Después De Mi Muerte Mi Marido Enloqueció Novela capítulo 34

[Traductor: Pryse]

“Diálogos”

‘Pensamientos’

*Sonidos*

T/N: (nota de traductor)

Después de mi muerte, mi marido enloqueció

Capítulo 08

Cayeron largos mechones de pelo, en cascada hasta el suelo.

"Bueno, debería haber hecho esto hace mucho tiempo".

Sebelia mostró una ligera sonrisa mientras sus hombros se sentían notablemente más ligeros.

"Listo".

Después de pasar los dedos por su cabello una vez, miró el suelo. Las hebras, nutridas durante tanto tiempo, se dispersaron como hilos desenredados. Sebelia no podía creer que hubieran venido de su propia cabeza.

"Pero ha cortado demasiado", dijo Denisa. "Cortar hasta los hombros es... bastante".

Sebelia dejó a Denisa absorta en el arrepentimiento y cogió la escoba, sin querer que le hiciera sentir mal esta terrible pérdida.

"El cabello crece con el tiempo", dijo Sebelia en un tono informal, barriendo su cabello a la basura. "No necesito ser nutrida por el dolor cuando ya he descartado el pasado. Así que no te pongas triste, Denisa".

Ella lo decía en serio. Los recuerdos de Wheddon y el tiempo en Inverness ya no significaban nada para ella.

"Y en realidad, traté de cortarlo una vez antes, aunque nunca lo conseguí porque la gente se opuso".

Recordando ese momento, Sebelia se rió amargamente. Después de establecerse en Inverness, tenía la intención de cortarse el pelo como ahora. Si no fuera por las palabras de Dehart, seguramente lo habría hecho.

[El norte se vuelve más frío de lo que imaginas.]

[¿Qué?]

Fue un comentario improvisado, pero Dehart parecía bastante serio.

[Para los norteños, el cabello es como un abrigo de invierno, y... ¿no se te enfría el cuello cuando caminas con una coleta atada así?]

Con una mirada aprensiva en sus ojos, él mismo le desató el pelo y lo cepilló hacia atrás.

[Es verdad. Se siente mucho más cálido.]

En un momento dado, Sebelia se despertó y encontró un pequeño alfiler escondido detrás de su oreja. Eventualmente, se quitó la idea de cortarse el pelo.

‘Tuvimos momentos como ese’.

Sebelia sacudió la cabeza, recordando un recuerdo que ya no necesitaba volver a tener en mente. Una vez, había soñado con reavivar su relación con Dehart.

"Pero ya no".

La Sebelia Inverness del pasado estaba muerta. Era hora de que ella pudiera seguir adelante con su vida. No había razón para usar el cabello que había crecido en ese tiempo como una carga.

"Ah..."

Aún así, Denisa no podía sacudirse la sensación de arrepentimiento.

‘Bueno, no es una decisión fácil cortar el cabello hermoso durante más de veinte años de una sola vez’.

Recordando a Nelia, que apreciaba su cabello tanto como su vida, Sebelia se encogió de hombros.

"El cabello crece mucho cuando se deja por su cuenta, así que deja de suspirar y ayúdame a teñirlo". Sebelia agarró la manga de Denisa como una niña. "¿Sabes cuánto envidiaba tu cabello cuando era joven? Se veía mucho más bonito en comparación con mi color pálido".

Sebelia sacó un tinte de pelo castaño que compró en la farmacia y lo puso sobre la mesa.

"Tiene algo con las palabras".

"Ahora que ya no soy duquesa, todavía necesito hablar bien para que me prestes atención", dijo.

Denisa no pudo evitar sonreír al comportamiento inevitable de Sebelia. Un rato después, las dos se sentaron junto a la ventana soleada. Sebelia le encomendó su cabello a Denisa y hojeó las páginas de un libro. Había un tenue olor a una sustancia desconocida, que le hacía cosquillas en la nariz, pero no era particularmente molesto.

De hecho, había algo más que la estaba molestando mucho.

Al darse cuenta de que había estado hojeando la misma página en repetidas ocasiones, Sebelia cerró el libro y le preguntó a Denisa: "Mi padre... asistió al funeral, escuché".

Un breve silencio permaneció entre las dos. Denisa dudó antes de asentir con la cabeza. Como plebeya, no pudo asistir al funeral. Sin embargo, hubo rumores que escuchó antes de partir.

"Escuché que parecía profundamente triste. Aunque... podría no haber sido genuino".

"Sí. Por supuesto, habría actuado así".

Si su padre realmente sintió remordimiento, ¿cómo podría atreverse a mostrar su cara en su funeral?

"Es divertido. Supongo que estaba esperando tontamente algo diferente", suspiró Sebelia y se frotó las yemas de los dedos.

Era natural que el Barón de Wheddon asistiera a su funeral.

[Tu madre te pasó esa sangre sucia.]

[Lamentable, esperando que incluso la mitad de la sangre de Wheddon fluya en ti.]

No importa cómo la tratara en privado, se percibía que el Barón Wheddon valoraba a la hija menor nacida de una aventura.

[¿No entiendo el contenido de tu carta, acusándome de usarte para robar información del Norte? Sabía que tenías un complejo de víctimas desde la infancia, pero has cruzado una línea.]

Aunque su verdadera naturaleza era la de un hombre despiadado que usaba a sus hijos y los abandonaba sin corazón sin remordimientos.

‘Aún así, una cosa es pensar vagamente que va a suceder, y otra muy distinta es que se convierta en una realidad concreta’.

Sebelia se inclinó hacia atrás en su silla. Ella tenía una débil esperanza de que él pudiera sentir algo de culpa por su muerte.

Pero eso es imposible.

Cerró los ojos, deseando poder raspar la mitad de su sangre que había heredado de él.

Pryse: ¡Disculpen la tardanza! Volveré a subir recurrentemente. Días de actualización: Lunes, Miércoles y Viernes

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