El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme Novela capítulo 12

[Traductor: Pryse]

El Maníaco Obsesivo Intenta Confinarme

Capítulo 12

Sus ojos se oscurecieron sin razón aparente.

“¿No debí haber dicho que no?”

“...De ninguna manera.”

Se rió de mi respuesta como de costumbre.

“Tenía curiosidad de saber la razón.”

“Porque es un trabajo que no suelo hacer. Lo rechacé ya que estoy acostumbrada a lo que estaba haciendo antes, que es servir comidas.”

“¿Es así?”

“Si.”

No sabía por qué tenía que andar hablando de esto como si le estuviera explicando.

Richard no preguntó más, aparentando saber mi respuesta, pero de alguna manera se sentía confusa, así que me paré manteniendo distancia y lo miré fijamente.

“¿Por qué me miras así?”

“Porque eres guapo.”

En respuesta a mi halago sin alma, Richard abrió los ojos sorprendido.

“Espero estar complaciendo a tus ojos, criada.”

¿Dónde aprende palabras tan astutas?

Con esa cara, sus ojos se doblegaron maravillosamente, y fue fascinante hasta el punto de poder marear al espectador.

Alejé mi cabeza y saqué su comida.

A como yo lo veo, su rostro puede ser peligroso.

“¿Por qué ya no me estás mirando?”

“No quiero verte.”

Richard rió nuevamente con mi respuesta.

Es un hecho, el protagonista masculino de esta novela es impredecible.

*****

Emily estaba preocupada por Rosie.

Recientemente Rosie había mostrado cambios en ella.

Rosie, a quien Emily conocía, estaba algo indefensa…

Emily conocía a Rosie incluso desde antes de entrar a la mansión del Marqués, habían estado juntas desde hace mucho tiempo.

Fue ella quien ayudó a Rosie a conseguir un empleo aquí.

“La alimenté y la crié”.

“La alimenté y la crié”.

Emily la conocía muy bien.

Su cambio repentino fue extraño, pero no odiaba la nueva apariencia en su cara.

De hecho, fue bastante bueno.

Porqué Rosie era valiosa para Emily.

‘Más que eso-‘

Emily recordó cómo la había pasado Marie.

Las cosas se iban a tornar peligrosas.

Emily vió los ojos con los que Marie miraba a Rosie.

Sus ojos desbordaban malicia pura.

Con la larga experiencia de Emily, ella sabía lo que la gente con esa mirada hacía.

“Debe ser bastante peligrosa”.

“Debe ser bastante peligrosa”.

Eran ojos de una persona que causaría problemas.

Desafortunadamente, la intuición de Emily acertó.

Marie agarró toda la fruta que había escondido y la escondió en su bolsillo para que no la averiguaran.

*****

Esto es ridículo.

Marie fue encarcelada en su propia habitación y se le dijo que reflexionara de sus actos.

Se mordió tanto las uñas que reveló la carne. La sangre brotó pero ella continuó a pesar de todo.

Estaba al borde de entrar en pánico.

Marie caminó de un lado a otro por bastante rato antes de que decidiera parar.

El plan que ideó antes tenía que ejercerse ahora.

Esa era la única manera en la que ella podría sobrevivir.

Esperó impaciente a que pasara el tiempo.

Deseando que el anochecer se convirtiera en un amanecer, porque era un momento en el que nadie andaba por los pasillos.

El tiempo se sintió como una eternidad y todos en la mansión ya estaban durmiendo, Marie se puso manos a la obra.

Se dirigió directamente a la habitación del sótano donde estaba confinado el monstruo.

El portero que custodiaba la puerta de la habitación subterránea dormía mientras cabeceaba.

“Despierta.”

“Ugh…”

“¡Dije que despertaras!”

Marie pateó la pierna del portero dormido, el portero agitó la cabeza sorprendido por el golpe.

Sus ojos se atenuaron.

El portero había visto pasar a Marie varias veces.

Por lo tanto, él estaba enterado de lo que había pasado hoy.

“Tengo algo que hacer.”

¿Está loca?

El portero, impactado por las palabras de la mujer, parpadea simultáneamente.

“No se que estés pensando, pero me negaré. Mis oídos no son sordos, aunque trabaje en un lugar en el que no estoy a menudo.”

“…”

“Criada Marie, escuché que el monstruo había estado comiendo algo sospechoso.”

“No fui yo.”

