Estoy Atrapada En Un Sangriento Juego De Harén Inverso Novela capítulo 9

-¿Es Su Santidad la persona que le viene a la mente en esta situación?

¿Quién más podría ser?

Asentí, abrumada por el intenso interrogatorio e incapaz de actuar. Los efectos del afrodisíaco habían trastornado mi mente y, antes de terminar haciendo algo con alguien que ni siquiera era un personaje de captura, necesitaba que Ardal me llevara ante el Papa de inmediato.

Una vez más, presioné a Ardal para que se moviera rápidamente: -Rápido, Ardal.

—Si me estás pidiendo que te envíe con Su Santidad, entonces… tal vez sea mejor si… te ayudo yo mismo, Lady Haniel.

La voz baja de Ardal transmitió sus palabras.

***

Me quedé helada al ver el tamaño de Ardal. Incluso en mi estado mental actual, me di cuenta de que no era normal. Esto explicaba por qué Ardal era uno de los personajes más difíciles de capturar. Finalmente entendí el consejo de la guía de estrategia de intentar su ruta solo después de al menos tres partidas.

Así que eso es lo que significaba. La dificultad para capturar a Ardal no se debía solo a su personalidad o su historia, sino a esa cosa enorme.

Había asumido que todo saldría bien después de la preparación que había hecho con sus dedos... pero...

-E-espera un momento.

Necesito repensar esto.

Tartamudeando, traté de subirme a la cama para alejarme de él. ¿No sería mejor ir a ver al Papa ahora mismo?

El afrodisíaco solo podía neutralizarse mediante el acto sexual, por lo que tenía que suceder. Pero no había forma de que pudiera lograr algo de esta magnitud. Aunque mi cuerpo pertenecía a un personaje del juego y no sufriría daños reales, el mero hecho de pensarlo me abrumaba. Como alguien con sensibilidad humana normal, el tamaño por sí solo me hacía sentir débil.

—Ardal, debería ir con Su Santidad... ¡Uf!

Mientras intentaba alejarme, apartando aún más mis caderas de él, Ardal me agarró el tobillo y me tiró hacia abajo. Sus largos dedos rodearon mi tobillo sin esfuerzo, arrastrándome hacia abajo mientras me separaba las piernas.

-¿De verdad vas a Su Santidad en este estado?

—P-pero Ardal, eres demasiado grande…

-Por eso te dije que no era posible.

-Tus dedos… ah, espera…

—Tú fuiste quien dijo que todo estaba bien, Lady Haniel. Te he preparado a conciencia; todo estará bien.

Los ojos brillantes de Ardal brillaban mientras hablaba, sus dedos se hundieron en mi temblorosa entrada. A diferencia de antes, cuando había intentado detenerme, su control parecía haber desaparecido por completo y sus ojos brillaban con un hambre que ya no podía ocultar.

Por supuesto, yo también estaba de acuerdo con esto. Cuanto más grande, mejor, después de todo, pero todavía no. Necesitaba más tiempo para adaptarme a la mecánica del juego. Solo había estado en el cuerpo de Haniel unos días; mi cuerpo aún no estaba listo. Además, con un nivel de sensibilidad de 100... Si el Papa casi me hace perder la cabeza, entonces esto seguramente me mataría.

-No creo que esto funcione. Es demasiado grande…

-Iré despacio.

Tras respirar profundamente, Ardal retiró los dedos y colocó la cabeza de su miembro contra mi entrada. Con una mano todavía sujetando mi tobillo y manteniendo mis piernas bien abiertas, utilizó la otra mano para guiarse hacia mí.

-¡Ahh!

-Estás muy mojada; todo estará bien…

A pesar de sus intentos de tranquilizarme, Ardal no parecía muy confiado. La cabeza resbaladiza abrió mis pliegues, presionando contra mi entrada y frotando mi clítoris, haciéndome estremecer y agarrarme con fuerza a las mantas. Ardal, ahora cubierto de mis fluidos, empujó la punta de su miembro hacia adentro.

La parte más gruesa de la cabeza entró y mi entrada se estiró dolorosamente, como si fuera a desgarrarse. Apenas había una fracción dentro, pero me sentía llena hasta el borde. Con mi pierna libre, pateé el costado de Ardal, haciendo un ruido sordo.

