha jirones.

Después de una breve reprimenda, mordió la tapa con la boca y abrió la poción. Cuando vertió el líquido rojo sobre la herida de la que brotaba sangre, la horrible herida se curó rápida y limpiamente. Era una poción que valía un alto precio.

Sa-yoon, que había curado la herida consumiendo media botella, cerró la tapa y le entregó la botella restante a Geon-joo.

—¿Qué es esto?

–¿No te das cuenta con solo mirarla? Es una poción, así que quédate con el resto y úsalo cuando te lastimes.

—¿Y qué pasa con su hombro?

—Es un desperdicio usar una poción en esto.

Para ese nivel de lesión, podría simplemente regresar al gremio y llamar a un sanador. Había detenido la hemorragia y, si se apresuraba, no era una condición peligrosa que requiriera el uso de un artículo consumible. Sa-yoon, que se había levantado para dirigirse a la mesa blanca para verificar las recompensas, fue detenido abruptamente.

Agarrar.

De repente, alguien le agarró la muñeca y lo tiró hacia abajo con una fuerza que le provocó un fuerte dolor en el hombro.

—Ah, baje un poco.

Como era una fuerza a la que podía resistir tanto como quisiera, se resistió deliberadamente y se puso de pie, pero Geon-joo, quien agarró la muñeca de Sa-yoon unas cuantas veces más y lo atrajo hacia él, entrecerró las cejas y expresó su insatisfacción.

—¿No vas a comprobar las recompensas?

—¿Es eso importante ahora mismo?

—Entonces.

—…ah.

Soltó un profundo suspiro que parecía venir de su bajo abdomen. Sus ojos entrecerrados lo miraban patéticamente. Después de entregarle su hombro y salvarlo del Desconocido, su insolencia había llegado al cielo.

—Simplemente baje y mire.

Justo cuando estaba a punto de decir por qué lo miraba con esos ojos y si no recordaba que lo había salvado, Geon-joo habló primero. Sa-yoon, que había estado mirando la mesa, levantó su mano ilesa y le alborotó el cabello una vez. El tiempo era dinero y Sa-yoon, que se había encontrado con el Desconocido, tenía prisa. Cada minuto y segundo eran preciosos.

—¿Qué es?

—Quédese ahí.

Cuando se agachó de mala gana, Geon-joo desató el trozo de tela que le rodeaba el hombro con una mano y tomó la poción con la otra, mordiendo la tapa con la boca tal como lo había hecho Sa-yoon. Al observar lo que estaba haciendo, Sa-yoon reaccionó tardíamente.

—¡Oye, no puedes ser…!

Chapoteo.

Antes de que pudiera detenerlo, Geon-joo vertió la poción restante sobre el hombro de Sa-yoon.

Una poción de grado S, una botella de esencia de Elaim, se consumió en un instante. Sa-yoon quería desmayarse.

Una botella costaba al menos treinta mil millones. Era un objeto que podía aparecer una vez si atacabas el Nido de Elaim, una puerta de grado S, cien veces. ¿Dónde había un bastardo que lo usara para una simple herida en el hombro?

—¿Por qué hiciste eso…?

No había más de mil objetos disponibles en todo el mundo, y el treinta porciento de ellos estaban en el Gremio de las Night Rats. Aun así, era una de las pociones raras, menos de cuatroscientas botellas, y era absurdamente escandaloso que la hubiera usado tan descuidadamente.

Cuando gritó, sintiendo como si hubiera desperdiciado la mitad de la poción de mayor calidad, Geon-joo entrecerró las cejas en un acto de la olla llamando negra a la tetera.

—¿Por qué se enoja?

—¿Sabes cuánto vale esto y lo usaste aquí?

—Entonces ¿Por qué lo usó conmigo?

—¿Tú y yo somos iguales?

—Entonces ¿Somos diferentes?

—¡Somos diferentes!

Sa-yoon replicó de inmediato y miró a Geon-joo a los ojos, quien estaba abiertamente estupefacto, luego inhaló. Después de respirar profundamente, calmó su emoción. La expresión de Geon-joo era inusual, y si maldecía como lo sentía, parecía que comenzaría a distanciarse psicológicamente.

Inhaló profundamente hasta que el aire refrescante llegó a sus pulmones, luego exhaló lentamente. Sa-yoon se acarició el hombro, que había sido sanado limpiamente por el efecto de la esencia, y abrió la boca.

—Escucha bien, muchacho. Tú, un tipo de grado B, puedes morir por una hemorragia excesiva a causa de una herida de ese nivel, pero yo, un tipo de grado S, no moriré fácilmente a menos que me corten el cuello o algo así. ¿Lo entiendes?

—Supongo que no siente dolor si no muere.

—Si yo sufriera y muriera por tanto dolor, ya habría muerto hace mucho tiempo.

De hecho, si lo piensas, Sa-yoon ya había muerto muchas veces. Había vivido su vida a través de cientos de resurrecciones, pero ignorando ese hecho, Sa-yoon miró a Geon-joo con ojos que le preguntaban si iba a ser terco incluso ahora, y movió las manos nerviosamente por un momento, pareciendo estar confundido.

