Cómo Evitar Convertirse En Una Madrastra Cruel Novela capítulo 17

Capítulo 17

Segundo método. Reconocida como la esposa del duque (10)

La mano del Duque frotó el pezón erecto mientras tocaba mi pecho. Los ojos morados del Duque capturaron mi rostro, no mi pecho. Cuando hice contacto visual con él, me sentí un poco avergonzada, así que bajé la mirada y me mordí los labios.

“Bueno, sí.”

El duque me acarició el pecho con ambas manos y me besó el pecho con los labios. Doblé ligeramente los dedos y acaricié los músculos del brazo del duque y los músculos de la espalda contraídos con las yemas de los dedos. La piel suave que cubría los músculos de las yemas de las uñas, que siempre cortaba correctamente para cuidar de Carl, se sentía agradable.

La mano del Duque también recorrió mi espalda. Como si siguiera los gestos de mi mano, sus duras yemas de los dedos rozaron mi espalda, mi costado y mi cintura de manera extraña.

"Ah."

Me sentí más extraña de lo que pensaba. El Duque debió sentirse así, ¿me lo devolvió porque se sintió bien después de recibirlo? Bajé la mano y le rasqué suavemente la espalda y la parte inferior. El cuerpo del Duque se estremeció y se levantó ligeramente.

Levanté la pierna y empujé suavemente el muslo del duque con el pie. El duque levantó la mirada y me miró como si aquello fuera injusto.

"¿Basta?"

Una de las cosas de las que me di cuenta después de pasar la noche con el Duque durante unos días fue que respondía inesperadamente rápido al "no" de la mujer. Era una condición que no me hacía daño.

“Por favor, toca la parte inferior, no el pecho”.

El Duque se sonrojó avergonzado ante mis palabras. Aparte del enrojecimiento de sus mejillas blancas, movió su gran cuerpo y bajó lentamente sus labios, y sus labios tocaron mi vientre superior, vientre inferior y finalmente en el clítoris. Me alegro de que entendiera las palabras. Acaricié ligeramente el cabello del Duque. Su cabello negro era corto y áspero como un caballero que a menudo va a la guerra. El cabello corto rozó mis dedos y el Duque levantó los ojos ligeramente y se apartó.

“Tócame más. Ja, acaríciame”.

Esa fue la petición que me hizo con voz seca y solemne. Su forma de hablarme era muy extraña. Como si quisiera ser cortés, extrañamente usaba el estilo "formal", y se le salía el habla informal. Debido a que el Duque habla de manera informal con los demás excepto conmigo, el extraño estilo "formal" parece haber sido diseñado para su esposa, pero su uso no era confiable. Sonaba como alguien que nunca ha hablado con su esposa.

Volvió a enterrar la cabeza en mi vagina y mis manos empezaron a acariciar su pelo. Afortunadamente, al Duque no le disgustó esto. Al darse cuenta de que un contacto suave y bueno solo era posible cuando la vagina estaba caliente y húmeda, el Duque pensó en la forma más simple y primitiva y enterró su cara debajo de mí sin dudarlo. Al principio, me sentí avergonzada cuando me golpeó con esto, pero comencé a disfrutarlo libremente porque lo estaba haciendo por mí y no me lo estaba pidiendo.

“¡Eh, eh!”

Podía sentir su lengua lamiendo mi vagina. A diferencia de cuando lamió mi pecho antes, sacó la lengua y comenzó a lamer profunda y minuciosamente. Mi mano acariciando su cabello negro presionó contra su cabeza sin darme cuenta. En ese momento, el Duque hizo movimientos aún más apasionados con su lengua.

—¡Sí! ¡Oh! ¡Bien! ¡Ah!

Los dedos largos y duros del Duque entraron en la vagina húmeda*. Cada vez que movía el dedo, oía el sonido del agua, y el Duque acarició la vagina con el dedo y volvió a levantar los labios desde el estómago hasta el pecho. Al ver al Duque estimulando la vagina con una mano y acariciando el pecho con los labios, me impresionó su rápida capacidad de aprendizaje.

El Duque me lamió el cuello con la lengua y me dio una variación, y mi cuerpo se estremeció ante el creciente estímulo. Creí sentir que aumentaba un poco más. Mi cuerpo se encogió pasivamente, pero el dedo del Duque no se detuvo. Sus labios succionaron con fuerza mis pezones y al mismo tiempo sus dedos penetraron más abajo.

"Ahhhh"

Todo mi cuerpo se puso caliente y mi espalda estaba sudorosa. Todos los sentidos se concentraron hacia abajo y el abdomen inferior se tensó. Apretando el dedo del Duque, sentí el clímax. Sus dedos se deslizaron fuera de mí y me sentí vacía por un momento, pero el Duque estaba asombrado por sus dedos empapados.

“Así se moja”.

Quería decir que si lo haces bien, te mojarás más que eso, pero no lo hice para no romper el ambiente. El duque se frotó los genitales con las manos mojadas. El pene ya rígido estaba de pie y brillaba con la adición del líquido. El duque me preguntó.

“¿Vas a acostarte o vas a subir?”

Al principio, me subí encima de él por un Duque que no sabía nada, pero el Duque era un hombre que conocía el movimiento normal básico. Elegí acostarme sobre sus opciones. El Duque se inclinó sobre mí cuando me vio abrazando mis muslos con las piernas abiertas sin decir una palabra. El pene del Duque era tan grande que era bueno para cada uno abrir bien las piernas.

El pene duro comenzó a apretarse debajo. Quizás gracias a los buenos lamidos y chupados del Duque, mi cuerpo comenzó a aceptarlo con flexibilidad. El Duque movió solo su cintura, apretando ligeramente mis rodillas con ambas manos. Tragué saliva mientras observaba los abdominales firmes y la cintura elegante del Duque moverse suavemente. El cuerpo del Duque era muy suave, como si nunca hubiera sido herido, y al mismo tiempo, era elegante con músculos duros cubiertos.

El Duque, que se vino de golpe, se apartó un poco y volvió a hundirse, y luego deslizó su mano bajo mi rodilla para estimularme. Su mano frotó y acarició mi muslo y bajó hasta la vagina bien abierta para recibirlo. Sabía dónde tenía que frotar mi cuerpo para excitarme y ver si me gustaba.

“¡Ja, ja! ¡Ang!”

Traducido por: Sbd