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El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme Novela capítulo 9

[Traductor: Pryse]

El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme

Capítulo 09

“No tengo ninguna razón para dejar de servirle.”

“Rosie, ¿Estás diciendo que no te importa si nos haces daño?”

“¿Qué quieres decir con hacerles daño? No me puedo quedar callada. Pero desde el momento en el que entré a esta mansión como criada, obtuve el derecho de comer aquí. No hay razón para que ese derecho se nos sea removido, solo por tus ridículas ideas.”

“¿Así que nos vas a hacer daño solo por tus derechos?”

“Antes de seguir hablando, deberías ponerte a pensar en quien trajo al monstruo a esta mansión.”

Marie frunció el ceño y me miró confundida, tal vez preguntándose a qué me estaba refiriendo.

“Fue el Marqués. El Maestro trajo al monstruo, entonces eso significa que ¿Estás insultando al Marqués que tuvo contacto directo con el monstruo?”

“¡De qué estás hablando! ¡Dices puras tonterías…!”

“Bueno, es una tontería mencionar al Marqués en tus historias sin sentido.”

“…”

“Y para que sepas, tus comentarios son irrespetuosos para todas aquellas que se encargaron todo este tiempo de servir al monstruo. Nadie cree en una cosa tan infantil y ridícula como lo que acabas de decir, así que ¿Por qué no te detienes?”

Las criadas que nos rodeaban bajaron la cabeza y miraron fijamente a Marie.

Ninguna podía decir nada porque estaba claro que tenían miedo a ser tratadas de la misma manera.

Marie estaba bien clasificada entre las criadas. Así que nadie podía refutar contra su irrazonable comentario.

“Me voy, de todos modos hoy no tengo mi comida, pero espero que no cuentes chistes tan malos para la próxima. ¿De acuerdo?”

¿Por qué le haces esto a las personas que trabajan duro?

“Es patético.”

Aunque no pude comer, me sentí aliviada de poder decir lo que tenía que decir sin guardarme nada. Agarré temblorosamente el brazo de Emily para salir del lugar juntas.

“Vámonos, Emily.”

Si nos vamos ahora y le explicamos la situación al chef, él podría darnos comida.

Pero a pesar de mi jalón, el cuerpo de Emily no se movió ni un centímetro.

¿Eh?

Sus brazos, que se sentían a través de la fina tela del uniforme, eran bastante duros. ¿De dónde había sacado tanto músculo?

“Rosie.”

Emily gritó mi nombre fríamente.

“¿E-Emily?”

“Cierra la puerta.”

¿Cerrar la puerta? ¿Por qué?

El repentino cambio de comportamiento de Emily fue aterrador, me dejó sin palabras.

Cerré la puerta como había dicho.

Creo que él genero de esta historia acaba de cambiar a terror…

Miré atenta las acciones de Emily.

Todo lo que estaba ocurriendo inesperadamente nos dejó a todas en silencio.

Las demás criadas solo se limitaron a mirar a Emily al igual que yo.

Emily se posicionó en medio de la multitud. Ahí parada frente a una mesa, levantó la mano y golpeó la mesa.

¡Crack!

Emily había partido la mesa en dos.

Dios mío. ¿Ahora qué está pasando aquí?

“¡Quién robó nuestras comidas!”

Los ojos de Emily irradiaban locura.

Lección aprendida.

Robar la comida de alguien puede hacer que se vuelva extraña.

*****

Después de que Emily rompiera la mesa de la cocina, hubo un gran desastre.

Emily molesta pidió que nos entregaran comida rápidamente, al final conseguimos todo el pan servido a todas las criadas.

Me avergonzó que la comida se duplicara, pero no me negué.

Las otras criadas no podrán atacar a Emily en el futuro, pensé débilmente.

De hecho, incluso yo que vi esa escena, llegué a la conclusión de que debo tener cuidado.

Al rato de aquella conmoción, me tocó encargarme de la comida de Richard.

Pero Richard solo me miró fijamente.

¿Tengo algo en la cara?

“Criada, tienes algo en la cara.”

Así que realmente tengo algo en la cara.

“Parece sangre…”

“…”

“¿Quién te hizo daño?”

Pensé en qué responderle mientras miraba sus complicados ojos azules.

“Ah, esta no es mi sangre.”

Lo conozco.

Su corazón era el de un ser humano que no sentía empatía por otros, pero su caparazón era de un hermoso ser humano.

Actuaba lo suficientemente preocupado como para preguntar, pero yo sabía que solo era una pretensión y una acción poco sincera.

Le respondí con calma. Limpié la sangre que no sabía que estaba en mi mejilla.

“Esta no es mi sangre.”

“No es tu sangre, pero ¿Por qué estaba en tu mejilla?”

