0%

Posesión De La muñeca De Algodón Del Maníaco Obsesivo Novela capítulo 30

Poseyendo a la Muñeca de Algodón del Maníaco Obsesivo

Capítulo 30

—¡Puh!

Su rostro, que se encontraba sumergido hasta la coronilla, se elevó hacia la superficie. Yul soltó un largo aliento que había estado aguantando. Tal vez se debía a su estado de ánimo, se sentía como si hubiese estado atascado en la tina por diez días.

Por supuesto, ese no era realmente el caso. No es un pez, y no había estado buceando por diez días.

“Pero, ¿por qué continúo sintiéndome de esta manera? ¿Soy sólo yo, verdad?”

Yul inclinó su cabeza por los pensamientos que no podía entender, y entonces, decidió dejar de pensar.

En su lugar, se recostó cómodamente contra la pared del baño y miró el techo del lugar. Cuando observó que incluso el techo estaba dorado en todas partes, inmediatamente pensó:“sería lindo si pudiera sólo tomar un pedazo de eso.”Pero no había forma de remover el oro colgando de aquel alto techo con sus manos desnudas.

Mientras observaba el techo, que no era nada más que un pastel en el cielo, con arrepentimiento, la realidad lentamente llenó su mente como una ola.

—¿Qué sucedió…?

Inmediatamente después de transformarse en humano se había dado el lujo de pensar en nada más porque estaba muy avergonzado de estar desnudo, y, después de ello, estaba distraído por la libertad que ganó al convertirse en un humano después de tanto esfuerzo.

Y, después de todo este tiempo, estaba desconcertado.

¿Cuál fue la causa de la terrible jaqueca que tuvo antes? ¿Por qué se convirtió en humano repentinamente? Y, ¿qué era la voz de Changhyun que escuchó justo antes de transformarse en humano?

Yul agachó su cabeza y dejó sus ojos reposar en la serie de eventos que ocurrieron en un instante. Largas y gruesas pestañas con pequeñas gotas de agua colgaban, creando una sombra. Como la oscuridad de la ansiedad en el corazón de Yul.

—No puede ser… No estoy muerto. ¡Ahh, no, no!

Yul se sentía aterrado de su pensamiento y negó sus palabras.

Razonablemente, era una hipótesis bien pensada, pero no quería admitir que estaba muerto, incluso si estaba en su sano juicio.

¿Quién podría aceptar su muerte tan casualmente? Era imposible.

Yul sacudió su cabeza fervientemente ante la inaceptable realidad. Como resultado, las gotas de agua en su cabello húmedo cayeron en todas direcciones.

—Ugh, me duele la cabeza.

No estaba tan físicamente enfermo como antes, pero se sentía como si su cabeza estuviese girando frente a un difícil problema para el cual no tenía una respuesta.

Yul lavó su rostro para calmar su cabello revuelto. Al menos, mientras el fragante aroma de agua cayó en la punta de su nariz, su complicada mente pareció mejorar.

No estaba seguro, pero pensó que debía ser similar al efecto del aroma que calma la mente.

Después del satisfactorio baño, Yul secó su cuerpo con una gran toalla. Una cálida y suave toalla se llevó la humedad del cuerpo de Yul. Yul, quien rápidamente estuvo seco, olfateó y puso su nariz cerca a su brazo.

—Vaya, huele realmente bien.

Era la primera vez que olía tal aroma que emanaba de su cuerpo. Era dulce y amarga, y tal vez se debía a su estado de ánimo que se sintiera intoxicado por la esencia.

Yul continuó oliendo su cuerpo y vistió el albornoz al otro lado del baño.

Era la bata que Mikael usó, así que tomó un largo tiempo envolver el cinturón a su cintura.

En ese momento, cuandotenía dificultades para vestir el albornoz que seguía cayendo abierto y ondeando…

La firmemente cerrada puerta del baño se abrió.

* * *

—¿Por qué demonios tarda en lavarse?

Mikael miró fijamente la puerta del baño con sospecha. Tal vez se debía a su estado de ánimo, pero se sentía como si hubieran pasado diez días desde que Yul entró al baño.

Los ojos de Mikael se abrieron mientras observaba la puerta del baño con incredulidad. Pensó que él había escapado después de decir que iba a tomar un baño.

Tan pronto pensó que Yul podría haber escapado, su corazón se hundió.

Yul ya había estado pensando en escapar incluso cuando tenía el cuerpo de una muñeca, pero ahora que se había convertido en una persona que se podía mover con mayor libertad que una muñeca, era capaz de escapar corriendo.

Cuando pensaba en ello razonablemente, no debía importarle que Yul huyese o no. Porque Yul era una extraña muñeca que apareció un día, de la nada.

Aunque, por alguna razón, sus ojos seguían vagando, y vagando de nuevo…. Sus ojos seguían vagando.

