Regresión Inútil Novela capítulo 17

Pequeño Pegaso Wijihoyun.

Era un nombre que Sungmin había escuchado muchas veces en su vida pasada. Fue convocado más o menos al mismo tiempo que Sungmin, pero había dejado Genavis antes que él.

Sungmin no sabía qué hizo Wijihoyun después de dejar Genavis. Escuchó algunos rumores, pero solo tenía unos pocos fragmentos pequeños de recuerdos sobre él.

Pero sabía una cosa. Wijihoyun sobrevivió un tiempo en Eria antes de morir, y ganó bastante reputación también. Había muchos artistas marciales que venían de cultos demoníacos. Sin embargo, Wijihoyun no era uno de ellos.

Aun así, el apodo de Pequeño Pegaso se quedó en la mente de muchas personas. En trece cortos años, Wijihoyun subió de ser un novato a llegar a la cima, mientras Sungmin subía del rango G al rango C.

Aunque Sungmin había escuchado sobre Wijihoyun, nunca lo había conocido en persona. Genavis era una ciudad grande. Había una buena probabilidad de que vivieran en diferentes partes de la ciudad. A pesar de que Sungmin llegó ahí un mes antes que Wijihoyun, Wijihoyun ya estaba en un lugar más alto que el que Sungmin estaba en ese entonces.

Durante ese mismo periodo de catorce años, Lee Sungmin se movió al ritmo de una tortuga, tal vez incluso más lento, pero incluso después de tanto tiempo, apenas estaba en el punto en el que Wijihoyun estaba cuando Wijihoyun llegó.

Sungmin ni siquiera se molestó en compararse con él ni pensar en su propia inferioridad. Había demasiadas diferencias entre ellos. Wijihoyun estaba en una liga completamente diferente a la de Sungmin.

Pero eso no le impidió sentir curiosidad.

Era una curiosidad caprichosa. Quería ver la figura de aquel que se alzaba tan alto por encima de él. A pesar de su rutina habitual de dirigirse al bosque, Sungmin decidió investigar a Wijihoyun esta vez.

—¿No vas al bosque hoy? —preguntó Jack mientras levantaba la cabeza para mirar a Sungmin.

Ya eran las once de la mañana cuando Lee Sungmin bajó las escaleras. Desde que Sungmin llegó a esa posada hace un mes, había ido al bosque todos los días.

—No, solo hoy quería descansar.

—Eso es sorprendente. No descansabas ni cuando Lula te lo decía—, dijo Jack antes de reír. —Si no vas al bosque, ¿Vas a estar en tu habitación hoy?

—No, voy a estar afuera un rato.

Lee Sungmin usó One Thunder para correr hacia la plaza central de Genavis. Desde que había practicado durante un mes usando One Thunder, su dominio sobre las técnicas estaba mejorando.

No había una frecuencia distintiva con la que los Otherworlders fueran convocados. Podría ser uno cada día, uno cada pocos días o tal vez uno al mes.

Pero había algo que no cambiaba. Siempre eran convocados a la plaza central de Genavis a las doce del mediodía. Él fue convocado ahí hace un mes también.

¿Cómo se verá?pensó Lee Sungmin mientras tragaba saliva. A medida que se acercaba las doce, la campana definitivamente sonaría. Lee Sungmin se sentó en la fuente y suspiró.

Anhelo.

El nombre Wijihoyun era un nombre que le causaba celos. La mayoría de los Otherworlders eran así. Especialmente aquellos que pasaban dificultades en ese mundo. Sungmin sentía lo mismo que el resto de los Sin Clase.

El anhelo probablemente fue lo que encendió su deseo de ver a Wijihoyun.

Dong. Dong. Dong.

Sonó la campana. Era la hora. Tragó saliva y miró al centro de la plaza.

A pesar de que no había nadie ahí hace unos momentos, un niño se podía ver de pie en la plaza.

Llevaba un atuendo negro de chamán que insinuaba su origen. Sungmin tragó saliva y observó detenidamente al niño.

El niño se quedó ahí por un segundo y miró alrededor. Debía estar confundido. Era obvio. La convocatoria fue demasiado repentina. No hubo explicación para los Otherworlders sobre lo que sucedió.

El niño abrió la boca después de parpadear algunas veces. Estaba diciendo algo, pero Sungmin no podía oírlo debido a la distancia.

Wijihoyun. Él era… más joven de lo que Sungmin imaginaba. Parecía ser más joven que Sungmin.

¿Cuántos años tenía Wijihoyun...?

No lo sabía. Aunque había escuchado sobre su fuerza y poder, nunca se enteró de su edad o apariencia.

A medida que los segundos pasaban, Lee Sungmin se sentó en la fuente y observaba a Wijihoyun. Wijihoyun solo miraba alrededor, pero no hacía nada. La gente a su alrededor solo lo miraba de reojo, pero no decía nada. Para los ciudadanos de Genavis, las convocatorias eran sucesos comunes y no era algo de lo que sorprenderse.

Yo… quería ver algo… más feroz.

Al mirar a Wijihoyun, Lee Sungmin se sintió decepcionado. Habiendo escuchado su nombre muchas veces en su vida pasada, Sungmin pensó que Wijihoyun sería extraordinario desde el principio, pero sorprendentemente, Wijihoyun no parecía ser nada especial.

Bueno, supongo que da lo mismo ser convocado,pensó Lee Sungmin mientras se levantaba. Después de ver a la famosa persona que tomaría por asalto Eria en persona, Sungmin estaba lo suficientemente feliz. Ya no tendrían conexión. Ahora, Wijihoyun continuaría extendiendo su nombre por Eria.

¿Y él mismo? Estaría tratando de trabajar por una vida mejor. Sungmin se sintió amargado mientras se daba la vuelta.

—Oye.

Antes de que Sungmin pudiera dar un paso, se detuvo al escuchar la voz detrás de él llamándolo.

—¿Por qué me mirabas?

Era la voz de un niño. Una voz que aún no había pasado por la pubertad. Sungmin se dio la vuelta con una expresión rígida.

Traducido por: Valiz

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