La Emperatriz Se Volvió A Casar Novela capítulo 41

Rashta estaba atrapada en una red de emociones complicadas. Estaba agradecida de que Sovieshu la protegiera. El Emperador sabía desde el principio que ella era una esclava fugitiva, por supuesto, pero su deseo de salvaguardarla lo había llevado a encubrirlo incluso después de que el asunto fuera revelado. ¿Cuántos otros hombres le habían susurrado dulces promesas de devoción antes de abandonarla, usando sus identidades como escudo? Irónicamente, fue Sovieshu, el hombre más poderoso del imperio, quien no lo hizo.

Pero el miedo al pasado seguía pisándole los talones. Justo cuando apenas había sacudido sus cadenas, cuando la gente empezaba a verla como “Rashta” en lugar de “esclava”, su identidad la atrapó de nuevo. Si no fuera por el amor de Sovieshu, su sueño habría muerto por culpa de Roteschu.

¿Y qué pasaría con las personas que antes colgaban de cada una de sus palabras y sonrisas? ¿Qué harían ahora? Rashta estaba preocupada. Aún no se había reunido con los demás nobles desde que la verdad salió a la luz, y temía que esos rostros sonrientes se tornaran en rechazo.

Rashta acarició el brazalete de ámbar en su mano, pero su corazón no encontró consuelo.

No, incluso si Rashta es una esclava, Rashta es ahora la concubina del Emperador. No será lo mismo que antes…

Rashta abrazó una muñeca que Sovieshu había diseñado para ella, una cosa suave hecha de tela y algodón. Entonces, la puerta se abrió y la Vizcondesa Verdi entró en la habitación con una expresión inquieta en el rostro.

—Señorita Rashta, el Vizconde Roteschu vino a verla… ¿Qué debería decirle?

—¿El señor?

En la confusión del momento, Rashta usó el mismo título que había usado en el pasado. La Vizcondesa Verdi pareció sorprendida, pero no dijo una palabra.

La expresión de la Vizcondesa fue reemplazada por una amable sonrisa, pero Rashta estaba segura de que la otra mujer se estaba burlando de ella. Si la Vizcondesa sabía sobre la relación de Roteschu con Rashta, no debería haberlo mencionado. ¿No era trabajo del subordinado mantener a los demás al margen? Rashta estaba convencida de que si la Vizcondesa aún trabajara para la Emperatriz, habría sido más responsable.

Rashta se mordió el labio. Si lo hubiera sabido, se habría acostado en la habitación del Emperador y fingido estar enferma. Fue un error regresar aquí para organizar sus pensamientos a solas.

No, no… el problema era que el Emperador permitía que el Vizconde anduviera libremente en primer lugar. ¿Por qué el Emperador no lo expulsó de una vez? ¿Por qué no lo mató o lo encarceló? ¿No era Sovieshu capaz de cualquier cosa?

Rashta contuvo las lágrimas ardientes en sus ojos mientras daba una orden a la Vizcondesa Verdi.

—Dígale que se vaya.

Sin embargo, la Vizcondesa Verdi vaciló.

—¡Dígale que se vaya!

Rashta gritó esta vez, pero la Vizcondesa Verdi seguía sin moverse.¿También me estás ignorando ahora?Rashta quería gritar con furia. La Vizcondesa continuó con voz temblorosa.

—Bueno… dijo que si no lo dejaba entrar, usted lo lamentaría…

—¿Dijo eso?

—Sí.

La ira le dio valor a Rashta, y apretó los dientes.

—Entonces dile que entre. Quiero ver su cara descarada.

Estaba decidida a darle una fría ración de desprecio.

Sin embargo, cuando él entró con una ominosa sonrisa en el rostro, sus insultos murieron en sus labios.

—Lady Rashta. Felicidades. Es la concubina del Emperador.

La Vizcondesa Verdi, que miraba alternativamente a Rashta y al Vizconde Roteschu, salió corriendo de la habitación cuando Rashta le lanzó una feroz mirada.

Rashta volvió a mirar al Vizconde Roteschu, quien se acomodó en una silla vacía.

—Muy bien, me gusta —dijo con satisfacción.

—¿Por qué está aquí?

Rashta imitó el tono severo de la Emperatriz. Su propia voz era perfecta para encantar a las personas, pero carecía de autoridad. El Vizconde soltó una risa.

—Te has convertido en toda una dama ahora, Rashta.

—No diga mi nombre tan a la ligera. Ya no me llamará simplemente Rashta.

—Estoy seguro de que es cierto… por un tiempo determinado.

—¿Tiempo determinado?

—¿Sabes cuántos años permanece una mujer como concubina de un emperador?

—¡…!

Rashta se mordió el labio ante la punzante insinuación del Vizconde. Él golpeaba los dedos contra la mesa y movía el cuello al compás, cuando notó el brazalete en la muñeca de Rashta.

—Oh, qué hermoso. ¿Está hecho de ámbar? ¿Hm? Déjame verlo.

Rashta escondió la mano detrás de ella. El Vizconde Roteschu frunció el ceño por un segundo, luego sonrió.

—El Emperador me ordenó corregir mi errónea afirmación de que era una esclava fugitiva. Ahora me tratan como a un tonto que ni siquiera puede reconocer un rostro. Que tu secreto se revele o no depende de mí. Estoy agradecido por el oro y la plata, pero no es suficiente, ¿Hm?

Rashta se volvió hacia él con furia.

—¡Entonces no debería haber dicho eso desde el principio! ¡Es un descarado! Solo está ocultando que soy una esclava fugitiva porque el Emperador se lo ordenó. No lo hace por mí.

Una sonrisa insidiosa se extendió por el rostro de Roteschu.

—Entonces, ¿Por qué no he dicho nada sobre el bebé que abandonaste?

Rashta palideció.

—Bebé…

La sangre volvió a subirle al rostro y apretó los puños. El blanco de sus ojos se tornó rojo.

—¡Cómo se atreve a mentir! ¡Usted mató a mi bebé!

La rabia inundó cada poro de su cuerpo. La forma en que afirmaba con tanta indiferencia que ella había abandonado a su bebé resonó odiosamente en sus oídos, pero se obligó a cerrar la boca por temor a que la Vizcondesa Verdi los escuchara.

El Vizconde Roteschu dijo:

—¿Eh? —y ensanchó los ojos en un círculo exagerado. Finalmente, Rashta se puso de pie.

—No puede amenazarme con un bebé que ya no existe.

Roteschu soltó una risita.

—Desaparecido… ¿Qué quieres decir, Rashta?

Era una risa ordinaria, pero Rashta sintió un escalofrío recorrerle la espalda. La expresión de Roteschu se endureció de repente y su tono se tornó burlón.

—Yo no mataría a mi propio nieto, a mi propia sangre.

—¡Está… está mintiendo! ¡Yo vi el cuerpo con mis propios ojos…!

—Si no me crees, ¿Quieres que te lo traiga?

Traducido por: Valiz

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