La Emperatriz Se Volvió A Casar Novela capítulo 59

Tan pronto como el Duque Elgy se fue, Sovieshu se giró para mirarme.

—Creo que ya está claro. Un hombre del Reino Occidental, otro de Rwibt y otro de Blue Bohean. Claramente tiene una preferencia por los extranjeros, ¿No?

Su locura especulativa volvió. Había estado esperando que todo permaneciera en silencio.

Sovieshu frunció el ceño y señaló la espalda del Duque que se alejaba.

—No tiene mucha experiencia con otros hombres además de mí. Solo porque él hable con una lengua de plata no significa que sea un buen hombre.

Por el contrario, el Duque Elgy era un hombre de hablar directo, pero en lugar de corregir a Sovieshu, lo miré con asombro.

—¿Entonces qué tipo de hombre es un buen hombre?

—...

Si tuviera conciencia, no diría eso de sí mismo.

Pero Sovieshu no tenía conciencia.

—¿Yo?

¿De verdad?

Le levanté una ceja, y su expresión se volvió molesta mientras suspiraba.

—De todos modos, quiero que tenga cuidado con su comportamiento.

—Y yo

—¿?

—Buscaré a un hombre guapo y joven del Reino Oriental.

Me miró en silencio, luego murmuró "Sí" y se fue.

Suspiré. No lograba entender qué pasaba por la cabeza de Sovieshu. No le importaba que trajera a Rashta, pero ¿No quería escuchar que la pareja imperial tenía otros amantes?

—Majestad. ¿Me buscaba?

Mientras presionaba mi mano contra mi sien, el ministro se apresuró a acercarse desde el baño.

—Lo siento. Mi sistema digestivo ha estado funcionando mal últimamente.

—Está bien.

Regresamos a la oficina, pero me costaba concentrarme, así que finalmente corté la reunión.

—Hablaremos de nuevo mañana. Hoy vayamos a descansar.

—Oh, muy bien.

—Tampoco puedo concentrarme muy bien, así que no se preocupe por eso.

Después de que el ministro se fue, me senté con los brazos cruzados y miré la pila de documentos sobre la mesa. Sovieshu estaba siendo Sovieshu…

¿Pero qué quiso decir el Duque Elgy? ¿Qué estaba planeando el Príncipe Heinley durante años? No podía ser un edificio. ¿Un plan? La palabra "plan" tendría sentido.

—...

Tendría que preguntarle al Príncipe Heinley. Él había llamado al Duque Elgy aquí, y sin embargo, ambos intercambiaban comentarios despectivos sobre el otro.

...era extraño.

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—Majestad, ¿Se siente bien?

—...

—Majestad. ¿Está bien?

—...

—¿Majestad?

Rashta dejó de amasar el hombro de Sovieshu cuando él no respondió a sus repetidas preguntas. Ella apoyó su cabeza sobre su hombro, y Sovieshu, sorprendido, giró la cabeza, haciendo que sus labios casi se rozaran. Rashta sonrió, le dio un ligero beso en la mejilla y lo abrazó.

—¿En qué piensa que no escucha a Rashta?

Su voz era encantadora, pero contenía un puchero.

—Oh... lo siento.

—Si se trata de asuntos nacionales, Rashta no puede ayudar mucho.

Después de disculparse, se encogió de hombros y luego se sentó en la mesa frente a él. Sovieshu negó con la cabeza.

—No es sobre asuntos nacionales.

—¿Qué es?

Rashta habló con voz algo distraída. Sovieshu normalmente no compartía su trabajo del día con Rashta. Se lo decía cuando le apetecía, lo cual no era a menudo, así que ella le preguntó sin pensarlo. Sin embargo, él planteó su propia pregunta.

—Ahora que lo pienso, Rashta. El Duque Elgy se lleva bien contigo, ¿Verdad?

¿El Duque Elgy? ¿Por qué mencionó de repente Sovieshu a alguien así? Rashta respondió, confundida.

—Él es cercano a Rashta. ¿Qué pasa?

Su siguiente pregunta fue aún más sorprendente.

—¿Está el Duque Elgy cerca de la Emperatriz?

Rashta se sobresaltó ligeramente.

—¿Por qué pregunta eso?

—Vi a ambos teniendo una conversación amistosa esta tarde.

Sovieshu soltó un suave suspiro.

—Antes...

Rashta le dijo que el Duque Elgy se había ido un rato y que no lo había visto durante horas.

—No dijo adónde fue. Así que debe haber ido con la Emperatriz.

Rashta recordó la propuesta confiada y juguetona del Duque Elgy para tentar a ella.

¿De verdad está tratando de seducir a la Emperatriz por mí?

Rashta frunció los labios en silencio.

No, no por mí...

Debió haberlo hecho por él mismo. Ella estaba algo ofendida, y Sovieshu lo notó y la llamó con una voz extraña.

—¿Rashta?

Rashta sonrió apresuradamente.

—No, la Emperatriz no se lleva bien con el Duque Elgy.

—¿Es eso cierto?

—Sí, el Duque Elgy es un amigo de Rashta.

Ante su rápida respuesta, Sovieshu sonrió tiernamente.

—¿Qué?

—Realmente eres amable y gentil.

—¿?

—¿Estás defendiendo a la Emperatriz solo porque podría malinterpretarla?

—Oh... ¿Se dió cuenta?

Rashta cubrió su rostro con las manos, y Sovieshu asintió y tarareó.

—No llevas el anillo que te di, ¿Verdad?

—¿Anillo...?

Rashta bajó las manos. A pesar de su bonito rostro, sus manos eran feas y rugosas debido a las dificultades de su infancia. Cuando Sovieshu vio la rugosidad de sus manos, sus ojos temblaron.

Sovieshu se inclinó para tomar los dedos de Rashta.

—Un anillo de plata con una joya roja. ¿Lo recuerdas?

—¿Oh? Sí.

—La joya roja es conocida como la "Estrella de la Llama Roja".

—¡¿?!

Rashta recordó los tres anillos que Sovieshu le había dado. Uno de ellos debía ser un anillo de plata con una joya roja. Pensó que era el más barato porque era el más pequeño, pero debía tener bastante reputación para tener su propio nombre.

—¿No te gusta?

La expresión de Rashta se torció al darse cuenta de que le dio el anillo precioso a la persona que más odiaba.

—No intento presionarte si no te gusta. Pero hay un hechizo en la joya. El efecto no es obvio si lo usas por poco tiempo, pero si lo usas por más tiempo, eventualmente eliminará las cicatrices.

¡El anillo era mágico! Rashta dejó caer su cabeza sobre la mesa con un golpe.

—¿Rashta?

—¡Ooooh... qué desperdicio!

Sovieshu la miró, y ella gimió sobre la madera.

—Encontré a una criada pobre y se lo di. No sabía que era ese tipo de anillo...

Después de mirarla sorprendida por un momento, Sovieshu se echó a reír.

—¿Qué? ¡Ja, ja!

Rashta quería llorar.

—Majestad, ¿Hay otro anillo con ese mismo efecto?

—Sí, pero...

—Si Rashta le pide otro... ¿Está bien?

—Bueno, si quieres uno similar, entonces está bien.

¿Podría tenerlo ahora? Cuando Rashta lo miró con los ojos enormes, Sovieshu sonrió incómodamente.

—La Emperatriz tiene uno.

Traducido por: Valiz

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