De todas formas, Yul era una muñeca, pero repentinamente, se había convertido en un ser humano, una entidad desconocida.

Tal vez se trataba de un alma maldita con magia negra, como Andrei había dicho. Entonces, no había necesidad de estar tan preocupado e impaciente sólo por la desaparición de Yul. A decir verdad, era algo bueno.

Su cabeza lo pensó, pero su cuerpo se movió en contra de sus pensamientos. Su corazón latía, y su cerebro se sentía tan helado como si estuviera congelado.

No podía entender por qué estaba tan alterado. Aún así, Mikael rápidamente se dirigió hacia el baño. Esto, también, era un comportamiento incomprensible y contradictorio.

Sin pensar, inmediatamente abrió la puerta del baño.

El miedo de que Yul no se encontrara más allá de esa puerta estaba paralizando sus pensamientos.

—¿Mikael…?

Pero, pese al miedo de Mikael, Yul seguía allí. Con su bata alborotada aleatoriamente, observando con sorpresa.

El agua goteaba de su húmedo cabello rosa. Gotas de agua fluían a lo largo de su cuello expuesto y su blanco pecho. Las gotas de agua recorriendo su piel blanca se veían particularmente lentas.

—Uh, uhhh, por qué, ¡¿por qué entraste?!

Yul se sobresaltó y apretó la bata. Sin embargo, ya sea por vergüenza o porque el albornoz era muy grande, la bata se abrió mucho más, libremente. El albornoz no se abrió totalmente debido al cinturón, pero su pecho y piernas estaban ampliamente descubiertas y, debido a esto, su pecho y blancos muslos estaban expuestos.

—S-Sal de aquí, ¡rápido!

Mikael vaciló mientras observaba a Yul, quien se ajustaba su bata, y entonces recuperó la razón. Él rápidamente giró su cabeza a un lado y desvió la mirada, pero, contrario a su voluntad, seguía girando su cabeza devuelta a él. Era difícil quitar sus ojos de la figura de Yul, quien estaba apretando su albornoz con una expresión avergonzada.

—Ah, no, ¡¿por qué esto no puede…?!

Mikael, que miraba a Yul con vergüenza, tragó la saliva en su boca sin percatarse.

Él deseaba tenerlo. No había nada más qué explicar. Deseaba poseerlo igual que cuando lo cargaba en su bolsillo.

No era sólo un asunto de emociones. Incluso los sentidos de su cuerpo lo querían. La parte baja de su cuerpo parecía pesar cada vez más. Su sangre circulaba rápidamente y su respiración se agitó.

No pudo descifrar cómo explicar esto. Era la primera vez que sentía tal emoción, y era una reacción física.

Ni siquiera pensó en ayudar a Yul, que luchaba con la bata, en su vergonzosa situación. no, en el interior de su sincero corazón, quería aflojar completamente esa bata en lugar de ayudarlo.

—Oh, no mires y ya, ¡ayúdame! ¡O sal de aquí!

Incapaz de tolerar, Yul gritó con su rostro rojo. Justo entonces, sus pezones, rojos y maduros como cerezas, fueron revelados entre la bata.

Mikael se acercó a él, sin saber si intentaba ayudarlo o si actuaba según su propio instinto.

Entre más corta la distancia, más fuerte el aroma. Su cabeza se sentía mareada ante la excitante y dulce esencia. Aún así, Yul se veía particularmente apetitoso. Sí, era delicioso.

¿Las personas podían verse apetitosas? No era, de ninguna manera, un pensamiento común, ni siquiera en su propia opinión.

Mikael se preguntó por qué demonios pensaba de esa forma. Y, mientras tanto, su corazón siguió latiendo más rápido y su cuerpo se calentó.

La frente de Mikael se arrugó extremadamente ante el fuerte aroma al que su cuerpo reaccionó. Incluso el aliento que exhalaba se calentó. Intentó aplacar la reacción de su cuerpo, equilibrando su respiración agitada a duras penas.

Pero, sin importar qué tanto intentara, no lo logró.

—Mierda.

Al final, Mikael lo reprimió como si estuviese mordiendo. Los ojos azules de Yul, asustados por sus escandalosos insultos, se giraron hacia Mikael.

Sus ojos se encontraron en el aire.

Los ojos rojos de Mikael se veían jóvenes con la lujuria tan profunda como su color.

—Yuri, ¿qué demonios pusiste en ese baño…?

Mikael, que interrogaba a Yul con su voz mezclada con respiración húmeda, encontró una botella al lado de la tina y pronunció.

La botella con el seguro removido era una feromona que Andrei forzosamente le había obsequiado para usarla cuando consiguiera una pareja.

Traducción: Arkonte.

Inicio Detalle del manga