—…me lo dió para que lo usara de todos modos.

—Sí, te lo di para que lo usaras, no para mí.

Se lo había dado para que lo guardara y lo usara en situaciones peligrosas, pero si hubiera sabido que lo usaría así, no se lo habría dado.

Pensándolo bien, fue un consumo inútil, por lo que se quedó mirando con ojos abatidos la botella de poción que le había arrebatado a Geon-joo. No quedaba ni una sola gota del líquido rojo, lo que demostraba la eficacia con la que lo había utilizado.

Fue una situación lamentable. Sa-yoon, que se tragó un gemido, estaba a punto de aconsejarle una vez más.

—Si es algo que me dió, no importa dónde lo use. ¿Es esto algo por lo que maldecir?

Geon-joo, que había estado escuchando en silencio, replicó con una voz mezclada con insatisfacción.

—Esta es la primera vez que me maldicen por hacer una buena acción. Estaba tratando de pagar la deuda a mi manera, pero ¿Qué debería pensar si reacciona así, líder del gremio? Entonces no me de una poción tan cara en primer lugar. O al menos explíquemelo antes de dármela. ¿Es tan difícil decir gracias o bien hecho?

—Por eso te la di para que la usaras, no para mí…

—Entonces, ¿Quiere que deje a la persona que resultó herida tratando de protegerme sangrando profusamente? Puede que pueda hacer eso, líder del gremio, pero soy una persona con un sentido adecuado de la moral, así que es difícil para mí. ¿Quién cree que soy, un hijo de puta…?

Entonces ¿Estás diciendo que soy un hijo de puta?

La boca de Geon-joo se estaba poniendo cada vez más sucia. Sa-yoon se tragó su absurdo mientras miraba a Geon-joo, que parecía estar hablando sin siquiera respirar. Estaba claro que la situación había cambiado cuando él era el que se estaba enojando.

Habría sido mejor si hubiera actuado con disimulo, diciendo que tenía una deuda. ¿Por qué se comportaba como un osezno agraviado y tonto en lugar de fingir ser un zorro como siempre, lo que le hacía imposible refutar adecuadamente?

De repente, una canción sobre un zorro que pretendía ser un oso cuando no era un zorro pareció pasar por su mente.

La atmósfera se tornó incómoda. En medio de la presión que ejercía sobre sus hombros, Sa-yoon reflexionó sobre las palabras de Geon-joo. Aunque se había sorprendido y había dicho algo en el momento, no era algo por lo que enojarse tanto como había dicho. ¿Cuál era el problema de desperdiciar treinta mil millones? Era un desperdicio, pero era incomparable conEl Resistente.

Si lo alargaba más, se enfurruñaría por completo, así que, aunque no tuviera ganas, tenía que seguirle el juego a los lloriqueos infantiles de su lindo niño.

—Lo siento…

—Realmente tiene un talento especial para hacer enojar a la gente.

Sin embargo, Geon-joo no le dio una oportunidad. Justo cuando pensaba que se había calmado, derramó su insatisfacción como una cascada, como si se hubiera tomado el tiempo de organizar sus palabras. Levantó sus ojos negros. Era una mirada llena de veneno.

Parece que eso salió mal de alguna manera.

El resultado que había esperado era escapar sano y salvo del Desconocido con Geon-joo, que lo venerara después de ver sus habilidades y salir de la puerta en armonía después de experimentar un escape que amenazaba su vida.

Pero esa situación sólo pareció haber infundido más veneno en Geon-joo.

Sa-yoon, nervioso, dijo que ese no era el caso, pero el impulso de Geon-joo no disminuyó. Al ver que surgiría un problema si simplemente abría la boca, permaneció en silencio y se produjo un silencio pesado. Después de que pasó un largo tiempo, el sistema, incapaz de esperar más, mostró una ventana de notificación.

¡Timbre!

—Tiempo restante: diez minutos

La ventana apareció simultáneamente frente a Sa-yoon y Geon-joo. Solo entonces Sa-yoon se dio cuenta de que tenía que resolver de alguna manera esa atmósfera y comprobar las recompensas, así que después de mucha deliberación, abrió la boca.

—¿Entonces por qué dices que te he molestado? ¿Cuál es el motivo para actuar así?

Sabía que la falta de comunicación generaba malentendidos e insatisfacción. Cuando amablemente le preguntó el motivo, Geon-joo, que escuchó la pregunta, soltó una risa hueca.

—¿Me está preguntando el motivo por el que actúo así?

Su tono cuando preguntó fue escalofriante.

¿Pisé otra mina terrestre?

Sa-yoon se preguntó sinceramente qué debería decir. Geon-joo, que había dejado escapar un suspiro, se tragó su frustración y su absurdo interiormente y se levantó de su asiento.

—Hyung, realmente… tienes un talento especial para hacer enojar a la gente.

Con los ojos entrecerrados, recuperó la botella de poción vacía que Sa-yoon acababa de alcanzar y se dirigió a la mesa. A juzgar por el sonido de los pasos que resonaban en el lugar, su estado de ánimo definitivamente estaba alterado.

Traducido por: Valiz

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