Incluso el Villano Tiene Una Historia Novela capítulo 23

La noche de la fiesta de bienvenida (4)

Una vez que la luna comenzó a salir, la noche se hizo más profunda rápidamente. Después de horas de trabajo continuo para terminar las tareas pendientes y completar su trabajo con Jongsik, Sa-yoon bajó al sótano donde se celebró la lujosa fiesta de bienvenida para verificar el estado de los miembros del gremio.

—¡Qué desastre!

El simple hecho de dejarlos jugar libremente durante medio día había convertido el sótano en un vertedero. Las botellas de licor estaban esparcidas por todas partes y la comida estaba esparcida por las mesas, intacta. Debajo, los miembros del gremio yacían despatarrado como cadáveres.

Sa-yoon examinó uno por uno los rostros de los miembros del gremio que se habían desmayado antes de patearles los hombros o las piernas con el pie. A juzgar por el hecho de que estaban desmayados, estaba claro que habían ignorado sus instrucciones de divertirse con moderación y regresar a sus alojamientos o casas, y en su lugar habían bebido alcohol como potros desenfrenados.

Sin intención de ocuparse de ellos, Sa-yoon chasqueó la lengua varias veces después de confirmar que la persona que buscaba no estaba entre los rostros caídos. Luego subió las escaleras por las que había bajado.

—Tal vez fue al dormitorio.

Había algunos miembros más del gremio tirados en las escaleras, encurtidos en alcohol, prácticamente no se diferenciaban de los cadáveres, pero Geon-joo no estaba entre ellos. Sa-yoon, pensando que sería bastante divertido ver a ese chico guapo completamente borracho y balbuceando en un lugar como ese, olfateó el aire fresco mientras emergía del sótano húmedo.

Mientras avanzaba hacia el segundo piso, aparecieron ante sus ojos las habitaciones numeradas del uno al quince. Como le había dicho a Gyeongjin que le diera una de las habitaciones del segundo piso a Geon-joo, solo había una habitación de las quince en la que podía estar.

Sa-yoon entró a la habitación catorce, teniendo una idea aproximada de dónde buscar.

Al revisar la entrada, vió dos pares de zapatos tirados de un lado a otro de manera desordenada. Un par fue arrojado frente a la puerta, mientras que el otro fue arrojado al dormitorio: todo un espectáculo. Dos miembros del gremio que se habían unido hace un año estaban tirados en la cama, por lo que Sa-yoon cerró la puerta.

Luego la habitación quince.

Habitación trece.

Habitación doce.

Y por último, la habitación once.

Cansado de abrirlas una por una, Sa-yoon repentinamente se saltó algunos números y abrió la habitación ocho, teniendo un buen presentimiento al respecto.

Un solo par de zapatos en la entrada.

La cama estaba vacía. Al ver las sábanas prolijamente extendidas como nuevas, Sa-yoon entró en la habitación, sin percibir tampoco la presencia del baño. El aire de la habitación se sentía agradablemente diferente de alguna manera. Si había vuelto con las manos vacías cinco veces, ya era hora de que tuviera suerte.

Sa-yoon, que había inspeccionado cada rincón del edificio que se mantenía como nuevo gracias a un mantenimiento meticuloso, se dirigió hacia la terraza.

Sa-yoon se preguntó si se había quedado dormido afuera, abrió la puerta de vidrio transparente y vio a un hombre apoyado en la barandilla de la terraza con ambos brazos, disfrutando de la vista nocturna. Sa-yoon miró sin decir palabra a la figura cuyo cabello ondeaba con el viento. Como si el alcohol consumido en el sótano no fuera suficiente, Geon-joo estaba sirviendo vino en un vaso y bebiéndolo.

“…es bonito, de verdad.”

Desde sus mejillas enrojecidas por la embriaguez hasta las líneas de su cuerpo que eran sólidas a pesar de sus delgados rasgos faciales. Aunque era innegablemente masculino, no sería una exageración describirlo como puro e inocente, sorprendentemente hermoso.

