0%

La Emperatriz Se Volvió A Casar Novela capítulo 73

La noticia se extendió en cuestión de horas. Todos me lanzaban miradas furtivas en el palacio central y se apresuraban a guardar silencio cuando pasaba. Tan pronto como llegó la hora de la cena, envié a los trabajadores de vuelta. A pesar de haber mantenido la compostura todo el día, los músculos de mi rostro estaban fatigados.

¿Qué debería hacer cuando naciera el bebé de Rashta? Recordé cómo la anterior Emperatriz trató a los hijos ilegítimos del Emperador. Había tratado a la mayoría de manera justa, pero era fría con los hijos de las concubinas que particularmente detestaba.

—...

No iba a ser fácil. La gente sentía simpatía por los niños pequeños, y tanto Rashta como Sovieshu eran tan hermosos que su bebé seguramente sería tan encantador como un hada. Si me mostraba fría con un niño tan precioso, que además era el primer hijo del Emperador, mi reputación quedaría arruinada. Todos me mirarían y murmurarían,¿Qué le pasa?Además, si no quería que ese niño tuviera ideas tontas, debía dar a luz a mi propio hijo legítimo antes de que la diferencia de edad fuera demasiado grande.

Tan pronto como entré en mi habitación, caí en un sillón y tomé una respiración profunda. Era como si el aire a mi alrededor intentara aplastarme.

—Su Majestad.

Mi mano descansaba sobre mi sien cuando levanté la cabeza y vi a la Condesa Eliza cerca de mí.

—¿Qué sucede?

—El Príncipe Heinley está aquí. Parecía tener prisa por verla...

—¿El Príncipe Heinley?

Me incorporé en la silla. ¿Por qué estaba aquí?

Desde que se convirtió en mi amigo secreto, el Príncipe Heinley no había venido a visitarme abiertamente, limitándose a intercambiar saludos y cortesías cuando nos encontrábamos en público. Yo también solo lo había visitado una vez cuando estaba preocupada por Queen. Si había venido en persona, debía ser urgente.

—Hagalo pasar.

Preocupada, salí rápidamente al salón. No había necesidad de cambiarme de ropa, ya que aún llevaba mi atuendo formal. Justo cuando entré en el salón, el Príncipe Heinley también entró.

—¿Le gustaría un té, Su Majestad?

—Sí, gracias, Condesa.

Tan pronto como la Condesa Eliza cerró la puerta detrás de ella, el Príncipe Heinley se acercó a mí y levantó los brazos en el aire.

—Quería consolarla. ¿Puedo darle un abrazo, como amigo?

Lo miré fijamente, y el Príncipe Heinley me observó con aliento.

—Los amigos se abrazan para consolarse.

Oh... así que para eso había venido. Corrió hasta aquí para animarme. Una sensación de alivio recorrió mi cuerpo.

—De acuerdo.

Tan pronto como di un paso hacia él, me abrazó con fuerza.

No pude evitar notar la firmeza y amplitud de sus hombros. Apoyé mi frente en él, inhalando un aroma familiar. Siempre era el aroma de Queen.¿Queen olía como el Príncipe o el Príncipe olía como Queen?

Aunque el abrazo de Queen era reconfortante, el cuerpo del Príncipe Heinley era mucho más grande. Me sentía segura envuelta en sus brazos.Todo está bien, parecía decir su cuerpo, y entre el aroma familiar y los brazos desconocidos, la agitación en mi mente se calmó. Incluso el sonido de su corazón latiendo me transmitió seguridad. Era fuerte, rápido y saludable.

—Realmente...

—¿?

—Realmente debo ser un completo idiota, Reina.

—¿De qué está hablando?

—Vine aquí para consolarla porque temía que estuviera angustiada. Pero al mismo tiempo, estaba teniendo malos pensamientos.

—¿Malos pensamientos?

¿De qué estaba hablando? Aparté mi frente con confusión y me alejé un poco, mientras el Príncipe Heinley bajaba los brazos. Su rostro estaba rojo y retrocedió levemente.

—¿Estaba demasiado cerca de usted?

Lo miré con preocupación, y él soltó un vacilante:

—¿Eh? —Sus orejas se tiñeron de rojo y agitó las manos.

—No estaba teniendo malos pensamientos sobre eso, Reina. Absolutamente no. No soy el tipo de persona que se emociona así.

—...

¿Emociona...?

Lo observé fijamente.

—Me estoy volviendo loco.

El Príncipe Heinley cubrió sus ojos con ambas manos como si deseara que la tierra lo tragara.

—Ni siquiera me pidió nada. Yo solo me metí en esto, ¿No?

—...nn poco.

Al escuchar su angustia, no pude evitar sonreír.

—Bueno, al menos estoy sonriendo en medio de todo esto. Las emociones humanas son complicadas.

—Me alegra que mi vergüenza la haya hecho sonreír.

El Príncipe suspiró y luego soltó una risa. Justo entonces, la Condesa Eliza entró con el té. Dejó la bandeja sobre la mesa y se apresuró a salir, dejándonos solos de nuevo.

Tomé una taza de té para él, y la aceptó con cuidado. Sentí su mano temblar cuando nuestros dedos se rozaron. Bajé la mirada y encontré sus ojos violeta asomando entre sus suaves pestañas doradas. Era cautivador.

—Si el Príncipe Heinley fuera mujer...

—¿Hm?

—El Emperador se enamoraría de usted. Sus ojos son hermosos.

—Qué manera tan peculiar de dar un cumplido.

Me observó un momento y luego soltó una carcajada, antes de llevar la taza a sus labios.

—Si fuera mujer, me convertiría en la dama de compañía de la Reina.

—¿Mi dama de compañía?

—Así podríamos estar juntos todo el día.

Traducido por: Valiz

◈❖◈

Si te gustó, Puedes apoyarnos aquí ~  [http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas]

http://www.paypal.com/paypalme/MangoNovelas

Tambien contamos con página de facebook ~ [https://www.facebook.com/MangoNovelas]

https://www.facebook.com/MangoNovelas

Tambien visítanos en TikTok ~ [https://www.tiktok.com/@mangonovelas

https://www.tiktok.com/@mangonovelas

Inicio Detalle del manga