“De todos modos, las circunstancias encajan, ¿O no? Se todo lo qué pasó hoy, incluido el hecho de que la criada, que tiene turno de servir al monstruo, informó todo al mayordomo.”

Marie miró con ojos feroces al portero.

Se alejó un poco por la mirada punzante de Marie.

“Entonces… ¿Puedo revelar que eres un espía?”

La cara del portero se distorsionó.

¿Cómo sabía que él era un espía?

El portero de lo sorprendido que estaba no pudo decir ni una palabra. Endureció su ceño y las yemas de sus dedos se enfriaron.

“Una persona que está al tanto de este asunto-”

“Si soy la única que lo sabe, ¿Me matarías?”

Él no tenía idea de cómo lo sabía, pero lo que sí sabía es que tenía que lidiar con la mujer que sabía su secreto.

De lo contrario, estaría en peligro.

Marie se rió de los pensamientos del portero como si los hubiera leído.

“Ni siquiera sueñes con ello. ¿Creés que no soy precavida?”

Los ojos del portero temblaron.

Marie se sintió aliviada de ver su reacción porque en realidad no había ningún plan.

De hecho, solo estaba jugando, no había ningún plan.

Realmente fue una coincidencia que el portero fuera un espía.

Si Marie no hubiera salido por la noche en secreto a encontrarse con la criada de la cocina, ella no habría visto al portero en contacto con el mundo exterior.

“Si no quieres que te atrapen, coopera conmigo.”

El portero se resistió durante mucho tiempo.

Ahora solo había dos personas aquí que sabían el secreto del portero.

Una era Marie, que lo estaba amenazando en ese momento, y la otra es Richard, el monstruo de la habitación.

No sabía lo que hizo el monstruo para darse cuenta de que es un espía.

Cuando el monstruo le susurró al portero que sabía su secreto, el portero perdió la compostura.

Perdió la compostura y utilizó la violencia contra el monstruo. Era una idea complaciente que podía usar para meterle miedo.

Incluso si lo hería, la resistencia del monstruo era muy alta, por lo que se curaría rápidamente.

Sin embargo, no importa cuanto lo golpeara, los ojos del monstruo continuaban irradiando arrogancia, y al final, el portero no tuvo más remedio que mantener la boca cerrada.

Tuvo que seguir a Richard, el monstruo.

Por ejemplo, proporcionarle comodidad sin ser detectado o proporcionarle información necesaria para su fuga.

El portero, que había estado pasmado recordando malos momentos, finalmente habla con Marie.

“…¿Hay algo que quieras?”

Desafortunadamente, no pudo hacerle nada a Marie, que estaba frente a él.

Marie no solo era una criada, sino también una mujer de familia noble, y que era favorecida por la criada principal.

Pensó que sería molesto matarla.

“Así es. Le pedí que mezclara la fruta con la comida.”

Era una confesión que el portero no quería oír.

Era un secreto, pero al mismo tiempo tampoco lo era. En el momento en el que Marie confesó lo que hizo, el portero no tuvo de otra más que cooperar con ella.

“La criada de la cocina está en la cárcel y yo estoy reflexionando por mis acciones. Pero si consigo que alguien más ponga fruta en la comida, demostrará que yo no soy la culpable.”

“De ninguna manera. ¿Qué intentas que haga?”

Marie sonrió y colocó los frutos en las manos del portero.

“Es más de lo habitual, así que si lo pones en su comida, hará efecto de inmediato.”

“…”

“Por cierto, esto está destinado a ser el trabajo de Rosie.”

Quería hacerlo ver como si Rosie fuera la culpable.

El portero no hizo comentarios y solo recibió la botella de fruta que Marie le dió.

Expresó sus disculpas a Rosie, quien siempre le había sonreído y saludado amablemente.

No importa que el asqueroso monstruo estuviera allí, pero Rosie era una criada adorable y frágil que tenía que ser protegida.

Sin embargo, el portero le tuvo que hacer algo dañino a Rosie para poder sobrevivir.

“Lo siento.”

“Lo siento.”

Se disculpó continuamente con Rosie.

Pero…

Lo que no sabían es que había una tercera persona escuchando todo.

“Ah.”

Dentro de la lúgubre habitación.

El monstruo con los ojos cerrados se echó a reír.

Su belleza se parecía a la de un ángel con un himno sagrado.

“Criada, las cosas se pondrán divertidas.”