Tal vez porque estaba borracho, las comisuras de sus ojos se inclinaron ligeramente, pero eso pareció contribuir a suavizar su impresión normalmente fría. Sería lindo incluso cuando llorara, pensó Sa-yoon. Había personas que lucían miserables cuando lloraban y otras que lucían desoladas, pero Geon-joo definitivamente pertenecía a la última categoría.

Aunque más que desolador, sería más bien cautivador.

Aún conservaba cierta sensación de juventud, pero cuando fuera un poco mayor, sin duda sería apto para traicionar y vivir como quisiera. Su ventana de estatus no era en vano.

—Te dije que te fueras a dormir, ¿Por qué estás aquí afuera?

Para Sa-yoon, que había planeado aprovechar el estado de ebriedad de Geon-joo para entablar una relación, su estado de vigilia fue un acontecimiento positivo. Sin embargo, tenía curiosidad por saber por qué Geon-joo seguía ahí, bebiendo más alcohol en su habitación después de haberse dado un gusto en la fiesta de bienvenida.

Geon-joo, que había estado contemplando distraídamente el paisaje nocturno, preguntó en un tono amable, encontrando una excusa adecuada para iniciar una conversación.

—Ah, Líder del Gremio.

Los ojos negros que habían notado tardíamente a Sa-yoon se suavizaron lánguidamente. Por la forma curva de los ojos, Sa-yoon se dio cuenta de que estaba completamente borracho.

Estaba encurtido, completamente encurtido en alcohol.

Al acercarse, el olor a licor se desprendía de él.

Aunque no se conocían desde hacía mucho tiempo, Sa-yoon podía notar que el estado actual de Geon-joo era más desprevenido que en cualquier otra ocasión en la que lo hubiera visto. Sa-yoon invocó con cautela su ventana de búsqueda.

La frase “Curiosidad y afecto (temporal)” escrita en la columna de relaciones transformó los pensamientos de Sa-yoon en certeza.

Había bajado la guardia porque se sentía bien por la intoxicación y trataba a Sa-yoon con comodidad. Probablemente, para mañana, las palabras "afecto temporal" se borrarían por completo.

Entonces ¿Era esa su oportunidad?

Una oportunidad para causar una buena impresión y ganar amistad.

Sa-yoon pensó que podría ser capaz de sacarse de encima la maldita desconfianza que se había adherido a él por alguna razón desconocida. La mayoría de los miembros del gremio Night Rats, empezando por Jongsik, que era mayor que Sa-yoon, lo llamaban casualmente “hyung” y lo trataban con familiaridad, pero solo Geon-joo mantenía una rígida formalidad. No había nada más útil para mejorar una relación que cambiar la forma en que se dirigían el uno al otro durante los momentos incómodos.

¿Jongsik no seguía a Sa-yoon con insistencia, llamándolo “hyung” para ganarse su amistad cuando Sa-yoon se sentía incómodo con él? Como si leyera los pensamientos de Sa-yoon en ese momento, Geon-joo, que había apartado sus labios del vidrio, se apoyó contra la barandilla y murmuró en voz baja.

—Aunque estés ocupado, siempre estás con esa persona.

—¿Esa persona?

—¿Jongsik? Esa persona.

—Bueno, eso es porque él también trabaja.

—¿Por eso entonces estaban ustedes dos solos en un espacio tan reducido? Mientras me dejaban abandonado en el sótano…

La forma en que habló sería perfecta para que un tercero la malinterpretara.

En la villa no daba esa impresión, pero tal vez porque estaba borracho, empezó a quejarse y a hablar más. Si el Geon-joo sobrio tenía un lado cauteloso y serpenteante, el Geon-joo ebrio tenía un aspecto un poco relajado y astuto.

Aunque había una pequeña diferencia con respecto a cuando estaba sobrio, ese lado tampoco se sentía particularmente mal. Sa-yoon desconfiaba un poco de los miembros del gremio con un lado problemático, pero no parecía que Geon-joo fuera del tipo que causaba incidentes cuando estaba borracho. Todo lo que hizo fue quejarse de que Sa-yoon no fuera a la fiesta de bienvenida, lo cual fue bastante lindo.

¿Fue porque era joven?

Teniendo en cuenta que la edad promedio en Night Rats era de veintiséis, Geon-joo, de veintidós años, de hecho tenía un lado juvenil.