-No entra… Para, para… ¡Uf!

Le di varias patadas en la cintura, pero su cuerpo no se movió. Solo me dolía la rodilla por haber golpeado su cuerpo sólido como una roca.

—No se preocupe, señora Haniel.

-Ardal…

Apretó más su miembro, observando la conexión entre nosotros con los labios apretados. El sudor le perlaba la frente mientras se mordía el labio, su mirada era oscura e intensa. A pesar de sus esfuerzos por contenerse, siguió empujando hacia adentro, haciendo que mis paredes se estiraran insoportablemente.

¿Esto no me va a destrozar?

Al notar mi creciente miedo, Ardal exhaló y murmuró suavemente: -Solo… un poco más… Casi… ahí.

-M-mentiroso...

Al mirar hacia abajo, confirmé que gran parte de él todavía estaba afuera y grité con incredulidad.

-¡Mentiroso! ¡Estás mintiendo! ¡Todavía queda tanto!

Esto no puede seguir así, no lo soporto más.

No podía soportar la sensación de estar tan completamente llena. Las lágrimas brotaron de mis ojos mientras intentaba apartarlo, pero fue un error.

-¡Puaj!

-Señora Haniel…

Cuando el cuerpo de Ardal se movió ligeramente hacia atrás, su longitud se movió con él. Incluso ese ligero movimiento hizo que mis paredes hipersensibles se apretaran con fuerza a su alrededor. Por reflejo, palpitaron, sujetándolo con firmeza. La estimulación inesperada lo hizo enderezar la espalda y apretar la mandíbula, con el rostro desencajado.

Después de contenerse cuidadosamente, de repente impulsó sus caderas hacia adelante con un movimiento rápido.

"Jadear…!"

El dolor agudo se apoderó de todo. Jadeé, incapaz de gritar. Era demasiado. El dolor eclipsó cualquier placer. Me llenó por completo, su tamaño no dejaba espacio para respirar, y el intenso calor que sentía dentro de mí parecía que me derretiría el cerebro.

Al verme luchar por respirar, Ardal volvió a enfocar su mirada. Extendió la mano hacia mí y su expresión se suavizó con la preocupación.

—¡Señora Haniel!

-E-espera… Ahh… No te muevas…

Cuando se inclinó, el movimiento hizo que su longitud se moviera ligeramente, lo que me hizo estremecer involuntariamente. Se quedó paralizado al instante y la tensión en mi cuerpo reflejó su quietud.

Me obligué a respirar despacio y con mesura. Después de unas cuantas exhalaciones, el dolor empezó a disminuir. El cuerpo de Haniel se fue adaptando poco a poco para acomodarse a él. En realidad, con tanta diferencia de tamaño, esto habría sido imposible. Si no fuera por el cuerpo de este personaje del juego, nunca habría funcionado.

Distraídamente, pasé la mano por mi estómago, sintiendo el bulto que había allí donde él me llenaba por completo. Un pensamiento aturdido cruzó por mi mente: sentía como si mi vientre se hubiera moldeado a su forma.

Al notar mi expresión aturdida, Ardal dejó escapar un pequeño suspiro de alivio y habló con una voz teñida de culpa y deseo: -Lo siento, Lady Haniel.

Podía sentirlo latir por dentro, su calor abrasándome, y sin embargo su expresión seguía siendo de contención y angustia. Ver su rostro triste ablandó un poco mi corazón.

Bueno, Ardal no tuvo la culpa de ser así. La culpa fue de los desarrolladores que lo modelaron de esa manera.

Aunque el dolor persistía, extendí una mano hacia Ardal. Él la agarró rápidamente, entrelazando sus dedos con los míos antes de apoyar su rostro en mi palma.

-Está… Está bien. Ahh… Está todo dentro… ahora.

Se me escapó un suave gemido cuando su leve movimiento envió una nueva oleada de sensaciones a través de mí. Forcé una suave sonrisa y lo miré a los ojos.

Oh.

En el momento en que nuestras miradas se cruzaron, me di cuenta de por qué Ardal se había disculpado. No había logrado reprimir sus deseos.

Apenas las palabras salieron de mis labios cuando Ardal sujetó mis manos sobre mi cabeza y empujó con fuerza.

