Después De Mi Muerte Mi Marido Enloqueció Novela capítulo 38

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

*Sonidos*

T/N: (nota de traductor)

Después de mi muerte, mi marido enloqueció

Capítulo 38

Denisa y Sebelia decidieron separarse temporalmente como medida de precaución. En caso de que alguien albergara sospechas sobre su muerte e investigara más a fondo, naturalmente, primero buscarían a Denisa.

"Entonces volvamos a vernos en un mes".

"Sí. En realidad, podrías quedarte más tiempo..."

Las palabras de Sebelia provocaron un parpadeo de preocupación en Denisa.

"Sabe que he pasado más tiempo con usted que con mi propia familia, ¿verdad?"

"...lo sé, por supuesto".

Sebelia abrazó a Denisa con una sonrisa encantadora. A decir verdad, estaba internamente ansiosa. Nunca había estado lejos de Denisa durante tanto tiempo, a excepción de cuando había sido abandonada en el monasterio.

Sebelia le habló seriamente a Denisa: "No hay necesidad de que regreses conmigo pronto. Reúnete con tus seres queridos en la capital... y luego regresa conmigo".

"Eso también va para usted, jovencita. No se apresure. Envíe una carta tan pronto como llegue".

"Entendido".

Después de despedirse de Denisa, Sebelia regresó a casa, empacó sus pertenencias y se preparó para irse. Incluso si fue solo por un corto tiempo, estar aquí le recordó lo que era tener un hogar de verdad.

"Ahora sé lo que es tener un hogar de verdad".

Cerró la ventana y la puerta con una mirada de orgullo en su rostro. Luego, como Denisa le había enseñado, se subió al carruaje y se puso en marcha hacia el este.

"Tengo un pariente en el Este", dijo, "y es un buen lugar para vivir, donde los desastres no son tan comunes".

Sebelia entabló una conversación con la mujer de mediana edad sentada frente a ella que había conocido hace solo diez minutos, pero se sentía como si hubieran sido amigas durante una década.

"Usted es bastante amable", continuó Sebelia.

"Toma algo de esto. Te ves demasiado delgada, jovencita".

"Se lo agradezco".

Sebelia aceptó voluntariamente una manzana brillante y madura.

Este es un buen comienzo.

A pesar de las preocupaciones de Denisa, tenía la corazonada de que solo cosas buenas saldrían de esto.

‘Si tan solo pudiera permanecer así hasta que estemos juntas al este’.

Con un aleteo de emoción en el pecho, Sebelia sonrió débilmente. A veces tosía sangre debido a su enfermedad, pero...

Todos los días desde que se alejó del ducado se había sentido como un sueño.

* * *

La mansión era una vista desolada en la oscuridad de la noche. El duque no solo se había vuelto loco e incendió la mansión, sino que también intentó quemar a la gente con vida.

"Ugh..."

Los sirvientes se dieron la vuelta, gimiendo de angustia. Algunos yacen con los ojos bien abiertos, incapaces de dormir. No es de extrañar que hubieran pasado tantas cosas en una noche.

"..."

Mientras todos los demás estaban plagados de sus propias pesadillas, un hombre se acercó cautelosamente a través de la silenciosa ala este. Era Ryan. Caminó despacio, sus tranquilos ojos oscuros escaneando cada esquina.

De repente, se detuvo.

"Señor Ryan".

"Lucien".

Un caballero de patrulla se le acercó con un saludo. Ryan devolvió el saludo sin pensarlo dos veces. Por un breve momento, hubo una incomodidad entre ellos. Ryan estaba un poco perplejo, pero pronto se dio cuenta de la razón. Lucien fue uno de los caballeros que habían intentado capturarlo por orden de Flora.

Sin embargo, Ryan no guardaba rencor. Como caballero de la familia, a veces tenía que hacer cosas en contra de su voluntad. Además, dada la condición actual de Dehart, no había espacio para hablar sobre asuntos triviales.

"Bueno, señor Ryan".

Pero el hombre llamado Lucien parecía tener negocios con él. Ryan giró la cabeza para mirarlo.

"¿Qué pasa?"

"...La señora Glenn se quedará al lado de la señorita Flora esta noche. La señorita Flora se ha sentido inquieta y la señora Glenn piensa que no debería quedarse sola".

Las palabras salieron sin contexto, y Ryan le miró atenta mientras hablaban. Lucien dudó, apretó el puño e inclinó la cabeza.

"Terminaré mi patrulla".

Lucien se giró y desapareció con un paso rápido. Ryan observó brevemente su figura en retirada y luego giró la cabeza hacia una cierta dirección.

* * *

Fue solo por casualidad que Ryan vio a Glenn ir con prisa, después de apenas someter a Dehart y asegurarse de que estuviera a salvo en algún lugar.

"Esa es..."

Sin embargo, ¿no se suponía que Glenn debía estar acostada con la cara pálida, rodeada de criadas y médicos en la casa principal, recuperándose a lado de Flora de lo que había pasado?

‘Definitivamente no estaba bien última vez que la vi’.

En ese corto tiempo, aparentemente recuperó sus sentidos y fue al salón principal de todos los lugares.

Ryan entrecerró los ojos. Glenn, saliendo del edificio carbonizado, estaba recuperando el aliento. Ella sostenía algo firmemente contra su pecho, inclinándose un poco.

"Ja... ja..."

Por un momento, una sonrisa diabólica tiró de las esquinas de la boca de Glenn. Luego levantó la cabeza, mirando a su alrededor para ver si había alguien cerca.

Ryan se escondió inmediatamente y observó sus movimientos. En una inspección más cercana, Glenn parecía estar sosteniendo algo: un pequeño joyero.

‘¿Ella entró y salió del edificio humeante por eso?’

Debe haber sido tan precioso como la vida misma, de lo contrario la orgullosa señora Glenn no habría emprendido una tarea tan laboriosa.

Ryan enderezó su ropa y vio a Glenn alejarse como si nada hubiera pasado, endureciendo su determinación.

‘Esto podría ser útil’.

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