El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme Novela capítulo 8

[Traductor: Pryse]

El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme

Capítulo 08

“La criada tiene un fuerte aroma.”

Eso fue lo que dijo la última vez que vine.

Me miró con ojos brumosos, como si se tratara de una bestia cautivada por la belleza de un campo de flores.

“Cuando huelo tu aroma, dejo de sentir dolor.”

“…”

“Me siento bien aunque no haya tomado el supresor mágico.”

Las yemas de los dedos de Richard tocaron mi frente gentilmente. Y luego acaricio mi mejilla con ternura.

“No hay dolor, cuando la criada está cerca de mi.”

Había una calidez anormal en la mirada de Richard. Enfrentando la locura escondida en sus brillantes ojos azules, aparté la mano de Richard.

Mi fuerte instinto me enseñó que si sus grilletes no estuvieran, si lo hubiera conocido fuera de la finca del Marqués… él me habría atrapado, y bajo la afilada hoja de un cuchillo, habría sido diseccionada a causa de su curiosidad.

Sentí una desagradable sensación por todo mi cuerpo que me hizo temblar.

“Esta bien si no estás enfermo.”

De entre mis labios solo salían palabras simples, pero mi mente era un caos con tantos pensamientos complicados acumulados.

“¿En serio?”

“Si. Es mejor no estar enfermo.”

Mi cuerpo tiene aroma.

Solo Richard podía oler un aroma que ni yo, ni Emily, que casi siempre estaba conmigo, ni la gente que me rodeaba podía oler.

¿Me estará mintiendo?

Bueno, no importa. Porque no veré a Richard después de esta semana.

Lo vi comer sin decir ninguna palabra. Me ahorré el hablar el día de hoy.

Ver el transcurso de cómo sus heridas sanan poco a poco rápidamente es asombroso, se siente como si no estuviera en el Reino humano.

Eventualmente, dejé de mirarlo.

Pero, ¿Argen golpeó así de fuerte a Richard en la historia original?

No.

Argen decía que una condición esencial para la belleza era “estar intacto y completo.”

estar intacto y completo.”

Argen odiaba el hecho de que Richard tuviera rasguños en su cuerpo.

¿Por qué Richard está tan lastimado?

No importa cuanto pensara en ello, no podía entenderlo. ¿Realmente lo golpeó Argen?

Cuando Richard terminó de comer, arreglé la vajilla y salí de la habitación.

Tenía curiosidad sobre el asunto y pronto descubrí porque Richard estaba en este estado.

Al salir de la habitación vi algo que no había visto antes, no le había tomado importancia.

Pero solo así pude descubrir quién fue el culpable que hirió a Richard de esta forma.

Fue él…

Le sonreí a la persona frente a mis narices. Pero interiormente estaba sorprendida porque no lo veía venir, fue inesperado.

Una persona que conocía muy bien y había estado viendo todos los días.

“¿Te vas, criada?”

Ahora que nos hemos acostumbrado, el portero me habló al salir de la habitación de Richard.

Observé el látigo que colgaba de la cintura del portero y tranquilamente tomé aire.

Su látigo estaba manchado de sangre.

Así que fuiste tú.

El portero, que me sonrió, se veía diferente a lo habitual.

Si no le hubiera mirado la cintura, ni siquiera me hubiera dado cuenta.

No esperaba que el portero lastimara a Richard.

Tal vez el portero conocía la resistencia monstruosa de Richard y decidió desquitarse.

Si me pongo a pensar bien las cosas, hubiera sido raro que Argen visitara a Richard por estas fechas.

Argen comenzó a visitar a menudo a Richard cuando este desarrolló sentimientos por él.

Entonces, ¿El portero pensó que no lo atraparían?

“Agh, qué dolor de cabeza.”

“Agh, qué dolor de cabeza.”

Si no lo hubiera sabido, no me habría molestado.

Pero, ¿Por qué siguen molestando a Richard?

Aunque Richard tuviera grilletes, tenía el poder de dominar a más de uno.

Tenía muchas ideas nadando en mi cabeza.

Creo que pasé la mayor parte de la mañana solo pensando en eso.

“¡Rosie! ¿En que tanto piensas pensando?”

“¿Solo esto y aquello?”

“Cuando regresas de reunirte con el monstruo, te pones a pensar mucho.”

Ese es todo mi esfuerzo tratando de no pisar una bandera de la muerte.

“Pero Rosie, ¿De verdad lo vas hacer aquí?”

La expresión de Emily se oscureció cuando me vio firmemente sentada con una bandeja llena de patatas al lado del portero.

Le sonreí deslumbrante al portero que estaba a mi lado. La expresión del portero cambió aún más que antes.

