El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme Novela capítulo 7

[Traductor: Pryse]

El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme

Capítulo 07

El chef cayó ante los halagos de Rosie y había estado ocupado mostrando sus habilidades culinarias.

Decir que el estricto chef sentía agrado por Rosie era quedarse corto. Al ser una criada, no daba mucho mucho problema en la cocina.

“No te pillaron mezclando la fruta con la comida del monstruo, ¿Verdad?”

“¿Qué? ¡No! Siempre lo hago con cuidado de que nadie me vea.”

Entonces, ¿Por qué? ¿Por qué demonios quiere ver cómo se prepara la comida del monstruo?

Marie caminaba de un lado a otro, mordiendo sus uñas, con la ansiedad al tope.

“Rosie, Rosie.”

No había problema si no se añadía hoy, pero si sigue evitando que esta chica lo añada, se iba a convertir en un problema.

El turno de Rosie acaba hasta la siguiente semana. Estaré en una dificil situación si no puedo añadir fruta a la comida del monstruo durante ese tiempo.

“Tengo que pensar una solución.”

Tengo que pensar una solución.”

¿Debería reemplazar al sirviente que se encarga de llevar las comidas?

Si alguien más lo toma, podría añadir el medicamento tal y como antes.”

Sin embargo, lo más preocupante era…

Al principio, todas las criadas odiaban mucho tener que servir al monstruo.

Después de todo, es un monstruo.

Pero sucedió algo extraño.

Las criadas que sirvieron comida al monstruo empezaron a decir que querían continuar sirviendole.

Sin embargo, las criadas eran reemplazadas periódicamente por órdenes del Marqués.

Si a Rosie no le gusta—

Si a Rosie no le gusta—

Hagamos que se rinda por cualquier medio posible.

Rosie no debió haberse entrometido en esto.

*****

Ahora solo quedaban 7 días de mi turno.

Aunque ya sabía cuantos días quedaban, se había vuelto un hábito contar con los dedos.

“Rosie, ¿Escuchaste las noticias?”

“¿Qué noticias?”

Parece que Rosie y Emily tienen una amistad especial. Puede que Emily se haya sentido molesta en algún momento por el extraño comportamiento, pero a pesar de eso me siguió cuidando.

“Están buscando a la hija desaparecida del Conde Herthas.”

¿Conde Herthas?

Suena familiar… ¡Ah!

Es la familia del protagonista secundario masculino, el villano de esta novela.

Yurtha Herthas.

El villano que interfería con todo en lo que estaba involucrado Argen.

La razón por la que Yurtha se volvió el villano es porque Argen mató a su hermana desaparecida.

Cuando vió el cuerpo de su tan amada y esperada hermana regresar a casa como un cadáver, Yurtha se cegó por la sed de venganza, así que se acercó a Argen.

Pero al final, se enamoró de él.

Yurtha mostró su extraña obsesión por él, diciendo que si no podía tenerlo, lo iba a destruir por completo.

Hasta este punto, Yurtha parecía sub-protagonista masculino con una triste historia, pero no lo era.

< Me destrozaste, ¿No deberías ser arrojado al abismo? >

— Fue lo que dijo Yurtha en la novela.

Era un loco que trataba a su hermana como si solo fuera de su propiedad.

“Debe haber huido de casa hace unos dos años.”

“¿Por qué buscan a alguien que huyó de casa hace dos años?”

“No sé cómo son los aristócratas. ¿No habían intentado venderla a través de matrimonios arreglados demasiado tarde?”

Asentí bruscamente.

“He oído que la recompensa es enorme. Dicen que la recompensa es una mansión.”

Los ojos de Emily brillaron mientras hablaba de la recompensa.

“No creo que haya tal cosa como un retrato. ¿No mencionaron que tenía los ojos y el pelo rosado?”

“…”

Pensándolo bien, este cuerpo que estoy poseyendo tiene en común esas dos mismas características…

Los ojos de Emily se agrandaron sorprendidos.

“Piénsalo bien, Rosie. Tú también…”

“No sabía que me descubrirían tan fácil. En realidad, yo soy la hija del Conde Herthas…”

“Si, claro.”

Emily apartó su cabeza sin expresión alguna, como si su interés se hubiera calmado.

Necesito ir a conseguir el desayuno de Richard.

También es necesario ver cómo lo preparan para asegurarme que no le pusieran nada a la comida.

“Hola, Rosie.”

Mientras tenía mi conversación con Emily, unas criadas se acercaron a nosotras.

“¿Qué pasa?”