¿Qué hacía yo a esa edad? ¿Robando a gente en la India? Yo también era bastante guapo en aquella época.

Sa-yoon, que se había sumergido en recuerdos inoportunos, una vez más le arrebató la copa de vino a Geon-joo, que la estaba bebiendo a escondidas. Si seguía bebiendo, se quedaría dormido. No tendría sentido buscarlo a propósito y escuchar sus quejas de borracho.

—¿No quiere tomar algo también, líder del gremio?

—No, no bebo mucho.

—¿Por qué?

—No me emborracho fácilmente.

Como había desarrollado una tolerancia similar a la resistencia al veneno, le resultaba difícil emborracharse a menos que bebiera cajas de licor. Geon-joo respondió con una carcajada. Sa-yoon se preguntó qué era tan gracioso que no dejaba de reír. ¿Reírse también formaba parte de su comportamiento de borracho?

Mientras giraba inconscientemente la copa de vino en su mano para absorber el aroma, Sa-yoon notó que Geon-joo, que lo había estado observando en silencio, cruzó los brazos sobre la barandilla y parpadeó lentamente.

—¿Cuál es su relación con ese tal Jongsik?

—¿Por qué sientes tanta curiosidad por tantas cosas desde antes?

—Tu no preguntas nada, líder del gremio, así que tengo que preguntar al menos esto, ¿No?

Eso también era cierto. ¿Podría ser que los chicos inteligentes tuvieran una buena cabeza incluso estando borrachos? Sa-yoon, que tuvo una idea tonta, recordó a Jongsik, quien se habría desmayado en esa época.

¿Qué relación podría haber con él?

—¿Esclavo y empleador?

—¿...perdon?

—Ah, líder del gremio y sublíder del gremio. Eso es todo.

Sa-yoon, que había hablado inconscientemente de la forma en que solía llamarlo, se corrigió rápidamente. Geon-joo, que lo había mirado con curiosidad, giró el cuerpo. Su espalda tocó la barandilla.

—¿Eso es realmente todo lo que hay?

—¿Qué más crees que podría haber?

—Bueno, eso ya lo debería saber, líder del gremio.

El hombre que dijo eso giró su cuerpo, evitando la mirada de Sa-yoon. A juzgar por su tono, estaba claramente de mal humor porque Sa-yoon no había ido a la fiesta de bienvenida. ¿Debería disculparse para mejorar su imagen y su índice de afecto? Pero para disculparse fácilmente, tenía que considerar su orgullo. ¿No debería el líder de un gremio mantener cierta autoridad?

Mientras Sa-yoon se debatía entre su autoestima y su índice de afecto, Geon-joo, que había estado tarareando lánguidamente, levantó la cabeza que descansaba sobre su brazo. Enderezó la parte superior de su cuerpo, se giró hacia Sa-yoon y dejó escapar un suave gemido. Sus ojos, que habían estado mirando al líder de su gremio, se entrecerraron gradualmente.

—Ya lo sabe, líder del gremio.

—¿Qué?

—¿Cuál es el motivo por el que me ha traído aquí?

—Sólo porque me pareció interesante.

—No es eso. Tiene una verdadera razón, ¿No?

—La verdadera razón por la que tuve que traerte…

Fue la pronunciación más precisa desde que entró en la habitación. Sa-yoon, que lo había tratado como a un borracho típico, le hizo un gesto con la punta de los dedos.

Sus miradas se cruzaron, cortando el aire de la mañana.

Sa-yoon, que había sentido una sensación similar una vez antes, enderezó su cuerpo que estaba apoyado contra la barandilla, siguiendo el ejemplo de Geon-joo.

Había esa sensación otra vez.

Una sensación de estar extrañamente cautivado. Una sensación de sentirse atraída por él.

Inclinando la cabeza, considerándolo un poco astuto para alguien supuestamente borracho, Sa-yoon examinó la apariencia de Geon-joo con ojos sospechosos.

Sintió algo extraño.

Una creciente sensación de que el muchacho que tenía delante, que no parecía nada más que un jovencito, estaba fingiendo estar borracho y poniéndolo a prueba.

Él seguía teniendo esa sensación.

Traducido por: Valiz

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