Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso Novela capítulo 136

[Traductor: Mayu]

“El territorio de los Yester está al extremo norte de la región invernal”, dijo, atreviéndose a rozar aún su suave pelo mientras hablaba. “¿Qué crees que habrá allí al final de la región norte del invierno?”

“No lo sé”, dijo Ilyin, ladeando la cabeza pensativamente. Nunca había pensado qué habría al final del territorio. El mar, imaginó, ¿qué otra cosa podía haber al borde de un continente? Pero, ¿acaso había algo más? Su tono le hizo preguntarse: ¿qué más hay al final del territorio de Biflten?

“Vayamos juntos y veámoslo”, le dijo, y le besó el cuello. “Se acerca enero, y el tiempo mejorará rápidamente.”

Mejorará, pero no como en la región cálida, pensó ella.

La mano de Aden se deslizó por el pelo de Ilyin, luego bajó lentamente, por su mejilla, su cuello y hasta su hombro. Al deslizarse por la curva del hombro, las yemas de los dedos se engancharon en la tela de la camisa y la deslizaron hasta la parte superior del brazo. Puso la mano sobre la piel, frotando suavemente el hombro desnudo para que no se enfriara. Ilyin levantó su propia mano y la puso sobre la de él.

“Otra vez esa mano mala”, dijo.  Aden respondió dándole otro beso en la mejilla, pero volvió a apartar la mano, insatisfecho.

“Bien”, suspiró. “Entonces cuéntame una historia.”

“Primero…”, dijo ella, atrapando la mano de él que se había estado moviendo libremente sobre el hombro y llevándola al corazón. “Recuerdo que los Yesters y Molly unieron sus fuerzas.”

Aden sintió que el corazón de ella latía con fuerza bajo su mano.¿Por qué estás tan nerviosa? ¿Estás emocionada y nerviosa por las mismas razones que yo?Se le cortó la respiración por un momento antes de poder contestar.

“Sí, correcto.”

Ilyin siguió acariciando el dorso de su mano mientras ella hablaba.

“Según lo que sé ahora, sólo los Yester pueden moverse rápidamente con el viento del norte.”

“Sí”, dijo él. Con la mano libre le pasó un dedo por el borde de la oreja. Ella lo tenía todo correcto, como él había imaginado que lo tendría, su encantadora persona. Ella rió suavemente por el cosquilleo de su tacto, luego continuó.

“Los Yester perdieron su ejército principal y sus refuerzos. Sus fuerzas restantes deben ser pequeñas. Tal y como están las cosas, si atacáramos ahora la base de los Yester, huirían antes que luchar.”

Especialmente cuando la casa que les atacaba era Delrose, una fuente de terror para los diferentes monstruos de la región invernal. O más precisamente, Aden de Biflten, Amo del Invierno, era una fuente de terror. El Duque con un poder más fuerte que cualquiera de las generaciones anteriores, más fuerte que todos ellos juntos. Los monstruos no tenían más remedio que temer a Delrose cuando los dirigía.

“Huirán si no quieren extinguirse”, intervino Aden.

Los monstruos de la región cálida eran insensatos, meras bestias. Sin embargo, los de la región invernal tenían lógica e inteligencia. Sabían cuándo luchar y cuándo huir.

“Los Molly no pueden seguirles el ritmo, y sólo quedarán ellos”, dijo. “Ellos también estaban a punto de extinguirse. Probablemente se aliaron con los Yester para tener la oportunidad de aumentar su número.”

Lo que significaba que era probable que todos los Molly estuvieran en la base de los Yesters. No había ningún otro lugar donde pudieran estar - los Yesters no tenían otras fortalezas.

“Así que, a lo que aspiras al menos”, dijo, fijando los ojos en Aden, “son a los Molly, no los Yesters.”

Y ahí estaba la respuesta. Aden estiró el brazo, fingiendo arreglar la almohada sobre la que ella se apoyaba, y en lugar de eso se apoyó en ella y la besó rápidamente.

La tenue luz de la lámpara ocultaba su rostro. Aden estiró la mano y la oscureció un poco más. Pero incluso sin luz, el pelo plateado y los ojos centelleantes de Ilyin brillaban.

“Como adivinaste”, dijo, y se inclinó para besarla de nuevo, esta vez durante más tiempo.

Ilyin sintió calor en sus labios. Los labios de Aden acariciaron los suyos y él la abrazó durante un largo rato, flotando en un espacio oscuro en el que sólo estaban ellos dos. Cuando por fin se separó, habló en voz baja en la oscuridad.

“Hay muchos lugares que son sangrientos en invierno”, dijo. Era una tierra llena de sangre y batallas, y Aden lamentaba que Ilyin se hubiera encontrado en un lugar tan poco apropiado.

Pero quiero que ames este lugar... y que me ames a mí. No quiero que te vayas. Más bien, quiero ser la razón por la que no quieras irte.

Por eso, te daré toda la hermosa región invernal. Será mi regalo para ti, mi obsequio como duque del invierno.

“Pero los lugares no alcanzados ni por humanos ni por monstruos son hermosos”, continuó, “El norte es así.”

La recostó en la cama, su voz apenas un susurro.

“Y la primera persona que disfrutará de ese hermoso lugar serás tú.”

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