Cómo Sobrevivir Como La Esposa Del Duque Monstruoso Novela capítulo 128

[Traductor: Mayu]

“No bajen la guardia”, dijo con severidad.

“En los alrededores no hay señales de nada”, replicó un caballero.

“Pronto llegaremos a nuestro destino.”

Los caballeros de Delrose, bien entrenados, se movían con rapidez y precisión incluso en ausencia de su maestro. Emil apartó una esquina de la capa que envolvía la lámpara que había recibido de la Señora. El fuego seguía claro y fuerte. Tenía que conseguir leña rápidamente.

No tenían mucha, sólo la que podían llevar en sus caballos sin sacrificar la velocidad. Pero por lo que Emil sabía del Fuego Eterno, la cantidad de leña no importaba. Puede que hubiera pasado su tiempo en el campo de entrenamiento, pero conocía el secreto de la chimenea de la mansión.

“Alto”, dijo. “Aún no hay señales de los Yesters.”

Ordenó al grupo que se detuviera justo a la entrada del valle. Si los Yesters realmente iban a utilizar este camino como un atajo a Elo, entonces este era el lugar para detenerlos. Aquí, en el punto más cercano a Elo. Más arriba en el camino, y ellos podrían tratar de apresurarse hacia atrás y alrededor del valle. Tenían que asegurarse de que les encontraran lo más tarde posible.

“Coloquen la leña”, dijo, haciendo señas a sus compañeros para que se adelantaran. Etra se puso a su lado mientras acomodaban la leña.

“Iré directamente al territorio de los Elo en cuanto lleguen los Yester.”

Emil no podía entender cómo ella podía creer en la previsión con tanta certeza.

“¿Qué es lo que…?”, empezó a preguntar sobre la previsión, pero no se atrevió a dar voz a la duda. En su lugar, cambió la pregunta.

“¿Qué opinión tiene de la señora?”

Etra le miró a los ojos, analizándolo por hacerle una pregunta tan aleatoria.

“Ella es la Señora de Delrose.”

No era la respuesta que buscaba. Empezó a decir algo más, pero Etra continuó.

“Sería la primera en morir por otro Delrose.”

Etra y él habían estado muy unidos cuando ella era un caballero de Delrose. La conocía bien, sabía que su lealtad era tan firme y recta como una espada. Ella hablaba en el lenguaje de un guerrero - fuerte y directo como una estocada de espada.

“Ella nunca pondría a Delrose en peligro por nada.”

Eso lo dejó claro. A pesar de las dudas que pudiera tener sobre la previsión, confiaría en la Señora. Podía ser una persona de la región cálida, pero ahora también era de la región invernal. Una persona cálida de la región invernal.

A su lado, Etra le hizo una reverencia de respeto. Luego volvió a inclinarse, esta vez hacia la lejana mansión. En dirección a Ilyin.

***

La mansión Biflten.

Las criadas del séptimo piso observaban y escuchaban con atención absorta. Por supuesto, lo hacían discretamente, asegurándose de que la persona importante que se encontraba dentro no se diera cuenta.

Más allá de la habitación de Ilyin, la zona de Delrose en el séptimo piso transmitía una atmósfera sombría como la escarcha. No fue el Duque de Invierno quién provocó este frío, sino la doctora de Delrose, Ves.

“Si muestra algún síntoma, insiste en que deje de usar inmediatamente el poder divino. ¿Entendido?” Sermoneó a una criada cercana.

Ves tenía un sentimiento de preocupación por la débil Señora de la región cálida. Puede que pasará la mayor parte del tiempo en el laboratorio como médico, pero también conocía el ambiente de la mansión.

Había cambiado mucho desde que ella llegó. La atmósfera, antes punzante (que había reflejado Aden), se había apagado un poco. El séptimo piso se había convertido en un lugar de descanso para Delrose, e incluso Ves lo había visto claramente.

“¡Sí!”, respondió la criada en voz alta, ganándose una mirada de reproche por parte de Ves.

Ves negó con la cabeza, recordando cómo el Maestro había evitado dirigirle la mirada cuando le había dicho que no molestara tanto a la Señora por la noche, que la delicada mujer de la región cálida necesitaba descansar.

Había hecho un mal trabajo ocultando su sonrisa. La región cálida que había llegado a la mansión había hecho algo más que cambiar el ambiente del séptimo piso. Había cambiado algo más, algo que probablemente cambió aún más a Delrose.

Muchos consideraban que Aden de Biflten no sólo era el duque más fuerte del Invierno, sino también el más frío. Pero Ves sabía que, incluso al Maestro, le había llegado ese calor. Muy parecido a lo que describían las criadas enviadas a la región cálida: una luz muy brillante, amarilla y encantadora.

***

Ilyin respiró hondo. Aún podía aguantar un poco más. No estaba intentando levantar el fuego ni hacerlo bailar. Con algo para quemar, mantenerlo era menos agotador de lo que pensaba.

Aun así, la sensación de mantenerlo no era agradable. Le pareció sentir un sudor frío en la frente. Movió la mano para secárselo, y la mano que tocó su piel estaba fría.

“Señora, ¿se encuentra bien?”

Fue Mary, una de las criadas del séptimo piso, quien habló. Estudió detenidamente el rostro de Ilyin. Ilyin sonrió ante su preocupación.

“Sí, Mary”, dijo. “Estoy bien.”

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