“No es nada, solo… parece que te cuesta servir comidas al monstruo.”

“-¿Huh?”

“¿Nos dejas hacerlo por ti?”

Las criadas me miraron preocupadas, pero sentía algo más, algo extraño en ellas.

La forma en la que me han visto yendo a dejarle la comida a Richard, como si estuviera yendo al matadero, ¿Les ha causado empatía?

¿Se sienten tan dispuestas a ayudarme?

Eso no puede ser cierto.

No se a que están jugando, pero yo no quiero jugar con ustedes.

Trataron a Richard como un monstruo y se lo pasaron uno al otro, pero de repente cambiaron de opinión y ahora quieren ayudarme.

Más sospechoso aún, son criadas que ni siquiera son cercanas a mi.

“Muchas gracias. No sabía lo bueno que era trabajar con gente tan amable como ustedes.”

“Entonces Rosie—“

“Pero estoy bien. No soporto dejar a medias un trabajo encomendado.”

En lugar de revelar mis sentimientos de desagrado, sonreí con gratitud.

Sería bueno que pudieran reemplazarme en mi turno de llevarle sus comidas a Richard, pero si algo le pasaba, lo más probable es que me van a responsabilizar a mi por ceder mi turno antes de tiempo.

Considero que lo mejor es seguir con mi turno hasta que este finalice.

“¿Qué quieres decir? Eso no va a pasar. Solo queremos ayudarte.”

“No. No me siento cómoda dejándole mi trabajo a otros. Aparte, el chef me entrega la comida de inmediato, por lo que no es difícil.”

“¿Es así…?”

Las criadas aún no borraban de sus rostros esa expresión de preocupación.”

“Rosie. La verdad es que—”

La chica iba a decir algo pero fue interrumpida por otra, le agarró el brazo como si le estuviera diciendo que no dijera nada.

¿Qué está pasando?

Estoy segura de qué hay algo pasando aquí.

“Está bien, Rosie. Entonces, buena suerte.”

Parecían ser palabras dichas por el posible duro futuro que me esperaba.

Sospechoso…

Tenía varias dudas, pero no tenía tiempo para preocuparme por resolverlas.

Llegué a la cocina a toda prisa antes de que llegara la criada del lugar y me encargué de vigilar que no le pusiera nada extraño a la comida.

Luego cogí en mis manos la bandeja de comida de Richard y me encaminé hacia su lúgubre habitación en el sótano.

A veces hacía contacto visual con el portero que custodiaba la entrada a la habitación de Richard, pero se había desarrollado una estrecha relación entre él y yo.

“Buenos días. Buen trabajo.”

“Gracias, criada.”

Después de saludarlo con energía, entré a la habitación de Richard.

Pero…

Dios mío, ¿Qué es esto?

La bandeja casi se me cae de las manos.

Pensé que estaba imaginando cosas, así que me tallé los ojos para corroborar que no estuviera viendo mal.

No pude contenerme, mi boca se abrió por inercia al ver tal escenario.

“Cómo…”

Semi desnudo, Richard estaba tirado en el suelo, agotado.

Honestamente su cuerpo semi desnudo es bastante hermoso.

Las líneas marcadas de sus músculos eran lo suficientemente sensuales y mágicas como para hacer parecer que Dios invirtió mucho tiempo en ellos.

Pero eso no fue lo único que llamó mi atención.

En su torso desnudo, había marcas rojas. Eran muchas marcas.

Eran marcas de látigo.

“…”

Me había quedado sin palabras.

“-Ah.”

La voz somnolienta de Richard rompió el silencio que había creado mi reacción.

“Criada.”

Escondí mis sentimientos de sorpresa y pasé la comida de Richard a un plato normal, tal y como lo he estado haciendo.

No le pregunté cosas como si estaba bien o si le dolía mucho.

Si no puedo ayudarlo es mejor fingir que no vi nada, y si trato de consolarlo sólo sería una hipócrita.

“¿Fue una mentira eso de que eres amable con los pacientes?”

“Si quieres, te puedo traer medicinas para el almuerzo.”

“¿Esa es la amabilidad de la criada?”

“Estás hablando como si quisieras otro tipo de ayuda.”

Richard solo me miró sin responder al instante, cómo de costumbre.

Sus ojos azules, que se sentían como un lago tranquilo, hoy se sentían como ver el mar.

Solo mirándolos, sentí que estaba atrapada entre las olas sin poder volver a la orilla, hundiéndome lentamente en la oscuridad del mar.

“Eso es extraño.”

Los belfos rojizos de Richard se curvaron suavemente mientras me miraba.