Después De Mi Muerte Mi Marido Enloqueció Novela capítulo 53

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

*Sonidos*

T/N: (nota de traductor)

Después de mi muerte, mi marido enloqueció

Capítulo

"Ugh..."

Inclinado hacia atrás en su silla, Dehart no tenía camisa. Estaba sudando profusamente, y un gran moretón azul se asentó en la parte baja de su espalda, hinchándose horriblemente.

"¿Se encuentra bien?"

El caballero preguntó con cautela mientras aplicaba un remedio a base de hierbas en la espalda de Dehart y lo envolvía cuidadosamente con un vendaje fresco. En respuesta, Dehart escupió una fuerte reprimenda como si lo hubiera estado guardando dentro de él.

"¿Te parece que estoy "bien"? No puedo creer que seas caballero cuando tus ojos ni siquiera funcionan. Mejor vete y dedícate a otra cosa".

A pesar del comentario agresivo, el caballero permaneció en su lugar. Se retiró, se aseguró que Dehart, dejando de lado el arrebato, todavía conservaba cierta apariencia de cordura.

Dehart se inclinó sin palabras con la cabeza contra el respaldo. Solo sus dos ojos brillaron en su cara, pero lo demás, se encontraba sin emociones.

De alguna manera, en su mente, Denisa ya se había convertido en la despreciable criada que había traicionado a Sebelia. Por supuesto, Denisa apuñalándolo por la espalda y huyendo tuvo mucho que ver con ese juicio.

“Pero aun así, ya ha sido atrapada".

Dehart murmuró indiferentemente, mirando la carta arrugada en su mano, una carta tomada de la casa de Denisa.

"Esta vez, no dejaré que se me escape…"

Su voz indiferente pero persistentemente llenó la habitación. En ese momento, el caballero que esperaba afuera sintió un escalofrío correr por su columna vertebral.

"Ugh..."

Sacudió la cabeza, pensando en el terrible futuro que le esperaba a la mujer que había huido.

‘¿Por qué hizo eso? De todos modos, no duraría mucho’.

Con un suspiro, el caballero recordó el día en el que había pasado todo esto.

* * *

Todo iba bien... al principio.

"Haré lo que me diga, mi Señor".

Después de que Dehart señalara de manera persuasiva y amenazante a la gente que la perseguía, una por una, Denisa se rindió sin resistencia.

"No quiero estar en la posición de que me quiten la vida en un momento por algo desagradable", dijo con calma.

Dehart sonrió satisfecho. "Bien. No eres tan tonta como pensaba".

Con eso, Dehart la trajo de vuelta a su residencia con el pretexto de garantizar su seguridad, y comenzó un interrogatorio implacable en el transcurso de varios días.

"Lo que más quiero saber es lo que le pasó después de que me fui".

Golpeó sus uñas rotas contra el escritorio.

"El día que me fui, justo antes de nuestro aniversario, y después de eso... todo hasta su muerte. Necesito saber todo lo que sucedió durante ese tiempo".

Mientras hablaba, de vez en cuando se aclaraba la garganta como si sus propias palabras lo estuvieran asfixiando.

Denisa lo miró con ojos ilegibles y dijo: "Como el duque ya sabrá, la señora, o más bien, señorita..."

"Llámala como quieras".

"Verá, la señorita no se sintió tan decepcionada o herida como podría haber pensado".

"...¿Qué?"

La cara de Dehart se congeló. Su mano, que había estado golpeando el escritorio, permaneció suspendida en el aire. De pie como una estatua frente a él, Denisa continuó en silencio.

"La señorita se cansó que durante mucho tiempo el amor no fue correspondido, por lo que no poder pasar su aniversario juntos solo endureció su determinación, no la rompió".

Los labios de Dehart, agrietados y tensos, se cerraron y se volvieron a abrir varias veces.

"Parece que ella ya se había dado por vencida conmigo".

"Sí".

Denisa asintió sin dudarlo, y los ojos dorados de Dehart se congelaron como glaciares.

"Ella ya se había despedido del duque en su corazón".

"Eso no puede ser cierto".

‘No puede ser. ¿Qué tan terribles fueron las heridas que le infligí?’

"¡...!"

Dehart se estremeció involuntariamente ante el pensamiento subconsciente que surgió. Perderla una vez y ser perseguido de nuevo por un pensamiento tan lamentable.

Incapaz de continuar, sus labios pálidos y congelados finalmente murmuraron: "Vuelve en una hora".

Su estómago se agitó. Inclinando la cabeza, Dehart cogió el frasco de la medicina.

Los días pasaron de manera similar. En lugar de descubrir la verdad detrás de la muerte de Sebelia, Dehart se dio cuenta de lo agotada que había estado en su vida y de cuánto dolor soportó a causa de él.

‘YO... YO…’

De vez en cuando, Denisa testificaba sobre el acoso al que se enfrentó Sebelia por parte de Glenn y Flora.

"Escuché que Flora una vez interfirió con la dote de Lady Sebelia".

Tales historias se registraron meticulosamente por separado para ser utilizadas como evidencia más adelante.

Durante este período de cooperación, un día, Denisa planteó un nuevo tema.

"De hecho, tengo un diario que la señora solía mantener en secreto".

"¿Por qué mencionas esto ahora?"

Dehart cuestionó bruscamente, pero Denisa rechazó con calma su investigación.

"Las notas del diario de ese día son más como notas cortas o memorandos. Sin embargo, pensé que podría ser útil informar a su Gracia".

"Dime dónde está. Instruiré a los caballeros para que me lo traigan".

"No, es un artículo que ella me dejó directamente. No puedo confiarlo a otra persona".

Dehart miró a Denisa con irritación, pero finalmente cedió. Tampoco le gustaba que otros manejaran sus pertenencias.

Así, Dehart, acompañado por Denisa y varios caballeros, se dirigió hacia la calle Ellard.

"Asegúrate de que no pasen personas sospechosas por esta zona", instruyó Dehart a los caballeros.

Al entrar en la casa con Denisa, Dehart se sorprendió cuando lo golpeó inesperadamente en la parte posterior de la cabeza.

"Perdóneme, su Gracia",

Se quejó ante la aguda sensación de una puñalada puntual en la parte baja de su espalda.

"Por última vez, déjeme asegurarle que sus delirios están fuera de lugar".

"Tú, esto es..."

‘Cling, cling’

La punta afilada de la pluma goteó un veneno letal azul profundo.

"Por favor, déjela ir".

Desafortunadamente, su súplica susurrada no llegó a los oídos de Dehart.

FELIZ NAVIDAD <3