Después De Mi Muerte Mi Marido Enloqueció Novela capítulo 49

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

*Sonidos*

T/N: (nota de traductor)

Después de mi muerte, mi marido enloqueció

Capítulo 49

Presionando hacia abajo en el probable lado lastimado, Dehart abrió los ojos.

‘¿Qué le pasa?’

Denisa contuvo la respiración momentáneamente, pero rápidamente recuperó la compostura.

‘Mantengámonos tranquilos por ahora’.

Respirando hondo, ella lo saludó de una manera extremadamente educada, pero distante.

"Ha pasado mucho tiempo, mi Señor. ¿Qué lo trae aquí?"

Fue un saludo impecable, pero no hubo disculpas por golpearlo con el paraguas. En ese sentido, la predicción de Dehart sobre las ganas de Denisa de maldecirlo al ver su cara no estaba del todo equivocada, dadas las circunstancias.

"He oído rumores sobre el ambiente inquietante en Hillend Hall últimamente..."

Denisa dijo, echando un vistazo brevemente a la apariencia de Dehart. Su cabello negro estaba completamente despeinado. Este abrigo, aunque sin duda está hecho de material fino, fue lanzado al azar como si tratara de coincidir con esos ojos que parecían parpadear de locura. Parecía que estaba a punto de caer en la desesperación en cualquier movimiento por la pérdida de un ser querido.

‘¿Podría ser que el periodico tenía razón?’

Que había perdido la cordura debido al dolor de perder a la duquesa, ¿era cierto?

‘Cómo se atreve a venir así…’

El comportamiento de Denisa se volvió cada vez más helado por su audacia. Dehart la miró con una sonrisa torcida.

"Ayudo a alguien que parece estar en peligro, y en lugar de gratitud, me encuentro lidiando con una criada que se pone violenta con su antiguo amo".

Al ver a Denisa sorprendida por sus palabras, presionó firmemente su lado herido. Estaba terriblemente frustrado por lo absurdo de esta situación, pero tiene que contenerse.

"Creo que hay algo que tú y yo tenemos que discutir".

Denisa era la persona más cercana que sabía la verdad sobre la muerte de Sebelia, la única.

* * *

Mientras tanto, Sebelia se estaba deteriorando constantemente debido a su enfermedad.

"... No puedo comer".

Ella tragó en seco, a pesar de que la comida frente a ella no era nada en comparación con la mala comida que había estado comiendo en Hillend Hall. Parecía tan deliciosa, pero probablemente se convertirían en piedra en el momento en que le pasaran por la garganta.

Con una sonrisa amarga, Sebelia tomó un sorbo de la sopa acuosa.

"Ja..."

En su mirada tranquila y decidida, un indicio de arrepentimiento parpadeó.

"Sí, este es mi destino. Por un momento, casi caigo en una falsa esperanza".

Ella se rió, una risa teñida de resignación.

No importa cuánto lo pensara... sin duda, fue la enfermedad de Reese con la que estaba afligida. Sebelia recordó las palabras del médico de Ursic mientras bebía lentamente agua tibia.

[Actualmente, está en una etapa en la que los órganos internos se están ralentizando, pero a medida que pasa el tiempo, también perderás gradualmente la capacidad de mover las manos y los pies.]

Justo esta mañana, Sebelia salió de la cama y se torció el tobillo. En el proceso, se lesionó ligeramente los hombros y la espalda. Y no fue su estado mental borroso o la alfombra esponjosa bajo sus pies lo que causó este trágico accidente.

"...No pude poner ninguna fuerza en mi pie".

En ese momento, sus pies y manos, que se habían vuelto tan rígidos como las astillas de madera, eran los culpables.

"¿Cómo pudo suceder esto?"

Sebelia estaba profundamente conmocionada. Cuando volvió a reunirse con el médico después, él la miró con lástima mientras hablaba.

[...Incluso si es la enfermedad de Reese, ese hombre debe tener una manera de ayudarte, así que no te rindas, ve a buscarlo.]

¿Por qué desean que viva tan fervientemente?

Sebelia, momentáneamente desconcertada, miró su reflejo en el espejo y se dio cuenta.

‘...Yo... Esperaba que no fuera una enfermedad incurable’.

Mirando a sus ojos azules, vio una desesperación cansada y desgastada y se dio cuenta. En realidad, ella transmitia con su mirada que quería ser curada. Ella tenía algo de esperanza, un rayo de expectativa. Y deseaba que alguien reforzara esa esperanza y certeza, esperando una carta de Denisa, con la esperanza de que la presionara para que buscara tratamiento.

‘Denisa definitivamente me diría que fuera a buscar una cura’.

¿Por qué era tan cobarde?

Perdida en la contemplación, Sebelia fue interrumpida por el empleado del hotel que se le acercó.

"¿Eres la huésped que se aloja en la habitación 204?"

"Sí, ¿qué puedo hacer por ti?"

"Como no estabas en tu habitación, vine a buscarte. Esta carta urgente acaba de llegar a nuestro escritorio".

El empleado colocó con cautela un sobre blanco sobre la mesa.

Sebelia tenía un mal presentimiento sobre esto.

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Les agradeceria mucho si me apoyaran puntuando la novela y comentando lo que les parece esta novela hermosa en la zona de comentarios donde está la sinopsis <3

Si veo mucho apoyo, haré un especial de varios capítulos!