¿Qué está pasando? No he hecho nada.

Decidí vigilar de cerca a Richard.

Dado que el portero causó esto y yo no debería estar en peligro, decidí que lo mejor sería vigilar a ambos.

“Le pregunté a la criada principal si podía trabajar aquí, y ella me dijo que no había ningún problema.”

La mirada sombría cada vez más se hacía notoria en la cara de Emily.

“Rosie, sabes que eso no es lo quiero decir.”

“¿Entonces?”

“¿Por qué te esfuerzas tanto? ¿Por qué tienes que pelar patatas delante de la puerta del monstruo?”

Bueno, a los ojos de las personas de este mundo de la novela, puede verse como que estoy armando un alboroto.

“Últimamente has estado actuando extraño, Rosie.”

“Emily, seamos sinceras. Siempre he sido rara.”

“…”

Emily solo se limitó a mirarme sin decir ni una sola palabra, agitó la cabeza y subió las escaleras rumbo al piso 1 de la mansión.

En el lugar, solo se podía escuchar el sonido de las cáscaras de papa cayendo al piso.

“Criada, ¿Qué haces ahí afuera?”

Richard, desde su habitación, me habló a través de la puerta, hasta donde las cadenas de sus grilletes alcanzaban a llegar.

“Estoy trabajando.”

“¿Junto al portero?”

“Así es.”

Richard también cargaba una amarga mirada. Incluso él lo está, pero ¿Qué ocurre con el portero que solo está parado con una cara sin expresión?

El portero estaba nervioso.

“Seamos amigos.”

Descaradamente le comenté al portero, pero en eso Richard me habla.

“¿No quieres ser mi amiga, criada?”

“No quiero.”

Richard me había hablado aún más descarado que yo al portero.

Vete, hoo hoo.

Dije en mi mente como si estuviera exorcizando a un fantasma, corté las patatas mientras me imaginaba haciéndole señas a Richard.

Entonces llegó la hora del almuerzo. Era hora de ir a comer.

“Rosie, ¿Sigues pelando patatas aquí?”

La expresión de Emily seguía siendo la misma. Ella había venido a recogerme para ir a comer juntas.

Mantuve hábilmente mi descaro mientras miraba su expresión.

Emily me dijo que ya era hora de que fuéramos a comer.

Me levanté emocionada de mi asiento.

¿Qué menú habrá hoy?

En la cocina estaban reunidas varias criadas para recibir su comida.

Cuando hice contacto visual con una de ellas, esta evitó mi mirada como si yo fuera algo que le prohibieron ver.

“¿Eh?”

Algo era diferente.

El ambiente se sentía frío y tenso.

Al parecer Emily también lo notó porque frunció su ceño sin disimularlo.

Fui por mi bandeja de comida de todas maneras, pero…

“Dios mío. Lo siento tanto, ¿Qué debería hacer? No tengo sus comidas.”

La criada de tez morena se burló de Emily y de mi.

“¿Qué quieres decir con que no tienes nuestras comidas?”

“Lo que escuchaste, ¿Alguien la habrá tirado accidentalmente?”

“¡Oye!”

Emily muy enfadada se acercó a la criada de pelo castaño.

Me muero de hambre. ¿Qué es esto? Yo también estoy enfadada, pero mejor me quedo en silencio para ver cómo se desarrolla esta situación.

“Emily, he dicho que lo siento. ¿Por qué estás tan enfadada?”

“¿En serio estás pidiendo perdón por haber tirado nuestra comida? ¡Qué demonios les pasa!”

Después de las palabras de Emily, la criada de cabellera castaña me mira y dice…

“Ella es la criada del monstruo, pero ¿Qué pasa si la maldición del monstruo se puede transferir?”

“¿Qué?”

Ante los absurdos comentarios, Emily rodó los ojos y miró a la criada frente a ella.

“¡Qué tonterías estás diciendo, Marie!”

“¿Tontería? Él es un monstruo.”

La criada morena sonrió victoriosa, como si la palabra “monstruo” hiciera de sus comentarios algo invencible.

Esto era ridículo para mi.

Solo han pasado unos días desde que poseí este cuerpo, pero hasta ahora había mantenido una buena relación con las demás criadas.

No había señales de que Rosie tuviera problemas con otras criadas, y si, como dijo la criada llamada Marie, era un problema servirle a Richard. ¿Que pasaba con la gente que le había servido hasta ahora?

“Así que, me preocupa que la maldición se propague. Entonces, ¿Vas a dejar de servirle?”

La criada de cabellera castaña estaba encantada, pensando que yo la obedecería sin rechistar.

Lo pensé.

No te debes de meter con la comida.

“¿Por qué debería dejar de servirle?”

“…”