-¡Aaah!

Sus movimientos bruscos me hacían sentir oleadas de placer y dolor. Mis paredes se cerraron a su alrededor, tratando desesperadamente de seguir el ritmo implacable que él marcaba. Todo lo que podía hacer era quedarme debajo de él, gritando impotente mientras me consumía por completo.

***

Ardal parecía entusiasmado, sabiendo que mi cuerpo lo había aceptado. Al principio empezó a moverse con cuidado, pero pronto empezó a embestir con desenfreno. Ajustó su postura y se arrodilló entre mis piernas.

-¡Hngh!

—Relájese, Lady Haniel. De lo contrario, es difícil moverse.

Tras completar la primera ronda, parecía que Ardal se había deshecho de toda culpa que le quedaba. Su rostro, que antes era estoico, ahora estaba lleno de deseo.

Con tono firme, Ardal atrajo mis caderas hacia él y las colocó sobre sus fuertes muslos. Con mi espalda baja suspendida en el aire, agarró una almohada de la cama y la colocó cuidadosamente debajo de mí.

Después de ajustar mi posición, preguntó en voz baja: -¿Hay algún lugar incómodo…?

—En todas partes… —gemí. Pero, sobre todo, la insoportable sensación de plenitud que había debajo me impedía ignorar la incomodidad. Intentando armarme de valor, pensé: solo una vez más. Puedo soportar esto.

Al oír mi queja, Ardal sonrió levemente y acarició suavemente mi cabello despeinado. Acomodó los mechones sueltos, secó el sudor de mi frente con los dedos y luego se inclinó para depositarme un cálido beso en la sien. Sus labios dejaron una huella caliente, como una marca, al tocar mi piel.

Ardal me rodeó la cara con sus brazos e inhaló profundamente antes de abrir los ojos para mirarme. Sus ojos oscuros eran inusualmente profundos e intensos.

-Aaah…

La mirada de Ardal se fijó en la mía mientras comenzaba a mover las caderas de nuevo. Cuando mi cintura se movió contra la almohada, él ajustó su posición, agarrándome las caderas con firmeza con ambas manos.

Sus grandes manos parecieron envolver toda mi cintura. Me mantuvo en mi lugar y comenzó a embestir de nuevo.

Su longitud me estiró con fuerza, presionando contra mis paredes más internas antes de salir por completo. Sin delicadeza, Ardal se hundió nuevamente dentro, sus fuertes embestidas creaban sonidos fuertes y húmedos mientras sus caderas chocaban contra mí. La pura fuerza y ​​profundidad de sus movimientos me dejaron sin aliento.

-¡Ah! ¡Es demasiado profundo!

Sus incesantes embestidas alcanzaron puntos a los que antes no había llegado, arrastrándose contra mis paredes internas. Incapaz de soportarlo, me aferré a sus muñecas, gimiendo. Mis manos sudorosas se resbalaban constantemente, lo que dificultaba el agarre.

“¡Hnnngh!”

Agarré sus muñecas y llegué al clímax. Mis paredes internas se tensaron rápidamente y se convulsionaron a su alrededor.

Aunque mis paredes lo apretaban con fuerza, Ardal no se detuvo. En cambio, empujó con más fuerza, abriéndose paso a través del estrecho pasaje. Las contracciones erráticas de mis paredes parecían estimularlo, y continuó sin descanso.

Mis muslos temblaban sin control mientras la humedad brotaba de mí y se acumulaba debajo. Solté un grito fuerte y arañé las muñecas de Ardal.

-Ah, yo… vine… ¡Lo siento…!

El clímax abrumador dejó mi visión en blanco.

Aunque aparecían las notificaciones del sistema, no podía concentrarme en ellas. Ardal no mostraba señales de detenerse.

Finalmente, me desmayé... Ardal alcanzó el clímax por segunda vez, abrazándome con fuerza mientras mi cuerpo inerte se desplomaba en sus brazos.

Una oleada de agotamiento me invadió. En ese estado, debería haber sido capaz de observar mi entorno.

Debería haberlo hecho, pero…

Intenté desesperadamente aferrarme a la conciencia, pero fue imposible. Perdí el conocimiento.

¿Por qué este juego es así? ¡Nada funciona correctamente!

Traducido por: Sbd

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