Cómo Evitar Convertirse En Una Madrastra Cruel Novela capítulo 10

Segundo método. Reconocida como la esposa del duque (3)

La mitad del año fue la mejor opción para mí, la selección actual, para proteger al duque que estaba en el campo de batalla y a su joven heredero, Carl. En nombre del duque ausente, la duquesa también actuaba como lord, por lo que el mayordomo y los asistentes administrativos del duque trabajaron en estrecha colaboración conmigo, y la respuesta de todos no fue diferente a la de la condesa.

Aún faltaba un poco, pero la situación es así, así que no se puede evitar. Es mejor de lo esperado. ¿Cuánto? Tampoco pensé que fuera una duquesa "real", así que me sentí como una duquesa "apoderada" que actuaba en nombre de Merilyn, así que lo abordé con ese tipo de corazón. Mi trabajo principal es ser la madre de Carl. Una madre que vierte mucho amor en su hijo.

Carl creció día a día con mucho amor de mi parte.

Medio año pasó rápidamente y cuando cayó la primera nevada, el duque regresó. La guerra en la frontera, que sólo se describía en el libro, era mucho más grave de lo que yo imaginaba vagamente, y la mitad de los soldados que habían salido en buen estado de salud resultaron heridos, algunos de los caballeros murieron y otros parecían muy cansados.

Entretanto, sólo el duque se mantenía erguido. Su postura sobre el caballo era recta y sus ojos bajo el casco eran agudos. También fue la razón por la que el castillo y el duque de DeMancier no podían ser codiciados por otros, ya que se fue durante medio año debido a la guerra. El duque de DeMancier del norte es un hombre que llevó la guerra geográfica en la frontera y, sin embargo, es probablemente el caballero más fuerte del Imperio que regresa de esa guerra todos los años.

Mientras observaba la procesión del Duque desde el interior del castillo a través de la ventana, acaricié a Carl en mis brazos. Este pequeño bebé se convertirá en un hombre valiente, protegerá el Norte y luego se enamorará apasionadamente, logrando la paz.

"Carl, espero que el joven maestro crezca lo antes posible".

Sería bueno que hubiera otros métodos, pero no había forma de acelerar la paz entre los monstruos y los humanos cuando Carl y Dragon se enamoraron. Quiero que Carl siempre sea como un ángel en mis brazos, pero el día que presencié los restos de la guerra como hoy, pensé de manera diferente.

El Duque se apartó de los soldados y caballeros, y el mayordomo y el asistente se acercaron al Duque que se bajó del caballo. Al ver a los tres hablando, yo también comencé a moverme con Carl en mis brazos.

Tanto la Vizcondesa como la Baronesa, que son las niñeras de Carl, eran mujeres cuyos maridos eran Caballeros que fueron a la guerra con el Duque, por lo que ambas habían partido para reunirse con sus maridos y con sus hijos. Los Caballeros se quedaron en el castillo durante un tiempo y hoy era el primer día antes de regresar a sus respectivos territorios y ciudades de origen.

La cocina del Duque ha estado frenética desde hace tres días, ya que habrá un gran banquete con mucha comida y mañana distribuirán la comida restante a la gente que está fuera del castillo. Había olor a comida por todo el castillo del Duque.

También comprobamos el estado del salón y la cocina donde se celebrará la cena y nos aseguramos de que los caballeros entraran en las habitaciones que les habían sido asignadas. Y por supuesto, que hubiera suficiente alcohol. Cometieron un error involuntario antes de ir a la guerra, por eso lo pusieron todo en esta cena.

El duque y los caballeros, que habían regresado del campo de batalla y se habían lavado, se reunieron en el salón al sonar la campana para anunciar la hora de la noche y comenzaron a cenar, y yo llegué un poco tarde porque estaba cambiando el pañal de Carl justo antes de irme. Solo pensando que llegaba tarde a la celebración en la que tenía que participar como duquesa, corrí al salón de banquetes con Carl en mis brazos.

El salón de banquetes era tan ruidoso que se oía una voz apagada y parlanchina por encima del pasillo a lo lejos. Cuando bajé cerca del salón de banquetes, había mucho ruido y bullicio, con sirvientes corriendo afanosamente con botellas vacías de alcohol y entrando con cerdo asado lleno de platos. Carl miró con curiosidad la zona ruidosa.

De pie en la entrada del salón de banquetes, escuché a alguien cantando una canción. Respiré profundamente mientras escuchaba los aplausos y el coro. Tenía que entrar en silencio y sentarme como si hubiera estado aquí desde el principio. Usando ambos brazos para abrazar a Carl, que se había vuelto muy pesado estos días, le guiñé un ojo al sirviente de la entrada. El sirviente vaciló.

Decepcionada por la reacción, me di la vuelta y traté de buscar una criada, pero las criadas que me ayudaron a vestirme ya no me seguían.

"¿A dónde fueron?"

-62%

-25%

Me lo pregunté, pero cuando volví a ver al sirviente apresurado, abrió la puerta. Me colé en el salón de banquetes, que olía como un restaurante de panceta de cerdo en un día de cena de empresa, mezclado con el olor a carne y alcohol. Era una puerta cerca del asiento superior donde se sentaban el duque y la duquesa, así que tan pronto como entré, pude ver la espalda del duque mientras comía, y los ayudantes y lores que lo ocupaban a ambos lados. Todos estaban bebiendo, alzando la voz y comiendo. Era completamente diferente de las cenas a las que asistía ocasionalmente con el Conde de Petrika o con mi familia cercana y amigos de mi propia casa.

Sobre todo, no había ninguna mujer. Por supuesto, había muchos hombres casados que anhelaban una esposa en sus ciudades natales, pero la vizcondesa y la baronesa, las niñeras de Carl, no estaban presentes, e incluso los que llevaban los platos vacíos eran todos sirvientes masculinos.

Por un momento pensé que había entrado por el camino equivocado, pero los demás me encontraron parada en la entrada y observando la situación.

"¡Es una dama!"

"¡Es una mujer!"

Como si nunca hubieran visto a una mujer antes, sus ojos y dedos se volvieron hacia mí con un fuerte grito. Me sentí avergonzada mientras abrazaba a Carl con fuerza. Sentí un miedo desconocido en la mirada de los hombres que brotaban, diciendo: "¡Es una mujer!". El Duque se acercó a mí, dejándome congelada como una rana frente a una serpiente.

"¿Por qué estás aquí? Salgamos de aquí."

Hizo un gesto como si me estuviera cubriendo el hombro, pero su mano no tocó mi cuerpo, pero aun así pude sentir la estabilidad con solo que se acercara a mí. Lo seguí. Carl agarró mi ropa con fuerza como si estuviera nervioso y lo abracé con fuerza. Se escuchó un silbido detrás de mí.

Traducido por: Sbd

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