“Todo puede pasar.”

“…”

A veces puedes tener sangre en la cara.

Deberías saber eso.

Richard me miró cabizbajo y me mostró su sonrisa habitual.

“No te hagas daño, criada.”

“No me lastimé.”

“Estoy preocupado.”

Solo miré sus cálidos ojos azules.

Dios mío.

Después de la escena, Marie se la pasó molestándome en secreto.

Gracias a Emily, no pudo hacerlo abiertamente, pero el acoso en secreto no cesó.

Filtraba e inventaba información falsa y se metía en mi camino para tomar la comida de Richard.

Entre las criadas, había un rumor infundado que decía que yo había sido maldecida por el monstruo.

¿Qué diablos les pasaba?

No era tan molesto de todas maneras.

“¡Solamente…!”

“Calmate, Emily.”

“¿Me ves calmada? ¿Por qué de repente están haciendo esto? ¿Qué te ha pasado?”

Emily, cegada por el enojo, intentó sacar un cuchillo que tenía escondido en su manga, le detuve apresuradamente.

¿Por qué tiene un cuchillo en su manga?

“Sin violencia, Emily.”

“No puedo hacer esto o aquello. Entonces, ¿Cuál es el punto?”

“¿Qué tal la comida?”

Emily al escuchar eso parecía satisfecha.

De hecho, había una cosa que había estado pensando.

La última vez, las criadas se ofrecieron a cambiar de turno conmigo para el servicio de comida de Richard.”

Pero rechacé su oferta, y la actitud de las criadas cambió a partir de ese entonces.

Parece ser que para la criada llamada Marie, no era bueno que yo estuviera de servicio para servir a Richard…

Una de las cosas que hice de manera diferente a las demás, fue que cuando empezó mi turno vigilé a la criada de la cocina para que no pudiera poner nada en la comida.

¿Marie instruyó a la criada de la cocina para que le pusiera algo a la comida de Richard?

Las piezas del rompecabezas empezaron a encajar.

Hmm- Esto es difícil.

El tiempo que me quedaba con Richard era de 4 días.

¿Debería dejarlas como están?

*****

En estos días, no solo eran las criadas las que actuaban de forma extraña.

“¿Donde más te duele?”

Richard, que es mucho más fuerte que un humano, no paraba de quejarse de que estaba enfermo.

Al principio, me sorprendió un poco escuchar que estaba enfermo pero ya al ser varias veces, la sospecha comenzó a brotar poco a poco.

“No duele mucho, creo que estaré mejor si la criada se queda a mi lado.”

“Si no estás tan enfermo, es mejor estar solo.”

“Por favor, cuídame. Estoy solo cuando tú no estás aquí conmigo.”

Ser amable con un paciente.

Debe haber sido divertido burlarse de mí.

“Y sirvienta, parece que has estado haciéndole compañía al portero.”

Eso se debe a que no quiero que te lastime de nuevo.

“Entonces, ¿No puedes quedarte a mi lado también?”

“¿Qué te pasa?”

“De casualidad, ¿No te gusto?”

Mis manos temblaron mientras sus ojos rebosaban una lamentable belleza.

¿Por qué se ve tan bonito? Maldita sea.

¿Este hombre es así con todas las criadas que vienen a servirle?

“Si, no me gustas.”

“Si tu respuesta es muy honesta, me sentiré lastimado.”

“No pasa nada. No te estás lastimando.”

Si fuera otra persona, su corazón habría resultado herido, pero mi oponente es Richard. Lejos de parecer herido, se rió como si estuviera satisfecho con mi reacción.

En la habitación resonó la dulce risa de Richard.

Mamá, él es tan raro…

“Vale, criada. Entonces, puedes ser mi amiga a partir de ahora.”

“¿Por qué debería serlo?”

“Porque me gusta la criada.”

“No me gustas tanto…”

Cuando respondí sin dudarlo, su expresión cambió ligeramente. Era débil, pero sus ojos se llenaron de emociones…

Tan pronto como me topé con aquellos cautivadores ojos azules, sentí como si me hubieran absorbido y no pude pensar en nada más.

“¿Estás segura?”

Sus brillantes pestañas plateadas y sus labios me hipnotizaron.

Casi corrijo lo que acababa de decir.

Entonces me di cuenta, este es el poder de la belleza.

Richard era bueno encantando personas.

“¡Ejem! Estás hablando demasiado. Por favor, come.”

Puse el plato delante de él.

Cuanto más hablaba con él, más sentía que me estaba involucrando, así que apresuradamente terminé la conversación entre ambos.

Richard me miró como si estuviera mirando mi alma y comió un bocado de su comida.

Al probar la sopa, su expresión se endureció.

“…”

“¿Sabe raro?”

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